Puede que, dentro de la trilogía musical creada por el director John Carney, 'Begin Again' juegue el papel menos agradecido. Y no estamos ante una mala película, en absoluto, pero carece del factor sorpresa de la maravillosa 'Once (Una vez)', más allá de no contar con dos talentos de la composición de la talla de Gleen Hansard y Markéta Irglová, y no alcanza, desde luego, el virtuosismo emocional y resplandeciente de 'Sing Street', la mejor y más completa del lote. Es decir, se trata más de una cuestión de comparación casi obligada por los nexos de unión que vertebran las tres películas. Sin embargo, se debe insistir, 'Begin Again' es algo más que un vehículo de lucimiento para Keira Knightley y Mark Ruffalo con canciones hinchadas de melodía pop.
Y es que la segunda película firmada por Carney no dejaba de ser una extensión de su ópera prima y, al mismo tiempo, algo completamente diferente, un disco que, llevando la contraria a la tradición, buscaba el éxito seguro en su cara B. Por supuesto, la propuesta fluye con la misma naturalidad contagiosa y delicada marca de la casa, pero el relato nunca termina de ir más allá de lo esperado. Se trata, en definitiva, de una obra imperfecta pero a la que uno es incapaz de mirar y escuchar con mala cara. El estribillo funciona, claro, pero se echa en falta cierto atrevimiento, una pizca más de riesgo asumiendo las consecuencias, un riff inesperado al otro lado de la esquina.
En cualquier caso, volvemos a 'Begin Again' con la sonrisa en el rostro para repasar ocho curiosidades de una cinta que, a día de hoy, sigue contando con el cariño de millones de espectadores que conectaron con sus personajes, sus canciones y sus historias. De acuerdo, era una misión más sencilla que imposible, pero eso no debería restar méritos a Carney y compañía. En este especial, desde luego, no lo hacemos. Todo lo contrario.
8 curiosidades de 'Begin Again'
Begin with Scarlett
La primera opción para protagonizar 'Begin Again' no fue, ni mucho menos, Keira Knightley, quien después demostró ser una elección más que acertada. Y es que John Carney tenía claro que quería a Scarlett Johansson, que ya había demostrado su talento musical en más de una ocasión, para ponerse al frente de una historia que le venía como anillo al dedo.
Johansson, que llegó a mantener negociaciones para sumarse al proyecto, finalmente declinó la oferta, estrenando ese año tres propuestas tan distintas y estimulantes como 'Don Jon', 'Under the Skin' o esa obra maestra absoluta llamada 'Her'. Digamos que tenía argumentos de peso para decir no a Carney.
Hello, Adele
John Carney, consciente de estar ante una historia profundamente musical en todos sus aspectos, se llegó a plantear la opción de realizar pruebas de casting a estrellas del pop que pudieran encajar con el perfil del personaje que finalmente interpretaría Keira Knightley. En esa primera selección, el director tenía un especial interés en que la película estuviera protagonizada por Adele, lo que habría supuesto, sin lugar a dudas, una virtud extra. Lástima que se quedara en una idea sin ejecución.
Crisis matrimonial
¿Creíais que 'Begin Again' se convirtió en una pesadilla para Keira Knightley después de su estreno? Pues eso no es nada comparado con los inicios del proyecto. La actriz, una vez confirmada en el papel protagonista del cinta, comenzó a aprender a tocar la guitarra para entregar una interpretación lo más convincente posible.
Para ayudarla en esta tarea, contó con la inestimable ayuda de su marido, James Righton, miembro principal de la estupenda banda Klaxons, que ejerció de profesor musical. Sin embargo, la propia Knightley confesó que las clases fueron tan desastrosas que estuvieron muy cerca de acabar en "divorcio y asesinato".
Títulos imposibles
Aunque parezca algo superficial, uno de los elementos más positivos y destacados de 'Begin Again' es su título. Corto, directo, contundente y, por encima de todo, coherente con la historia que cuenta. Un acierto total que, además, tiene un valor extra al descubrir cuál era el nombre original que tenía la película durante sus primeros compases de creación y a lo largo de casi todo el rodaje: 'Can a Song Save Your Life?' ('¿Puede una canción salvarte la vida?'). Temblamos imaginando la traducción que se habría hecho en nuestro país de este título. Se aceptan apuestas.
Visitas familiares
En una de las escenas más divertidas y encantadoras de la película, unos chavales acompañan a la banda liderada por Keira Knightley en una actuación en medio de la calle repleta de naturalidad que casi se puede interpretar como una antesala de lo que años más tarde sería 'Sign Street'. La diferencia, eso sí, la tenemos en el cameo ilustre con el que cuenta 'Begin Again', ya que uno de los jóvenes que aparecen en la escena es, nada más y nada menos, que uno de los hijos de Mark Ruffalo. De tal palo tal astilla.
Todo queda en casa
Puede que su talento para la interpretación no sea especialmente destacado, pero nadie puede dudar del compromiso total con el que Adam Levine se entregó a 'Begin Again'. Y uno de los ejemplos más evidentes es que cedió de manera totalmente gratuita la casa que compartía con su mujer, Behati Prinsloo, en Nueva York para que se rodaran allí algunas de las escenas principales de la película. Pura generosidad.
Los intentos de Ronan
Solamente podía quedar uno. Cuando saltó la noticia de que John Carney estaba buscando a una estrella masculina del pop para que formara parte de su próxima película después del pequeño fenómeno que supuso 'Once (Una vez)', muchos fueron los artistas que intentaron hacerse con el papel.
Uno de los que más ímpetu e intención pusieron fue Ronan Keating, obsesionado con interpretar a Dave y dar así su ansiado salto al mundo del cine. Por desgracia para él, finalmente fue Adam Levine el escogido. Después de todo, Maroon 5 siempre han sido mejores que Boyzone.
Nominaciones compartidas
Meses después del estreno de 'Begin Again', Keria Knightley y Mark Ruffalo estuvieron presentes como nominados en la gran fiesta de mundo del cine, los Oscar. Sin embargo, sus opciones para ganar la estatuilla aquella noche no tenían nada que ver con la película dirigida por John Carney, la cual solamente optaba al galardón de mejor canción original por 'Lost Stars', sino por 'The Imitation Game (Descifrando Enigma)' y 'Foxcatcher', respectivamente. Ninguno consiguió ganar el Oscar.
