¡Cuidado SPOILERS!
*No sigas leyendo si no quieres saber algunos detalles de 'Friends: The Reunion'.
La reunión de 'Friends' empieza con los seis protagonistas de la serie llegando al plató, o más bien una réplica reconstruida para la ocasión, 17 años después del final. Es, según nos indican unos rótulos iniciales, la segunda vez en todo este tiempo que los amigos más famosos del mundo se reúnen en público, todos juntos. No solo es un evento televisivo, y muy consciente de ello, sino que, imprevisiblemente, sirve como una catarsis de todo lo que ha ocurrido en el último año y medio: rodeados de un público que lleva mascarillas, Rachel, Ross, Monica, Chandler, Joey y Phoebe se juntan después de casi dos décadas para atestiguar que, después de todo, el mundo sigue en pie.
Y que, de hecho, ha seguido rodando. Jennifer Aniston, Courteney Cox, Lisa Kudrow, Matt LeBlanc, David Schwimmer y Matthew Perry (lista por orden alfabético, porque no hay jerarquía posible entre ellos) reaparecen en los lugares donde vivieron durante 10 años y lo primero que vemos, cómo no, es que los años han pasado sobre ellos. Las mujeres están en mejor forma que los hombres, con todo lo que eso quiere decir de Hollywood y sus actrices, y es verdad que los que interpretaron a Chandler y Joey están especialmente cascados, sus siluetas diferentes, sus caras llenas de arrugas. Pero da igual: a lo largo de la hora y tres cuartos que dura 'Friends: The Reunion' (en HBO España el jueves 27 de mayo) podemos ver el contraste entre estas seis personas en 2004, cuando acabaron una serie de fama mundial en el punto más álgido de sus vidas, y cómo están ahora. Puede parecer una observación superficial pero es precisamente lo que convierte este programa, que a veces parece más el extra de un DVD que otra cosa, en un espectáculo tan emocionante.
Hay varias líneas narrativas en este especial, algo deslavazadas entre ellas y no todas funcionan por igual. Por una parte hay una entrevista conducida por James Corden, con la icónica fuente de la cabecera de fondo y los seis actores sentados sobre el clásico sofá. Esta es quizá la sección menos orgánica de la reunión, con preguntas claramente preparadas y la participación "sorpresa" de distintas personas del equipo. Entre ellos, los creadores, Kevin Bright, Marta Kauffman y David Crane, que cuentan cómo nació la sit-com: con una propuesta tan sencilla como "Es una serie sobre ese momento en tu vida en el que tus amigos son tu familia".
Es probable que en esa sencillez radicara el éxito de 'Friends'. También en el hecho de que encontraran, con mucha suerte, al reparto perfecto. Es especialmente interesante el segmento en el que el trío de creadores cuentan cómo llegó cada uno de los seis protagonistas a la serie. Primero llegó Schwimmer, que estaba haciendo mucho teatro por aquel entonces. Después el marido de Crane, que estaba trabajando en la serie 'Entrenador', le propuso a una tal Lisa Kudrow para el papel de Phoebe, para el que tanto estaba costando encontrar la actriz adecuada. En tercer lugar llegó Matt LeBlanc, que no tenía mucha experiencia pero sí un book de fotos espectacular. Estuvieron a punto de elegir a otro actor, Preston James Hillier, pero se quedó a las puertas; por suerte pudo participar en la serie como el "clon de Joey" en el episodio del Unagi.
Courteney Cox hizo el casting para el papel de Rachel, pero ella misma dijo que se veía más como a una Monica. Y Matthew Perry y Jennifer Aniston llegaron los últimos, ambos desde otras series. Él había participado en el piloto de una sit-com futurista, 'L.A.X. 2194', pero un ejecutivo de Warner Bros. con muy buen ojo les dijo a los creadores de 'Friends' que se lo llevaran a su serie, que (irónicamente) tenía más futuro. Aniston sí tuvo que compaginar su trabajo como Rachel con otra sit-com de la CBS, 'Muddling Through', durante meses. Por suerte para ella, y para todos nosotros, esta fue cancelada pronto.
Como estas, hay otras muchas curiosidades y anécdotas sobre la grabación de la serie: cómo nació la risa de Janice; el momento en el que los guionistas decidieron que la relación entre Chandler y Monica iba en serio gracias a la reacción del público en directo; ver cómo los guionistas improvisaban nuevos chistes durante la grabación si el público no reía lo suficiente; o cuánto odiaba David Schwimmer al mono Marcel ("¡No hacía bien su trabajo!").
En general 'Friends: The Reunion' es un reportaje emotivo y entretenido, aunque seamos honestos: si fuera simplemente un recopilatorio de las mejores escenas (que de eso también hay) ya sería tremendamente entretenido. Pero le sobran los testimonios de famosos que no tienen mucho que ver con la serie y todo un segmento de personas anónimas hablando de lo importante que fue la sit-com para ellos. Lo sabemos, por eso estamos viendo esta reunión.
Detrás de las risas
Lo que es peor: hay oportunidades perdidas que no se han querido aprovechar en pos de un tono generalmente positivo y blanco. El momento más interesante es cuando Matthew Perry, quien tuvo problemas de adicción y salud mental durante y después de la grabación de la serie, confiesa lo mal que lo pasaba si no conseguía las risas del público: "Creía que me iba a morir, sudaba, me entraban convulsiones". Ese es el documental que queremos ver, el de detrás de las risas.
Cuando hablan sobre el final de la serie, y sobre la posibilidad de que haya algún regreso en forma de episodio especial, película, o nueva temporada, los guionistas vuelven a explicar por qué se oponen tajantemente. "Era importante que todo el mundo acabara en un buen lugar", explica Kevin Bright. "Tendrían que deshacer todo eso para que hubiera historia si la serie volviera", dice Lisa Kudrow. Y en ese momento queda claro que eso sería mucho más interesante: un episodio en el que se nos mostrase que Monica y Chandler no siguen juntos, Joey ha muerto de un infarto y Phoebe vive en la calle. Eso sería un riesgo y quizá nos rompería el corazón... pero entonces, claro, no sería 'Friends'.
Aun así hay una verdad dolorosa que no han podido ocultar ni los focos, ni el montaje, ni un guion algo constreñido y calculado. Y es ese contraste, ese antes y ahora que nos subraya 'Friends: The Reunion'. Sus cuerpos han cambiado y sus caras han sucumbido a las arrugas o a los bisturíes; esta es la reunión de seis personas que, cuando se separaron, tenían toda la vida por delante... y ahora saben que en realidad dejaban el mejor tiempo de sus vidas atrás. Quizá es la última lección que 'Friends' tenía guardada para nosotros: el tiempo pasa para todos, de forma trágica e inevitable.
Pero lo más emocionante de la reunión de 'Friends' es ver a los seis actores juntos, rememorando su paso por ella. Sobre todo porque se ve una emoción genuina: Matt LeBlanc limpiándole las lágrimas a Courteney Cox mientas recuerdan una anécdota, David Schwimmer contando batallitas entre las cámaras, todos riéndose de los chistes de los demás o viendo tomas falsas. Cuando se reencuentran y se empiezan a abrazar los unos a los otros, uno se acuerda por un momento del final de otra conocida serie: 'Perdidos'. Como los de la isla, estos seis amigos no estaban muertos, estaban juntos en el cielo (el cielo, entendedme, es nuestra memoria).
Es evidente que el cariño que se tenían se mantiene intacto. O eso, o son unos actores magníficos. Porque lo más raro de esta reunión es verlos haciendo lecturas de guion de momentos icónicos, reinterpretando algunas escenas, moviéndose por los escenarios donde no fueron Jennifer, Courteney, Lisa, Matt, David y Matthew, sino Rachel, Monica, Phoebe, Joey, Ross y Chandler. Están interpretando de nuevo, medio metidos en sus personajes pero siendo, en teoría, ellos mismos. Es la reunión de seis amigos, pero también la de seis actores que se están haciendo de oro con cada minuto de ella. ¿Cuánto hay de verdad y cuánto hay de teatro? Nunca lo sabremos. Y esa es la magia de 'Friends': a estas alturas, después de decenas de revisionados, todo nos parece real. Qué más da, el mundo sigue en pie y nuestros amigos siguen a nuestro lado.
