Un importante hito de Hollywood acaba de cumplirse, aunque hace tiempo que se veía venir. Tras dirigir 'Selma', la cineasta Ava DuVernay ('Middle of Nowhere') se ha convertido en un peso pesado de la demanda, mostrando interés en una variedad de proyectos tan diversos como 'Pantera Negra' o una historia de ciencia ficción ideada por Colin Trevorrow ('Jurassic World'). Finalmente aterrizó en la adaptación de 'Una arruga en el tiempo' que va a llevar a cabo Disney, y como la película continúa en pre-producción, hemos conocido que marca un antes y un después en la historia: DuVernay se ha convertido en la primera mujer afroamericana de la historia que dirigirá una película con un presupuesto superior a los 100 millones de dólares.
La adaptación de la novela de Madeline L'Engle, escrita por Jennifer Lee ('Frozen: El reino del hielo') y protagonizada por Oprah Winfrey ('El mayordomo'), recibió hace poco un incentivo fiscal para filmar en California, y en la presentación llegó la revelación de que el presupuesto para la película de fantasía excedía los 100 millones.
La bloguera creadora de Women and Hollywood, Melissa Silverstein, hizo el descubrimiento, que es algo sorprendente pero tampoco tanto. Las mujeres son una minoría en el mundo cinematográfico, y aquellas que tienen la oportunidad de dirigir rara vez se tienen en cuenta para las grandes inversiones de los estudios. De hecho, sólo dos mujeres han dirigido alguna película de ficción con un presupuesto de más de 100 millones. Kathryn Bigelow fue la primera con el thriller 'K-19: The Widowmaker', mientras que Patty Jenkins hará lo propio con la película de 'Wonder Woman', que se estrenará a mediados de 2017.
DuVernay publicó en su cuenta de Twitter un agradecimiento a Disney por haberle brindado esta oportunidad, y además expresó su consternación por que haya tardado tiempo en romperse esta barrera, ya que, según sus propias palabras, no es la primera mujer capacitada para hacerlo. Sus declaraciones al respecto deberían servir para que nos demos cuenta de que las mujeres también pueden (y deben) dirigir superproducciones.
