Una de las historias más trágicas de este doloroso año ha sido la muerte de Naya Rivera, ahogada por accidente en un lago al que había ido de excursión con su hijo Joey, de cuatro años. La actriz de 'Glee' desapareció el 9 de julio en el lago Piru al sur de California, y tras una búsqueda de cuatro días la policía encontró su cuerpo dentro del agua, confirmando que había muerto por ahogamiento a los 33 años.
Ahora se desvela un nuevo desgarrador detalle, descrito en la autopsia que se ha hecho pública a los medios estadounidenses. Según el documento, el pequeño vio a su madre alzar el brazo al aire y gritar "Ayuda". "La fallecida desapareció entonces bajo el agua", continúa el texto.
Entre las condiciones de salud de Rivera se mencionan vértigo y una infección de seno reciente, pero ni estas ni una pequeña cantidad de anfetaminas en su cuerpo, tomadas por indicación médica, habrían jugado un papel en su ahogamiento. Otros resultados de toxicología determinan que había tomado recientemente pequeñas cantidades de diazepam y fentermina, un supresor del apetito.
Luchó por su hijo
El lago Piru es conocido por sus fuertes corrientes y por ser un lugar en el que ya han ocurrido desgracias en el pasado. Habrían sido estas corrientes las que jugaron una mala pasada a Naya Rivera, pero al menos la actriz luchó para salvar la vida de su hijo. Según el testimonio de la policía, Rivera "reunió suficiente energía" para sacar a su hijo del agua, empujarlo a la cubierta del bote que habían alquilado y entonces se habría ahogado.
El fallecimiento de Naya Rivera se une a una triste lista de actores de 'Glee' que se han ido en los últimos años, tras la sobredosis de Cory Monteith y el suicidio de Mark Salling.
