Las secuelas de 'Avatar' van viendo en popa, pero queda mucho camino por recorrer, así que para mantener vivas las expectativas uno de sus productores, Jon Landau, ha compartido en su cuenta de Instagram nuevas imágenes desde el set de rodaje, donde el equipo trabaja capturando los movimientos de caballos, sus jinetes y un niño/a con trajes especiales. Aunque la fotos sean bastante singulares, tras el proceso de postproducción los caballos se convertirán en Direhorses, animales nativos de Pandora con un cuello largo y cabeza pequeña que se asemeja en tamaño a un elefante terrícola. Según el canon, en estado salvaje se mueven en manadas y se alimentan de cortezas de árboles y arbustos. Los Na'vi los usan de transporte y los emplean en la caza y la batalla. Para montar a un Direhorse, los Na'vi conectan su cola a las antenas logrando una conexión llamada Tsaheylu con la que pueden comunicarse mentalmente sin tener que dar las órdenes en voz alta.
"En las secuelas de Avatar, usamos la captura de movimiento para cosas grandes y pequeñas".
Aunque tras su estreno en 2009 'Avatar' se convirtió en la película más taquillera de la historia (revalidando este año la victoria), no veremos su primera secuela, 'Avatar 2', hasta, con suerte, 2022, es decir trece años después. Tras esto llegarán otras tres secuelas en 2024, 2026 y 2028, cuando presuntamente terminaremos con las aventuras en Pandora. Todas ellas pretenden empujar los límites de la tecnología un poco más lejos y sorprendernos más y más con lo que el cine ahora puede lograr, incluyendo captura de movimiento submarina de última generación para llevarnos hasta el mundo acuático del planeta.
Menuda intensidad
En ese mundo submarino conoceremos al personaje de Kate Winslet, Ronal, miembro del clan Metkayina que viven en los arrecifes de los océanos. Winslet, que ha tenido que echarle mucha imaginación a su interpretación en la película debido a la enorme cantidad de pantallas verdes y efectos especiales que conlleva, describe experiencia como "Drinking The Kool-Aid", una expresión que se utiliza para referirse a una persona que cree en una idea que posiblemente está condenada al fracaso o es peligrosa debido a las potenciales recompensas. La frase a menudo tiene una connotación negativa, pero ha evolucionado hasta significar una dedicación extrema a una causa un propósito, tan intensamente que parece que merece la pena morir por ella: "Lo maravilloso de Avatar es que, por supuesto toca temas grandes y globales que tienen que ver con la deforestación y lo que le estamos haciendo a nuestro planeta. Y eso es lo que se quedó resonando en mí justo después de ver la primera entrega. Volver a trabajar con James Cameron fue una experiencia increíble. El mundo de Pandora que han creado y todos los que forman parte de él, entrar en ese espacio y unir fuerzas con ese equipo creativo es un poco como «beber kool-aid». Te ves diciendo: «No estoy segura de si ese espíritu Na'vi realmente les permitiría juzgar a una persona en el camino». Como, wow, me está pasando algo", explicó la actriz en una entrevista para el programa Lorraine de ITV, que claramente se ha metido a fondo en su papel.