Un país que se encuentra bajo una dictadura no tiene tanta libertad en sus cines como para que haya pluralidad de propuestas. Ya sabemos que 'The Interview' no se estrenará en los cines de Pyongyang, pero la duda es si los norcoreanos han vivido también aislados en lo que respecta al resto de estrenos cinematográficos procedentes de Occidente.
Cada dos años tiene lugar el Festival Internacional de Cine de Pyongyang en el conflictivo país liderado por Kim Jong-un. La 14ª edición de este certamen ha tenido lugar este año y un reportero de Vanity Fair ha ido a cubrirlo y por el camino ha observado la prácticamente desconocida situación que se vive en las calles norcoreanas. Una de las dudas del reportero era hasta que punto los ciudadanos desconocían las películas que podemos ver en Occidente sin ningún problema, pero que allí tienen mucho más complicada su proyección.
Sorprendentemente cuando preguntó a un transeúnte que películas le gustaban, esta fue la respuesta: "¡'Argo'! y 'El caso Bourne'." Mientras que hay otras producciones estadounidenses que son mucho más conocidas, como 'Sonrisas y lágrimas': "¡Odio esa película! Quiero decir, es una película bonita, pero la he visto más de cien veces. Era como nuestro libro de texto de inglés en la universidad." Otro residente habló de sus preferencias y su gusto por el agente más famoso del cine: "Prefiero las películas británicas. América está bien para la acción. Pero me gusta 'Casino Royale'. Todas las películas de 007, pero sobre todo 'Casino Royale'." Además de estas populares propuestas también es curioso saber que la gente se moría de risa en los cines viendo la película de Mr. Bean.
Beckham rompiendo fronteras
Otro dato curioso es que la primera película occidental que se emitió en la televisión norcoreana fue 'Quiero ser como Beckham'. Este evento sin precedentes tuvo lugar en 2010, cuando este film, centrado en una chica que inspirada por la figura del famoso futbolista quiere dedicarse a ese deporte, rompió con la supuesta monotonía del servicio televisivo controlado por la dictadura de Kim Jong-un. Eso sí, la película se estrenó con diez minutos menos, por lo que las tijeras de la censura pasaron por ella como era previsible. La pasión por el cine es universal, así que incluso en un país prácticamente aislado de la predominante globalización del resto del mundo, los habitantes quieren vivir esas aventuras que se proyectan en los cines.