Casi milagrosamente, Ashley Judd se encuentra en plena recuperación de un terrible accidente que podría haberle costado como mínimo la pierna y que sufrió mientras realizaba trabajos de conservación en una selva tropical del Congo. Actriz y activista, Judd, de 52 años, ha descrito a través de su cuenta de Instagram las 55 horas terriblemente angustiosas que pasó tras caerse en la oscuridad con un árbol mientras rastreaba bonobos, una especie de grandes simios en peligro de extinción: "Amigos. Sin mis hermanos y hermanas congoleños, mi hemorragia interna probablemente me habría matado y habría perdido la pierna. Me despierto llorando de gratitud, profundamente conmovida por cada persona que contribuyó con algo que me dio la vida y salvó mi espíritu durante mi agotadora Odisea de 55 horas", relataba desde su cama en la UCI en Sudáfrica.
Según cuenta en la publicación, se rompió la pierna en cuatro sitios diferentes, lo que le provocó daños en el nervio. Una experiencia límite de la tuvo que ser rescatada en hamaca y sacada de la selva en moto mientras mordía un palo "aullando como un animal salvaje" y recitaba el Salmo 23 de la Biblia (Jehová es mi pastor, nada me faltará): "Dieumerci estiró su pierna y la puso debajo de mi muy deformada pierna izquierda para tratar de mantenerla quieta. Estaba rota en cuatro lugares y tenía daños en los nervios. Dieumerci («Gracias a Dios») permaneció sentado, sin moverse ni estremecerse, durante 5 horas en el suelo de la selva tropical. Estaba conmigo en mi dolor. Él fue mi testigo. Papa Jean: lo costó 5 horas, pero finalmente me encontró, miserable y salvaje en el suelo, y con calma evaluó mi pierna rota. Me dijo lo que tenía que hacer. Mordí un palo. Me aferré a Maud y Papá Jean, con certeza, comenzó a manipular y ajustar mis huesos rotos de vuelta a algo así como una posición en la que podría ser transportada, mientras yo gritaba y me retorcía. Cómo lo hizo tan metódicamente mientras yo me comportaba como un animal está más allá de mi comprensión. Él me salvó. ¡Y tuvo que hacerlo dos veces!".
La actriz de 'Doble Traición' y más recientemente 'Twin Peaks', habló también a través de un directo en Instagram con el columnista Nicholas Kristof del New York Times, donde quiso hacer hincapié en el privilegio de poder acceder a la atención médica, un lujo que no tendrían la mayoría de los que viven en esa población: "La diferencia entre una persona congoleña y yo es el seguro contra desastres que me permitió, 55 horas después de mi accidente, llegar a una mesa de operaciones en Sudáfrica", dijo, y señaló también que muchas aldeas en el Congo no solo carecen de electricidad, sino de equipos médicos como analgésicos. Otra persona habría perdido la pierna y potencialmente la vida.
Un rescate de película
"Seis hombres me llevaron con cuidado a la hamaca con el menor movimiento posible y luego caminaron durante 3 horas por un terreno accidentado para sacarme de allí. Son héroes. Didier y Maradona: Didier conducía la moto. Me senté mirando hacia atrás, su espalda fue mi respaldo. Cuando comenzaba a hundirme, a desmayarme, él me llamaba para restablecer mi posición y apoyarme en él. Maradona iba en la parte trasera de la moto, lo tenía de frente. Sostuvo mi pierna rota por debajo del talón y yo sostuve la parte superior con mis dos manos. Juntos hicimos esto durante 6 horas en un camino de tierra irregular, lleno de baches y hendiduras que tiene barrancos por los que se escurre el agua durante la temporada de lluvias. Maradona fue la única persona que se ofreció como voluntario para esta tarea. Tenemos una buena amistad, discutimos los pros y los contras de la poligamia y la monogamia. ¡Aquí les enseño dos fotos, una con su sombrero y otra con el mío, que a él tanto le gusta! ¡Y las mujeres! Mis hermanas que me abrazaron y me bendijeron", termina de contar en la publicación fija.
Como os contábamos al principio, Judd se encuentra en el Congo como parte de un grupo de investigación que estudia a esta especie de simios, también llamado chimpancé pigmeo, "Los bonobos importan", decía al periodista, "Y también lo hacen las personas que se encuentran en este bosque ancestral y los otros 25.600.000 congoleños que necesitan asistencia humanitaria".
