Con tres horas y diez minutos, 'Avatar: El sentido del agua' supera por media hora la extensión de la primera entrega y con creces lo habitual en la mayoría de películas. A pesar de tratarse de una duración bastante más prolongada a lo normal en un largometraje, James Cameron, mente al mando detrás del proyecto, ha revelado en distintas ocasiones que 'Avatar 2' contaba originalmente con más escenas que decidió eliminar, algunas de ellas por motivos de desarrollo de la historia y otras por su propia ética, como es el caso más reciente que ha explicado.
Tanto en la primera película como en la secuela hemos visto que en Pandora, además de Na'vis e increíbles criaturas, hay tiempo para los humanos, que normalmente traen consigo destrucción, guerra y armas, esto último causando cierta preocupación en Cameron. Según ha revelado en una entrevista con Esquire Middle East, el director cortó algunas de estas escenas con violencia y acción porque no quería idealizar las armas ni hacer de ellas un fetiche: "Corté unos 10 minutos de la película centrada en la acción con disparos. Tiene que haber conflicto, por supuesto. Violencia y acción son lo mismo según cómo se mire, este es el dilema de todo cineasta de acción y yo soy conocido por ello. Miro algunas películas que he hecho y no sé si querría hacer esa película ahora. No sé si me gustaría convertir en un fetiche un arma en nuestro mundo actual como hice en un par de películas de 'Terminator' hace más de 30 años. Lo que está pasando con las armas en nuestra sociedad me revuelve el estómago. Estoy feliz de vivir en Nueva Zelanda, lugar donde prohibieron todos los rifles de asalto dos semanas después del horrible tiroteo en una mezquita hace un par de años".
No debe de ser una tarea fácil decidir qué partes de una película eliminar, pues todo se ha grabado por un motivo, pero cuando la duración final es demasiado extensa para llegar a una sala de cine hay partes que hay sacrificar. Es por ello que lo que buscó Cameron en el montaje final de 'El sentido del agua' fue un equilibrio: "Tuve una pequeña crisis de fe cuando estábamos cortando la película. Era demasiado violenta. Quería un equilibrio entre la belleza, la epifanía, el aspecto espiritual de la película y la acción, y me pareció que se había vuelto demasiado siniestra", dice Cameron en la entrevista.
Cambio de mentalidad
Sea por el motivo que preocupe a Cameron, el cineasta ha dejado claro en sus declaraciones que el papel de las armas en sus trabajos se limitará a lo necesario y estará lejos de la idealización, algo que supone un cambio notable respecto a alguno de sus proyectos pasados. Centrándonos en un par de títulos, Cameron es el responsable de algunas de las escenas de acción con armas más míticas del cine, como es el caso de la saga 'Terminator' o la violenta 'Rambo: Acorralado Parte II (Rambo 2)', película de la que fue coguionista y donde el protagonista mató a más de setenta personas a punta de pistola, ametralladora o lo que tuviera a mano el letal Sylvester Stallone.