A muchos nos pasa en algún momento, quizá con más razón en los últimos años: nos cansamos de la gran ciudad y soñamos con mudarnos al campo. Eso ha hecho Rodrigo Sorogoyen con su quinta película. Después de firmar thrillers esencialmente urbanos (más bien directamente madrileños) como 'Que Dios nos perdone' o 'Antidisturbios', el director gira su cámara hacia la España vacía en 'As bestas'. "Supongo que hay una parte de cansancio y de probar cosas nuevas", admite el director.
Obligados por la estructura del guion, que divide la historia en dos partes a través de una elipsis temporal, el propio equipo de producción ha tenido que introducir una elipsis en el rodaje. La primera mitad, que empezó el 16 de septiembre, transcurrió durante cuatro semanas para capturar el final del verano. En noviembre volverán a la zona del Bierzo para ver cómo ese paisaje paradisiaco se puede convertir en un espacio frío, oscuro y hostil. Entre medias, Sorogoyen se ha instalado en un estudio de edición en Lavapiés para darle forma a lo ya grabado.
"Esta historia nos interesaba a mí y a Isabel [Peña] desde hace tiempo", explica a un grupo de periodistas que hemos podido ver un montaje preliminar de lo que sería el primer acto de 'As bestas'. Resulta que él y su eterna compañera de escritura de guiones tenían esta película en la cabeza desde hace años y han estado dándole vueltas al guion hasta ahora. "Cuando Gerardo [Herrero, productor] nos dijo: «Oye, nos ha encantado 'Que Dios nos perdone', vamos a hacer otra película», tuvimos la oportunidad de enseñarle esta y no lo hicimos, porque yo pensaba que ni mi equipo ni yo estábamos preparados".
Sorogoyen insiste en que esta es su propuesta más ambiciosa tanto en lo formal como en sus temas y en su diseño de producción. "Habla de cosas más profundas que mis anteriores películas, o eso me parece a mí. También había algo de trabajar con dos actores extranjeros que me daba respeto", cuenta sobre lo que le hizo esperar y hacer primero 'El reino' (además de que la corrupción era un tema de actualidad cuando se lanzaron a hacer esa película).
Los dos actores extranjeros a los que se refiere son Denis Ménochet, el protagonista de la historia, y Marina Foïs, con los que Sorogoyen se comunica en francés. Ellos encarnan a un matrimonio galo que vive en una aldea gallega y encuentra cierta resistencia por parte de algunos aldeanos, que los consideran extranjeros y desconfían de ellos. Ménochet es conocido por producciones internacionales como 'En la casa' de François Ozon, 'Hannibal, El origen del mal' o 'Assassin's Creed'. Ahora mismo está en cartelera con lo último de Wes Anderson, 'La crónica francesa (del Liberty, Kansas Evening Sun)' y también protagonizaba la primera escena de 'Malditos bastardos'. A veces, durante el rodaje, le comenta a Sorogoyen cómo rodaría Quentin Tarantino alguna escena.
Y esos temas que el cineasta considera los más profundos de su carrera son, como siempre en sus películas, varios. "Uno de ellos es la tierra, la patria, quién se puede considerar que esta tierra le pertenece, por haber nacido o por no haber nacido en un lugar, quién cuida más la tierra, quién tiene más derecho sobre ella o si nadie lo tiene...", desarrolla Sorogoyen. Él y Peña se inspiraron en una mezcla de noticias, sucesos e historias salidas del ambiente rural, en el que, según el cineasta, "a veces surgen conflictos por una linde enana y se te va la vida en ello".
La primera secuencia de la película, o al menos la versión preliminar que existe ahora, es una escena visualmente espectacular en la que tres hombres intentan por la fuerza tirar a un caballo al suelo. Sorogoyen avanza que ese momento está relacionado conceptualmente con la historia, que explorará también la situación de un inmigrante: "Teníamos ganas de contar cómo se siente un extranjero en un país, cómo se le da la bienvenida y cómo no, y si se puede llegar a sentir perteneciente a esa tierra".
Sorogoyen descubre el trípode
Algo que llama la atención del metraje enseñado a la prensa es que 'As bestas' tiene un estilo y ritmo mucho más calmados y quietos que lo que ha hecho anteriormente Rodrigo Sorogoyen, conocido por sus planos secuencia y el brío de sus movimientos de cámara. "Me apetecía cambiar, uno está cansado de que le etiqueten", confiesa el director. Una de las reglas del rodaje es prescindir de las grandes angulares (al menos, no tan grandes como en el resto de su filmografía). "Y queríamos poner la cámara en trípode, utilizar vías y travellings... cambiar un poco y dar aspecto o sensación de western clásico".
Esa es otra de las razones por las que Sorogoyen prefirió postergar este proyecto. "En mi cabeza siempre ha sido una película así, formalmente, y a lo mejor no estaba preparado. Porque creo que es mil veces más fácil rodar con cámara en mano que así. Hay veces que crees que es sencillo y luego estás en el rodaje y dices: «Me cago en la puta, este plano lo tenía en la cabeza y no tiene sentido del todo». Y con cámara en mano cualquier cosa vale".
Lo que no cambia es el equipo técnico, al que Rodrigo Sorogoyen se mantiene fiel. Además de Isabel Peña en el guion, repiten su director de fotografía Alex de Pablo, Olivier Arson en la composición musical, el director de sonido Aitor Berenguer y Alberto del Campo en montaje. El reparto lo completan Luis Zahera y Diego Anido, dando vida a dos hermanos gallegos enemistados con el protagonista, y el resto de personajes están interpretados por personas sin experiencia actoral.
'As bestas' está producida por Arcadia Motion Pictures, Caballo Flms, Cronos Entertainment y la francesa Le Pacte, y será distribuida en España por A Contracorriente. Se espera que el producto final esté listo en primavera de 2022, a punto para la temporada de festivales de cine ('Madre', el anterior largometraje de Sorogoyen, se estrenó en el certamen de Venecia). Hasta entonces, aún quedan cinco semanas de rodaje en diciembre soportando unas duras condiciones climáticas. El trabajo en el campo, ya se sabe, nunca se acaba.