'Baywatch: Los vigilantes de la playa' se estrenará en España el próximo 16 de junio y ya han llegado a nuestros oídos las primeras críticas.
El remake de la icónica serie de los 90, dirigido por Seth Gordon, también se desarrollará en la famosa playa de Santa Mónica, donde Mitch Buchannon, interpretado por Dwayne Johnson, y Matt Brody, interpretado por Zac Efron , descubrirán una serie de delitos locales que amenazan la vida de la bahía y junto con el resto de los vigilantes intentarán combatir contra ello.
Si quieres saber cuáles son las primeras opiniones sobre la película este es tu sitio, la prensa americana e inglesa ya ha hablado y nosotros estamos aquí para contártelo. En general, sus primeras impresiones son bastante negativas, y todos coinciden en algo: no parece el momento indicado para la producción de este remake porque no encaja del todo con lo que el público demanda en 2017, tal vez habría tenido más sentido en la época dorada de la serie. El Hollywood Reporter afirma: "Culos, tetas y pectorales -¿qué esperabais, a Shakespeare?" y es lo bueno de ver largometrajes basados en series anteriores, si compras tu entrada de cine para verlos ya sabes a lo que te expones.
Además la crítica está de acuerdo con que el género al que pertenece la película no se puede identificar fácilmente y qué no entienden muy bien qué han querido conseguir sus creadores, más allá del dinero de la recaudación. El reparto encaja a la perfección con los papeles que han de interpretar y como el medio Screen Daily avisa: "La película pretende ser mucho más sofisticada que la serie en la que se basa, pero su estilo cómico es alarmantemente regresivo".
Y por último, muchos coinciden en que se parece demasiado a la serie en la que se basa, como por ejemplo desde Times: "Es inquietantemente similar a la serie de televisión tanto en su contenido como en su ejecución... No, lo que los cineastas han capturado y emulado es la marca de la propia serie de televisión combinada con una llamativa sordidez y una formal ingenuidad".
No todos son tan pesimistas. IndieWire la aprueba y dicen que "grita blockbuster de verano", que es lo que el espectador de 'Baywatch' probablemente buscará.
Mientras tanto, deberemos esperar a su estreno para analizarla por nosotros mismos, pero la crítica ya nos ha avisado, aunque puede ser que para los amantes de la antigua serie todo esto sean buenas noticias.
Remakes que no deberían existir
No son muchos los directores que se atreven a dirigir remakes de películas o series de éxito, porque inevitablemente te expones a la comparación con la original, que por regla general suele ser siempre la mejor opción. Pero aún existen otros de la misma profesión que no pueden evitar embarcarse en esta angustiosa aventura.
Gus Van Sant se atrevió nada más y nada menos con un clásico del cine y dirigió 'Psycho (Psicosis)', una película que no hay por dónde cogerla y que no se le acerca para nada a la original.
Michael Haneke en cambio tuvo la brillante idea de dirigir el remake de 'Funny Games'(2007), siendo esta la segunda vez que se enfrentaba al mismo guión pero para producir la versión americana, que es tan artificial que sobra totalmente en la carrera cinematográfica del director.
Y Tim Burton empujó hacia el fracaso a la saga de 'El planeta de los simios' con su dirección de la película bajo el mismo título. Con muy poca influencia de sus obras, insípida y muy poco creativa, sus directores posteriores han tenido que realizar un gran trabajo para hacer que el público la olvide.
Películas que no sabías que eran remakes
'Big'
Año 1987, Italia. Estreno: 'Cuando fui mayor', dirigida por Franco Amurri. Una historia protagonizada por un niño de nueve años, Marco, enamorado hasta las trancas de su maestra de primaria. Cuando sus padres, obsesionados con el trabajo, se olvidan de su cumpleaños, el pequeño pide un deseo que se hace automáticamente realidad: convertirse en adulto. ¿Os suena? Un año más tarde, Hollywood decidió mantener el punto de partida de aquella y transformarla en 'Big', entretenimiento con marca década 80 que, aún hoy, se mantiene como una de las películas familiares básicas. Gracias a ella, Tom Hanks se convirtió en una superestrella, reventó las taquillas de medio mundo y consiguió su primera nominación al Oscar. Si comparamos las dos películas, no hay duda alguna, gana el remake. Por goleada.
'Doce monos'
Partiendo de un corto de 1962, 'El muelle', pequeña obra maestra dirigida por el francés Chris Marker, de media hora de duración, Terry Gilliam dio forma con 'Doce monos' a su película más 'convencional'. Y que se multipliquen las comillas hasta el infinito. Una propuesta de ciencia ficción que exploraba los recovecos que proponía su original hasta convertirse en una aventura repleta de giros imposibles, con dos actores en pleno estado de forma, Bruce Willis y, especialmente, Brad Pitt, y una intriga mantenida con talento y puño firme. Pese a caer en pequeños excesos, algo que es un clásico a lo largo de la trayectoria de Gilliam, los muebles quedaron más que salvados y, lo que en el muelle de Marker era poco más que un punto de partida, terminó convertido en joya de culto.
'Mentiras arriesgadas'
Tres años después de que Francia estrenara 'Dos espías en mi cama', una comedia de acción algo tontorrona y sin demasiado interés, James Cameron decidió dinamitar expectativas con su remake. El director de 'Titanic' cogió las virtudes básicas de la original, resumidas básicamente en su punto de partida, y construyó un monumento al entretenimiento en el que Jamie Lee Curtis merendaba escenas con su sola presencia, algo que le permitió ganar con justicia el Globo de Oro a Mejor Actriz de Musical o Comedia, mientras Arnold Schwarzenegger sumaba un nuevo taquillazo a su cuenta. Uno de esos ejemplos en los que las palabras blockbuster y clásico, casan sin problema. En comparación con la cinta francesa, tenemos más risas, acción y espectáculo. Y un título mucho mejor.
'Cisne negro'
Veamos, la historia nos dice que 'Cisne negro' no es un remake, que nace de la mente de Darren Aronofsky y que cualquier parecido, múltiple, con 'Perfect Blue', obra maestra de ese genio absoluto llamado Shatoshi Kon, es fruto de nuestra imaginación. Pero los hechos, señalan lo contrario. El director de 'Noé', como todos, se enamoró de la película Kon, comprando sus derechos de inmediato para, en principio, integrar detalles en sus películas, aunque finalmente solo lo utilizó para una secuencia de 'Réquiem por un sueño'. Y, se supone, ahí termina la relación entre ambos universos.
La cuestión es que, si uno compara ambas películas, se dará cuenta de que, si no es una revisión encubierta, estamos cerca del plagio. Cambiamos a una cantante de un grupo pop de moda por una bailarina enferma por el perfeccionismo y la ambición y tenemos planteamientos calcados. Algo similar ocurre con 'Paprika', de nuevo una joya de Kon, y la mismísima 'Origen' de Christopher Nolan. Y es que los remakes no siempre son admitidos y depende del espectador valorar los niveles de mérito y de deudas que adquiere cada película. En el caso que nos ocupa, parece claro: Aronofsky ama el cine de Kon y le rinde un tributo absoluto a través de un remake, en toda regla. Digan lo que digan.
'Por un puñado de dólares'
'Yojimbo', clásico de Akira Kurosawa que no ha perdido ni un ápice de su poder hipnótico a lo largo de las décadas desde su estreno en 1961, enamoró por completo a Sergio Leone, quien se decidió a realizar un remake ambientando la acción en el género western. Sin embargo, los responsables de la cinta oriental no dieron su brazo a torcer y no les cedieron los derechos de la película. ¿Paró eso el ímpetu y la voluntad de Leone? En absoluto. Así nació 'Por un puñado de dólares', primera entrega de la memorable trilogía completada por 'La muerte tenía un precio' y 'El bueno, el feo y el malo'. El spaghetti western daba sus primeros, y contundentes pasos, a través de un remake que ocasionó una demanda que, evidentemente, Leone y los suyos perdieron. Un peaje que no pesa lo más mínimo comprobando el poderoso legado que ambas películas han dejado en la historia del cine.
'Infiltrados'
Sigue siendo tan incomprensible como indignante que los ÚNICOS Oscar a Mejor Director y Mejor Película que hayan caído entre las manos de Martin Scorsese sea el de 'Infiltrados'. Ojo, no porque estemos ante una mala película, ni muchísimo menos, hablamos de un thriller con todas las virtudes y señas de identidad de su genial responsable, pero, maldita sea, hablamos del director de, entre otras, 'Toro salvaje', 'Uno de los nuestros', 'Casino' o 'Taxi Driver'. No nos salen los cálculos.
En cualquier caso, bienvenidos aquellos premios que recompensen la labor de un cineasta absolutamente imprescindible, incluso cuando solamente se trate de un (gran) remake. La original, 'Juego sucio', ya era un potentísimo artefacto de acción y tensión realizada con importantes dosis de talento, suponiendo un más que asequible punto de partida para que Scorsese se sintiera como en casa. Y vaya si lo hizo. Respetando profundamente su referente, Marty se lo pasó bomba con este juego de policías, criminales, gatos, topos y ratas. Todos contentos. Incluida, al fin, la Academia de Hollywood.
'Los padres de ella'
'Meet the Parents', película dirigida por Greg Glienna en 1992 fue un absoluto desastre de crítica y público. La primera, la maltrató sin piedad, y los espectadores... bueno, hicieron como que nunca existió. Sin embargo, en una de esas decisiones que nos hace mantener la esperanza en alguna de las mentes de la industria de Hollywood, vio en ella un punto de partida interesante para plantear un remake que consiguió todo lo que la cinta original no. 'Los padres de ella' nos confirmaba la vis cómica de Robert De Niro, demostrada ya en la estupenda 'Una terapia peligrosa' y desaprovechada en infinidad de películas posteriores, explotaba al máximo su química con Ben Stiller y daba pie a una inesperada trilogía que mantuvo el nivel con su segunda entrega pero que naufragó con 'Ahora los padres son ellos'. En cualquier caso, una demostración de que el éxito en el remake está donde menos te esperas. Hasta en los fracasos más sonados.
'¿Conoces a Joe Black?'
Todo comenzó con una obra de teatro de Alberto Casella adaptada al cine en 1934 de la mano de Mitchell Leisen con el título de 'La muerte de vacaciones'. Una cinta de poco más de ochenta minutos con cierto encanto que, seis décadas más tarde, se convirtió en un dramón de tres horas de duración llamado '¿Conoces a Joe Black?'. Un absoluto desastre en taquilla, con un presupuesto de 90 millones de dólares y una recaudación en Norteamérica de poco más de 40, totalmente justificado. Una propuesta diseñada a mayor gloria de un Brad Pitt carente de personalidad y carisma, sobre el que reposa todo el peso de una película más que fallida, interminable, aburrida y repleta de momentos de un romanticismo edulcorado e insoportable. Al final, la mejor decisión es regresar a la curiosa cinta de los años treinta, la cual demuestra que, casi siempre, menos es más.
'El hombre que sabía demasiado'
1934 y 1956. 22 años de diferencia para contar la misma historia, sin cambio alguno, pero cambiando Inglaterra por Estados Unidos y a Leslie Banks y Peter Lorre por James Stewart y Doris Day. Estas fueron las decisiones que Alfred Hitchcock tomó a la hora de rehacer su propia película, 'El hombre que sabía demasiado', con más medios, más superestrellas y mismo talento para plasmar la tensión, el misterio y la intriga. Con todo, si hay que elegir, la original británica tiene un encanto especial que se pierde, en cierto modo, tras su revisión norteamericana. En cualquier caso, un curioso ejemplo de directores valientes que toman sus propias películas como si de una revancha juguetona se tratase.
Michael Haneke repitió la jugada con sus 'Funny Games' y el propio Hitchcock no pudo evitar que Gus Van Sant plagiara plano a plano su obra maestra, 'Psicosis'. Nadie está salvo. Pero, oye, puestos a que puedan destrozar tu trabajo, mejor que seas tú mismo.
'Ben-Hur'
Una vez confirmada la catástrofe absoluta de su reciente remake, conviene destacar que 'Ben Hur', sí, aquel clásico del séptimo arte protagonizado por Charlton Heston era, a su vez, una revisión de una película muda de, nada más y nada menos, que 1925. Una superproducción realizada por Fred Niblo que, al mismo tiempo, era un remake de una primera versión rodada en 1907 y que tenía una duración de 20 minutos. Una broma comparada con los 143 minutos de la película de Fred Niblo y con los 211 de la obra maestra de William Wyler. Vale, la nueva versión dura 'solamente' dos horas, aunque parezcan mucho más. En cualquier caso, cuatro visiones completamente distintas sobre una historia cuyo poder ha quedado más que demostrado a lo largo de las sucesivas décadas. Desde luego, si tenemos que quedarnos con alguna de ellas, la gran triunfadora de los Oscar de 1960 es la opción correcta. 11 estatuillas doradas que recalcaron su estatus de clásico absoluto. Ojalá nos hubiéramos quedado con ese recuerdo.