å

CRÍTICA

'Bad Boys: Ride or Die': Más rebeldes que nunca, igual de carismáticos que siempre

Los policías más caóticamente eficientes de Miami unen fuerzas de nuevo con el objetivo de limpiar el nombre del difunto Capitán Howard. Ya en cines.

  • Martin Lawrence explota su talento cómico con un Marcus Burnett más payaso y niño grande que nunca
  • Will Smith y Martin Lawrence demuestran que su química es atemporal e inagotable
Por Eduardo Cardenal Hernando Más 7 de Junio 2024 | 09:00
No sé qué disfruto más, ver películas o hablar sobre ellas. Si no veo una al día, me entra el mono.

Comparte:

¡Comenta!
Will Smith y Martin Lawrence en 'Bad Boys: Ride or Die'
Will Smith y Martin Lawrence en 'Bad Boys: Ride or Die' (Sony Pictures)

Casi 30 años después de conocer a los detectives Mike Lowry y Marcus Burnett bajo la dirección de Michael Bay ('Armageddon', 'Transformers), los dos policías más rebeldes de Miami se unen por cuarta vez en 'Bad Boys: Ride or Die'. Aunque no siguen órdenes de Bay, pues repite la dupla de directores de la entrega anterior, Adil El Arbi y Bilall Fallah, Will Smith y Martin Lawrence nos deleitan con el carisma y la química de siempre en un híbrido de comedia y acción que lleva a sus personajes a un territorio desconocido en la saga: ahora son fugitivos.

A través del Capitán Howard ('Joe Pantoliano'), que si bien murió en la tercera película, se incorpora a la trama de la cuarta sin forzarlo (y qué alegría verlo de nuevo, es uno de los grandes personajes secundarios y roba escenas de la franquicia), Mike y Marcus empiezan a investigar un caso de corrupción policial que les salpica encima hasta el punto de volverse prófugos. Colocar a nuestros policías más caóticamente eficientes al otro lado de la ley ofrece alguna situación diferente y divertida, pero no se exprime este cambio como para decir que aporta frescura a la franquicia en lo que a la trama se refiere. Y tampoco se echa en falta, porque lo importante de 'Bad Boys', su dúo protagonista, funciona de nuevo como un tiro.

Desde que debutó en 1995, la saga nunca se ha caracterizado por tener un guion sobresaliente, casos policiales que nos mantengan en vilo o directamente por cuidar simples detalles del mundo policial en el que se ambienta (la de pruebas que tocan sin guantes ya en la primera película...), así que es un poco tarde para buscar todo esto en 'Bad Boys 4', que no lo tiene. 'Dos policías rebeldes' no necesitó aquello para ganarse el cariño del público, principalmente por dos motivos: Will Smith y Martin Lawrence. La dinámica, las conversaciones, el carisma de sus personajes, sustentadas por la bestial química de los actores, son el corazón de 'Bad Boys'. Aquí es donde hay que ponerse exquisitos con la nueva entrega, donde no podemos conformarnos con poco. Y no lo hacemos, porque parece que la relación entre Mike y Marcus es como el buen vino, con el tiempo mejora.

Martin Lawrence y Will Smith en 'Bad Boys: Ride or Die'
Martin Lawrence y Will Smith en 'Bad Boys: Ride or Die' (Sony Pictures)

Smith y Lawrence están cómicamente impecables con un humor físico y una ejecución del verbal que elevan el nivel de la película a alturas que uno no podría imaginar leyendo el guion, cuya trama policial es bastante predecible. Para conquistarnos de nuevo con la dinámica de sus personajes, la película no escatima en recurrir a lugares ya explorados en la saga que funcionan igual de bien (como las discusiones o conversaciones hilarantes en mitad de una situación de vida o muerte), pero también apuesta por explorar nuevos dando un giro a Marcus.

Sin dejar de lado su carácter, debido a una experiencia personal, Marcus se ve a sí mismo como un ser inmortal, como un gurú de las fuerzas universales y espirituales. Acompañado de momentos de humor clásicos de la franquicia, este cambio nos regala nuevas situaciones cómicas que, si bien en algún momento abusan de ellas, en general son un acierto. Además, permite que Lawrence explote todavía más su talento cómico con un Marcus más payaso y niño grande que nunca, aportando cierta frescura a su relación con Mike y, teniendo en cuenta que todo depende de ella, a la película.

Martin Lawrence como Marcus Burnett en 'Bad Boys: Ride or Die'
Martin Lawrence como Marcus Burnett en 'Bad Boys: Ride or Die' (Sony Pictures)

La locura de Marcus choca de forma atractiva con la templanza o seriedad de Mike, cuya comedia recae más en los contrastes con la personalidad de su amigo. Además de en lo cómico, Smith cumple con creces en un par de momentos dramáticos que tiene su personaje, donde lo vemos tanto imponente como vulnerable. Al siempre seguro de sí mismo Mike el guion también quiere darle una capa de pintura extra con una subtrama sobre el sufrimiento de ataques de pánico, pero no termina de cuajar del todo. Si bien las cartas para jugar esta baza las tienen, recurrir a ellas en ocasiones contadas, sin apenas desarrollo previo o posterior, las convierten más en una excusa para que su personaje dude en momentos que le interesan a la historia en lugar de en una nueva arista de Mike.

Fallah y El Arbi son conscientes de que la saga se sustenta en la química de Will Smith y Martin Lawrence, en el "bromance" de Mike y Marcus, así que no dedican mucho tiempo a los personajes secundarios. A algunos de ellos les sienta bien no tener mucho peso y son un complemento perfecto para la dupla principal, como es el caso de Dorn (Alexander Ludwig), Kelly (Vanessa Hudgens) y Armando (Jacob Scipio), personajes que conocimos en la entrega anterior. Los directores saben bien cuándo y cuánto recurrir a ellos, tanto en lo cómico como en la acción, para que ni les echemos en falta en más metraje ni nos sobren. Dominan tan bien la entrada y salida de varios secundarios que incluso uno, posiblemente el menos esperado, protagoniza una de las mejores escenas de la película en una de sus pocas secuencias.

Adil El Erbi y Bilall Fallah, directores de 'Bad Boys: Ride or Die'
Adil El Erbi y Bilall Fallah, directores de 'Bad Boys: Ride or Die' (Sony Pictures)

Al contrario, a otros personajes les perjudica no gozar de más tiempo en pantalla, como es el caso del antagonista, Banker (Eric Dane). Después de ponernos la miel en los labios con una potente escena introductoria, la oportunidad de ver a un gran villano se extingue al no intentar sacarle más partido. Más afectada todavía queda Rhea Seehorn ('Better Call Saul'), fantástica actriz muy desaprovechada en este caso con un personaje cuyo nulo desarrollo no solo lo lastra a él mismo, sino que resta coherencia a ciertas escenas.

Will Smith y Martin Lawrence no son la única dupla de 'Bad Boys 4' que se lo pasa en grande, pues Adil El Erbi y Bilall Fallah disfrutan incluso más que ellos detrás de la cámara. La pareja de directores explora y juega con diferentes movimientos de cámara para las escenas de acción, desde el uso de drones (dignos herederos de Michael Bay) para rodar falsos planos secuencias como escenas en primera persona de Mike eliminando criminales que recuerdan a videojuegos como 'Call of Duty'. No paran de buscar nuevas posibilidades a la cámara a largo de toda la película, a veces con más sentido y a veces con menos, a veces acabando en buen puerto y a veces no, pero en el resultado final se plasma tanto su pasión por la experimentación que es inevitable no contagiarse de su alegría y disfrutar de su extravagancia técnica.

Martin Lawrence y Will Smith en 'Bad Boys: Ride or Die'
Martin Lawrence y Will Smith en 'Bad Boys: Ride or Die' (Sony Pictures)

Al final 'Bad Boys' nunca ha consistido en la investigación de casos policiales de la mano de dos detectives, sino en la investigación de la amistad de dos detectives de la mano de casos policiales. Historias centradas en llevar a los personajes a situaciones cómicas con las que explorar su relación más que en cualquier otra cosa, incluso si por el camino hay que sacrificar el realismo policial. Si buscas un gran caso, esta nueva entrega no es tu película, pero si quieres conocer un poco más y disfrutar de la dinámica de sus protagonistas, estás de suerte: 'Bad Boys: Ride or Die' hará que salgas de la sala con una sonrisa de oreja a oreja cantando "Bad boys, bad boys, whatcha gonna do? Whatcha gonna do when they come for you?". Y no te preocupes por no saberte el resto de la letra, que 29 años y 4 películas después, ni Mike Lowrey ni Marcus Burnett se la han aprendido todavía.

'Bad Boys: Ride or Die' está disponible en cines.

7
Lo mejor: La química de Will Smith y Martin Lawrence, la dinámica entre Mike Lowrey y Marcus Burnett. Lo bien incorporada que está la comedia en la acción.
Lo peor: Lo poco aprovechado que está el potencial de ciertos personajes secundarios. El guion es predecible.