Allá por 2004, nada podía hacer sospechar que una película como 'Chicas malas' se convertiría en un símbolo para toda una generación, con presencia constante en redes sociales casi 20 años más tarde y una vida comercial extendida gracias a su adaptación musical. Pero claro, es que la película, escrita por Tina Fey y protagonizada por Lindsay Lohan, es así de buena, y sus creadores han sabido sacarle partido a su influencia cultural a lo largo de los años.
Dejando a un lado la secuela para televisión que se realizó sin el reparto original, Fey ha encontrado la mejor manera de expandir la vida de 'Chicas malas', y ha sido sobre el escenario, convirtiéndola en musical de Broadway. Desde su estreno en 2017, la adaptación teatral ha sido todo un éxito y Paramount ya prepara su versión en forma de película (sí, habéis leído bien, la película basada en el musical basado en la película). Ahora, ante el éxito de 'Chicas malas' como marca, la autora del libro en el que se basa, Rosalind Wiseman, se queja de que ni Fey ni la compañía detrás le han compensado económicamente por el éxito continuado de la lucrativa propiedad.
En 2002, Wiseman vendió los derechos de su libro de no ficción 'Queen Bees and Wannabes' para su adaptación cinematográfica, recibiendo por ello 400.000 dólares. El contrato incluía la cesión de derechos para cualquier obra derivada, como secuelas, series de televisión o musicales, pero también una cláusula que le daba derecho a beneficios extra dependiendo de la taquilla. Sin embargo, según ella, el estudio le ha insistido en que la película no obtuvo beneficio neto y los costes adicionales hicieron que no hubiera ganancias que compartir con ella.
Wiseman no quedó contenta con la explicación de Paramount y cree que merece más compensación económica, ya que su trabajo "ha cambiado nuestra cultura actual", según ha declarado a The New York Post. La autora reconoce que su contrato era "horrible", pero se queja de que a Paramount ni se le ha pasado por la cabeza pagarle por "reciclar" su trabajo una y otra vez, y señala directamente a Fey por su "hipocresía": "A lo largo de los años, Tina ha hablado muy elocuentemente sobre las mujeres apoyando a otras mujeres, pero cada vez me queda más claro que, en mi experiencia personal, eso no es lo que va a pasar conmigo".
En cuanto al musical de Broadway, nominado a 11 premios Tony en 2018, Wiseman asegura que un productor teatral le propuso adaptar el libro a los escenarios "hace décadas", pero Paramount y Fey lo impidieron, argumentando que los derechos eran suyos. "Lo más duro es que pusieron mi nombre en el programa", dice Wiseman. "Y Tina decía en sus entrevistas que yo fui la inspiración y la fuente, pero no hubo pago". Por todo esto, la autora está considerando emprender acciones legales, que conllevarían una posible auditoría a Paramount para comprobar si dice la verdad y, efectivamente, la película no recaudó lo suficiente como para darle la paga extra que estipulaba su contrato.
Según ha declarado la representación legal de Wiseman a Entertainment Weekly, "es una auténtica vergüenza que una compañía con los recursos de Paramount llegue al extremo que ha llegado para negar a la Srta. Wiseman lo que le corresponde justamente por haber creado la que se ha convertido en una de las franquicias de entretenimiento más icónicas de los últimos años". Y añade: "Mi cliente está considerando todas sus opciones, incluido el litigio".
'Mean Girls: The Musical' en Paramount+
En 2020, Fey anunció la adaptación del musical de 'Chicas malas' en forma de largometraje con los productores del espectáculo teatral. Ella y Tim Meadows retomarán sus papeles como los profesores del instituto donde transcurre la historia, con Angourie Rice, Renée Rapp, Auli'i Cravalho, Avantika Vandanapu, Christopher Briney, Bebe Wood, Jaquel Spivey y Jenna Fischer en el reparto de la película, que se estrenará en Paramount+.
Wiseman asegura que, en esta ocasión, Fey tampoco contactó con ella para informarle del proyecto, y explica por qué se ha tomado su tiempo para pronunciarse públicamente al respecto:
"Por muchas razones, no quise hablar del tema durante un tiempo, y una de ellas es porque me centré demasiado en no quejarme o hablar mal de Tina. Creo férreamente que, cuando estás en una posición de poder y privilegio, tienes la responsabilidad de compartir eso para crear equidad".
