¡Cuidado! Este artículo contiene spoilers
Desde el inicio de la novena temporada de 'Shameless' sabíamos que sería la última de Fiona Gallagher, el personaje al que da vida la actriz Emmy Rossum, quien ya afirmó hace unos meses que abandonaría la exitosa producción de Showtime. Ahora, tras el capítulo final de la temporada, ha llegado el momento de dar el adiós definitivo a quien fuera una de sus protagonistas más queridas durante siete años.
En 'Found', el episodio emitido este 10 de marzo en Estados Unidos (y que se emitirá en Movistar+ el 17 de marzo), hemos podido ver a Fiona saliendo del viaje de autodestrucción que había recorrido a lo largo de la temporada debido a sus problemas financieros y personales para iniciar un viaje real que dará un giro a su vida. Tras acudir a la cárcel para reencontrarse con Ian (Cameron Monaghan, quien también se marcha esta temporada), Fiona vuelve por última vez al vecindario y se despide de sus hermanos Debbie y Lip, y de su problemático padre, Frank. Después, la matriarca de la familia Gallagher se monta en un avión rumbo al sur, concretamente a "algún punto cerca del Ecuador, estoy harta de los inviernos".
'Shameless' continúa sin su alma
Queda preguntarse cómo continuará 'Shameless', una ficción cuyo peso dramático, pese a contar con un reparto coral, recaía mayormente en el personaje de Fiona, nexo indiscutible de la familia Gallagher. No serán las últimas noticias que tengamos de ella, pues John Wells, showrunner de la serie, ha afirmado a Deadline que en la próxima temporada conoceremos el destino de la exprotagonista, tal vez mediante una llamada telefónica o incluso mediante una aparición puntual.
Wells ha comentado que la décima temporada continuará en un tono similar, es decir, ejerciendo una irónica crítica de las desigualdades en la sociedad norteamericana: "Como escritor, siempre hay más historia. El mundo continúa cambiando, hay mucho que satirizar y sobre lo que hablar. Nos gusta fingir que en EE.UU. no hay sistema de clases y que somos una verdadera meritocracia. Y no es cierto, lo que nos da mucho material con el trabajar, no solo con vidas individuales de los personajes, sino con el mundo que tienen que habitar". Pronto sabremos si los fans opinan lo mismo, y la serie continúa teniendo la misma acogida pese a haber perdido a su personaje estrella.
7 razones por las que engancharte a 'Shameless (US)'
Frank Gallagher
Un maravilloso William H. Macy da vida a la figura paterna más desastrosa de la historia de la televisión. Frank Gallagher no puede pasar ni siquiera la mañana sin su pinta y su chupito de JB, su lugar favorito en el mundo es El Alibi, bar de perdedores del barrio, y si le mencionas a sus hijos no se acuerda de todos sus nombres. Borracho y egoísta, no le importa mentir, estafar al gobierno, apostarse un hijo, vender su cuerpo, transportar droga o aprovecharse de moribundos con tal de conseguir dinero o bebida.
Frank aporta los momentos más divertidos de cada capítulo así como los discursos más memorables, y H. Macy es capaz de reflejar de manera tan formidable ese desastroso y alcoholizado existir que a menudo nos olvidamos de que estamos viendo una ficción televisiva y pensamos que estamos sentados junto a un pobre borracho que no para de gritar ¡"otro whiskey doble"!
El continuo fluir de problemas y sorpresas
En Shameless todo es posible, todo. Desde el capítulo uno se van sucediendo momentos tan extravagantes y políticamente incorrectos que, si bien al principio nos dejan con la boca abierta, nos hacen reír y cabecear con el paso de las temporadas según vemos crecer a esta familia.
Los embarazos adolescentes, el fetichismo anal de una agorafóbica, la prostitución con moribundos, los triángulos sexuales con madres e hijas, los trasplantes de órganos ilegales, los bebés asiáticos con síndrome de Down, los tiroteos caseros, el cáncer o fisura ósea como chantaje y los encarcelamientos de menores son solo algunas de las cosas que podemos encontrar en esta dramedia, capaz de mantener el ritmo y el interés del espectador prácticamente en cada segundo.
La relación entre los hermanos
Fiona (Emmy Rossum), responsable de cinco chicos a la fuerza y amante del caos; Lip (Jeremy Allen White), inteligente y hábil conquistador; Ian (Cameron Monaghan), sensible y víctima de su condición sexual y mental; Debbie (Emma Kenney), adolescente sobre-hormonal demasiado adelantada para su edad; Carl (Ethan Kutkosky), delincuente amante de la violencia, y el pequeño Liam, que seguro que pronto empieza a liarla.
Todos ellos forman un tandem maravilloso, un sexteto que unas veces funciona y otras no, pero que siempre consigue reencontrarse a sí mismo. Crecer solos no es nada fácil, hubo y habrá muchos problemas entre ellos, pero, como ellos siempre dicen, "Un Gallagher es un Gallagher". Por la familia, todo.
Los maravillosos vecinos
'Shameless (US)' no sería lo mismo sin Kevin (Steve Howey) y Verónica (Shanola Hampton), los vecinos divertidos y ocurrentes que siempre están al pie del cañón para echar una mano (o ayudar a cagarla más) con lo que sea. La enamoradísima y cañera pareja interracial ha tenido sus idas y venidas durante toda la serie, pero siempre ha sido un apoyo principal para la familia protagonista.
Es más, son muchas las veces en las que sus subtramas salvan capítulos. Su humor, su desapego, su estilo de vida, el que aparezcan terceras personas, el 'holy shit!' de Kevin que ya es un hito, sus mutuos esfuerzos por no liarla que nunca dan su fruto... La cosa se enreda más cuando entra en escena Svetlana (Isidora Goresther), una prostituta rusa que deja perplejos a todos con su ruda inteligencia superior.
Lo agridulce de sus capítulos
En 'Shameless (US)' se pasa mal. Y nosotros lo pasamos mal. Cuántas veces habremos visto a la bella Fiona llorar, maravillosamente interpretada por Rossum. De impotencia, rabia, desamor, amor, dolor. Sus hermanos no se quedan atrás, para ninguno de ellos la vida es fácil, y ese dolor suyo traspasa la pantalla y llega de forma muy limpia al espectador. Incluso Frank, cuando le toca, sufre.
Sin embargo, la serie también tiene su cara totalmente opuesta. Son muchos los giros divertidos y ocurrentes los que los guionistas introducen para, en el momento justo, arrancarnos una sonrisa o una carcajada, aunque justo un minuto antes estuviéramos lamentándonos. Al final, aunque haya mucha desgracia, los Gallaghers siempre acaban sonriendo. Como la vida misma.
Su cultura y adoctrinamiento
Puede parecer paradójico, pero en medio de ese caos, desorden e incorrección que es 'Shameless (US)', se encuentra toda una enseñanza que, como buen producto cultural que es la serie, el espectador puede integrar e incorporar a su día día. No bromeo. ¿Qué otra cosa más que la amistad, el amor fraternal, la lealtad, la lucha, la superación y el creer en uno mismo nos enseña esta ficción?
Sí, también nos enseña cómo no hay que cagarla. Los efectos de las drogas duras, los embarazos a destiempo, la violencia y todas las locuras que hemos podido presenciar a lo largo de seis temporadas no son nada recomendables, pero nos han servido para observar la realidad de muchas personas en todo el mundo. Una vez hemos conocido todo esto, quizás en algún momento estemos a tiempo antes de tomar una decisión.
Su estilo "Boyhoodiano"
'Shameless (US)' comenzó a rodarse en 2010, y es increíble lo que han crecido sus protagonistas (especialmente los más pequeños) desde entonces. El que una serie sea tan larga y rodada a tiempo real, sumado a que sus protagonistas sean niños que van creciendo, recuerda a 'Boyhood', esa película rodada en 12 años con los mismos actores que cambió las reglas de la cinematografía. Le cojas más o menos cariño a un personaje, es imposible desear que lo interprete otro actor (esperemos que no pase).
Hemos seguido de cerca la vida de cada Gallagher: su primera vez en el instituto o universidad, su primera relación sexual, su primer amor, su primer trabajo, su primer contacto con las drogas, sus primeras dudas y frustraciones, su primera pelea... De alguno, hasta su primer paso o palabra. Además, parece que tenemos Gallaghers para rato, ya que son 11 las temporadas que tuvo su predecesora británica. Si aún nos quedan cuatro años de esta maravilla de serie, ¡disfrutemos de ello!