Ben Affleck vuelve a estar en los tabloides de medio mundo y no por la mejor de las razones. Recientemente había sido pillado por el portal TMZ saliendo de una fiesta de Halloween con unas copas de más y con un equilibrio de lo más afectado. Ahora el actor ha admitido que ha tenido una recaída.
El mismo medio ha recogido la respuesta del actor. Affleck se dirigía a la casa de su exmujer, la actriz Jennifer Garner, y allí respondió a los reporteros que le estaba esperando: "Son cosas que pasan. Es un desliz, pero no va a hacer que me salga del camino". Ante la pregunta de si iba a volver a rehabilitación, optó por agradecer a la prensa su preocupación por su estado de salud y no responder más.
Según las declaraciones de una fuente cercana recogidas por L.A. Times, "la sobriedad es difícil para cualquiera que lucha contra una adicción. Ben ha sido honesto sobre su recuperación y se lo toma poco a poco. Nunca ha dicho que no recaería".
Un año duro
El 2018 no será recordado por Affleck como uno de los mejores años de su vida. Durante esos doce meses entró tres veces en rehabilitación, la última animado por Garner al haber sido fotografiado por un paparazzi con una caja con bebidas alcohólicas. Desde entonces, el actor se ha tomado muy en serio su lucha contra la adicción y ha decidido cambiar un poco su vida. Una de esas decisiones radica en apuntarse a clases sobre "éticas budistas" donde le enseñan a meditar y así enfocar su energía en mejorar la salud del cuerpo, la mente y el espíritu.