Al igual que las procesiones y las torrijas, la película 'Ben-Hur' se ha convertido en algo que va inexorablemente unido a la Semana Santa. Nunca falla, el film de William Wyler acude todos los años a su cita puntualmente, dispuesta a llenar toda la programación de la tarde de un plumazo gracias a sus tres horas y media de duración.
La historia comienza en el año 26 de nuestra era, en Jerusalén. Aquí encontramos a Judá Ben-Hur, un príncipe rico que vive acomodadamente hasta que llega una nueva legión romana a la ciudad, encabezada por Messala, un amigo de la infancia del protagonista. Debido a un accidente, Ben-Hur es acusado de atentar contra la vida del gobernador de Judea. Messala le da la espalda en vez de ayudarle, con lo que rápidamente verá cómo su vida privilegiada desaparece para convertirse en un esclavo. Mientras, el pueblo judío espera la llegada del Mesías.
Este es el punto de partida para la narración del viaje de un hombre alentado por el espíritu de lucha y de venganza. Charlton Heston protagonizó el film e hizo de Ben-Hur uno de los papeles más memorables de su carrera, junto a los de Moisés en 'Los diez mandamientos' o el de George Taylor, es decir, el hombre atrapado en 'El planeta de los simios'. El papel de este príncipe judío le llegó de rebote: antes lo habían rechazado actores como Burt Lancaster y Paul Newman. El primero de ellos lo hizo porque no quería ayudar a propagar el mensaje cristiano de la película. Paul Newman tenía una preocupación un poco más peculiar que le paró los pies: creía que no tenía las piernas adecuadas para ir andando en faldas durante toda la película.
'Ben-Hur' es una de las muchas películas surgidas en mitad de la fiebre hollywoodiense por realizar obras inspiradas en historias bíblicas. Se presenta con el subtítulo de "Una historia de Cristo", y de esto encontramos pruebas desde el principio del film, que comienza con el nacimiento de Jesús. Los caminos de Ben-Hur y este se irán entrelazando hasta fundirse completamente. En el largometraje encontramos ese mensaje cristiano del que renegaba Lancaster, y que muestra el perdón y la salvación divina como la alternativa al odio que corre por las venas del príncipe. Para escribir el guión, Karl Tunberg se basó en la novela de Lew Wallace del mismo nombre, de la que MGM poseía los derechos y con la cual ya habían hecho una película similar en 1925, protagonizada por Ramon Novarro.
El orgullo de MGM
El resultado de todo esto fue un gran proyecto que se rodó en los estudios Cinecitta (Roma) con un presupuesto desorbitado para la época (casi unos 16 millones de dólares). MGM presumía de su apabullante film y de sus kilómetros de metraje, con los que se decía que se podría rodear el mundo varias veces. 'Ben-Hur' consiguió sobrepasar con creces el dinero invertido, ya que obtuvo unos 90 millones de dólares de recaudación en cines de todo el mundo.
En los Oscar logró acaparar 11 estatuillas de las 12 categorías en las que estaba nominada, lo que convirtió a este film en la película más galardonada de toda la historia del cine, hasta que casi cuarenta años más tarde, 'Titanic' consiguió el empate, hecho que también logró posteriormente 'El retorno del rey'. El único Oscar que se le resistió fue el de Mejor guión adaptado. A sus manos fueron a parar los de Mejor película, Mejor dirección, Mejor actor protagonista (Charlton Heston), Mejor actor de reparto (Hugh Griffith), Mejor banda sonora original, Mejor fotografía (color), Mejor dirección artística (color), Mejor diseño de vestuario (color), Mejor montaje, Mejor sonido y por último, Mejores efectos visuales.
La influencia de 'Ben-Hur' en el cine ha sido enorme, e incluso sigue siéndolo hoy en día. Uno de los ejemplos más claros es el de 'Gladiator', película con la que comparte muchos rasgos. La historia de Máximo, su caída y su búsqueda de venganza coincide con el patrón que sigue el príncipe de la película de Wyler. Y por supuesto, no podemos olvidarnos de la espectacular escena de la carrera de cuadrigas, todo un referente cinematográfico. A pesar de haber sido rodada medio siglo atrás, mantiene la emoción del espectador como el primer día. La carrera de 'La amenaza fantasma', película que podemos encontrar en la cartelera gracias a su reestreno, está inspirada en la de 'Ben-Hur'.
En definitiva, la película es un clásico incombustible y un visionado obligatorio para los amantes del cine. Aunque su duración es considerable e intimida (tres horas y media, como decíamos al principio), no llega a hacerse pesada. Así que os animo a zambulliros en esta historia épica, llena de aventuras, acción y (en menor medida) amor; uno de los grandes clásicos de la historia del cine.
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23 de febrero: 'Titanic'