El nombre de la ciudad que vio crecer a Donald Glover tuvo una merecida resonancia en la 74ª edición de los Globos de Oro. A sus 33 años, el artista estadounidense está viviendo la etapa más trascendental de su carrera, por el momento. Con 'Atlanta' ha recibido por partida doble el reconocimiento de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood, como actor y creador. La ficción de FX ha mantenido ese título desde que en verano de 2013 Glover se comprometiera a desarrollar una comedia para la cadena de cable, y, tras producirse su estreno el septiembre pasado, no cabe duda de que su transversal ambición ha disipado la presión de representar a la ciudad que le ha forjado.
Glover afirmó que quería firmar su particular 'Twin Peaks', algo que ha tratado de hacer huyendo de las convenciones televisivas. Vivimos en la época de la glotonería, o binge-watching, en lo que al consumo de series se refiere. Cada capítulo sucede al anterior con unos segundos de margen, engullendo temporadas sin darnos cuenta. El típico gancho que se emplea al final de cada episodio, como un cebo para atraparnos, hace su efecto. En cambio, los creadores de 'Atlanta' han rechazado la extrema linealidad temporal que caracteriza a la gran mayoría de ficciones televisivas. Cada uno de los diez capítulos supone una aventura diferente para sus personajes, cambiando siempre el foco de atención. De hecho, ninguno de los protagonistas aparece en todos los episodios de esta primera temporada, remarcando así la democracia narrativa que ha querido asentar Glover. Las elipsis entre los episodios no los hacen inconexos, pero sí independientes de un objetivo general que se tenga que alcanzar obligatoriamente al final de la temporada, como ya hiciera Aziz Ansari con 'Master of None'.
El personaje que tiene mayor peso es Earn (Glover), un joven frustrado por su mediocre trabajo que trata de convencer a su primo, el rapero Paper Boi (Brian Tyree Henry), de que haría un buen trabajo como su manager. Los otros dos personajes vitales son Darius (Keith Stanfield), amigo de Paper Boi, y Van (Zazie Beetz), exnovia de Earn y madre de su hija Lotti. La esencia de Atlanta cohesiona a esos personajes, que se enfrentarán individual o colectivamente a situaciones frecuentemente incómodas. La prominente fama del rapero es el rayo de esperanza que permite a Earn pensar que puede triunfar por primera vez. Estamos por lo tanto ante un fracasado, cuyo deseo más evidente no es hacerse famoso, sino llevar una vida estable que le permita cuidar de su hija. El estilo humorístico de Glover y su equipo marca la diferencia, ya que años luz separan a 'Atlanta' del tipo de comedia más accesible al que acostumbran las sitcoms. Desde el primer episodio se plantea un acercamiento a la comedia más realista, sin perder de vista situaciones algo oníricas y, sobre todo, reflexivas, como la conversación sobre el sándwich en el autobús.
Lo que esconde el rap
Por encima de todo nos encontramos con una serie acerca de la comunidad negra estadounidense elaborada por un equipo íntegramente negro. Hay drogas, rap, traficantes, armas... pero incluidas de una forma natural, y no con el cartel de neón con el que siempre cargan los estereotipos más dañinos. Lo que realmente tiene importancia son los temas que se tratan en cada episodio: la transexualidad, la paternidad y la maternidad, el abuso de las autoridades, el racismo, los prejuicios irrevocables, la cultura de la apariencia que se impone sobre la de la naturalidad, la hipocresía que reside en la extrema sensibilidad hacia ciertos temas, la condescendencia de los blancos que analizan a los negros a través del prisma de la moralidad superior y pretenciosamente extensible... Basándose en su propia experiencia, Glover crea humanos, no clichés andantes. Pero, a pesar de abordar esos temas tan relevantes, los capítulos de alrededor de 21 minutos tampoco caen en una intensidad que les reste credibilidad, sino que mantienen un entretenimiento hipnótico, en el que subyace una valiosa invitación a la reflexión.
Si hablamos de capítulos concretos, hay que destacar uno por encima del resto. El séptimo episodio, titulado 'B.A.N.', es la joya de la corona de la serie. Paper Boi asiste a un programa de tertulias de una televisión "Negra Americana", donde se verá enfrentado con una especialista (blanca) en temas de transfobia y rechazo de identidades concretas. Al rapero se le echan en cara sus comentarios relativos a Caitlyn Jenner y su actitud irrespetuosa con otro invitado del programa. En una situación sin precedentes, Paper Boi consigue que la otra tertuliana esté de acuerdo con él, algo insólito en este tipo de programas en los que priman el grito sobre la razón. Otro aspecto destacable es la inclusión de un reportaje que alude a un adolescente negro que confiesa sentirse hombre blanco de 35 años, en la que se convierte en la secuencia más desternillante de la serie, con una carga satírica brutal acerca de la falta de identidad que genera la exclusión social. Además, en las pausas publicitarias del programa ficticio se introducen spots de diversos productos, entre los que destaca el anuncio de los cereales Coconut Crunch-o's, sobre el que es mejor no revelar nada para que impacte como pretende.
Con aquel episodio y el que le precede, centrado totalmente en el personaje de Van, Donald Glover debuta como director. Una declaración de intenciones acerca de las inquietudes que ya había plasmado sobre el papel de los guiones, y que con la cámara expresa con la misma potencia y habilidad. Por lo tanto, Glover no solo ha creado la serie y la protagoniza, sino que ha sido guionista, director y productor de la misma, lo cual le acerca a una autoría más habitual en el mundo cinematográfico. Pero no se puede reducir el mérito de moldear la enriquecedora experiencia que supone ver 'Atlanta' tan solo a Glover, ya que ha estado bien acompañado durante los tres años de desarrollo de la serie. Sus colaboradores más evidentes son el director Hiro Murai y el guionista Steven Glover. Murai ha dirigido siete de los diez episodios y su hermano ha firmado cuatro capítulos (incluido el cierre de la temporada). Ambas son colaboraciones que denotan la creatividad coral que ha convertido a 'Atlanta' en la serie de la que estamos hablando.
Obra maestra grupal
Para profundizar en esas relaciones profesionales de Donald Glover, hay que recordar su destacada faceta como rapero bajo el nombre artístico de Childish Gambino. Hiro Murai dirigió 'Clapping for the Wrong Reasons' el desconcertante mediometraje que ejercía de preludio del segundo disco de estudio de Glover, 'Because the Internet'. Además, Murai plasmó su estilo en cuatro videoclips de Gambino. Todos esos trabajos son los precedentes de 'Atlanta', donde se va confeccionando el estilo visual de la serie. En cuanto a su hermano, también rapero, es necesario indicar que forma parte del colectivo artístico Royalty, creado alrededor de Donald Glover, como señala GQ. Ese grupo ha influido en la carrera de todos sus componentes y ha sido la base de la esencia argumental de la serie. Las situaciones reflejadas en la serie emanan en parte de las experiencias vitales de estos artistas, recolectadas a través del debate creativo por Donald Glover. El creador no se encierra, sino que comparte y está abierto a recibir la realidad de los demás.
La segunda temporada se encuentra ya en marcha, aunque tendrá que ser concebida durante los escasos descansos con los que contará Glover este año. En los próximos meses estrenará 'Spider-Man: Homecoming', rodará el segundo spin-off de 'Star Wars' y se sumergirá en la gira de su nuevo disco. Una abrumadora agenda que guarda relación con su 2016 para el recuerdo. Año en el que creó uno de los espectáculos musicales más innovadores con 'Pharos'; publicó su adictivo tercer álbum, 'Awaken, My Love!'; y, por encima de todo, mostró al mundo 'Atlanta', serie que ya debe formar parte de la leyenda de su ciudad, al igual que en cada episodio su título se integra en las paredes y suelos de la metrópilis de Georgia. Desde su inquietante arranque hasta su agridulce final, su primera temporada ha sido uno de los debuts más destacados y relevantes que han encontrado refugio en la televisión. Donald Glover se ha consolidado como creador audiovisual con una voz y una mirada tan únicas como imprescindibles para comprender el heterogéneo mundo que compartimos con los demás.
'Atlanta' llegó a España de la mano de FOX, y hasta el 20 de enero la podéis disfrutar en Yomvi.