Ben Stiller ha declarado que hace dos años fue diagnosticado de un cáncer de próstata. Fue capaz de superarlo gracias a que un test lo detectó en una fase temprana. Ahora cuenta su historia para motivar a otros hombres a hacerse las pruebas de esta enfermedad mortal.
El anuncio lo ha hecho en la web Medium, en la que ha contado sus experiencias durante los tres durísimos meses que tardó en librarse de la enfermedad. Su médico le recomendó comenzar a hacerse el test PSA (Antígeno Prostático Específico). Los resultados indicaban la presencia de la enfermedad, por lo que el doctor le mandó al urólogo.
El actor tuvo que someterse a distintas pruebas, como una resonancia magnética y una biopsia, para asegurarse de que los resultados del test PSA eran ciertos. Así, su nuevo urólogo le comunicó que tenía cáncer de próstata. El mundo se detenía para Stiller, que confiesa que se veía a sí mismo como un Walter White de la vida real, el personaje interpretado por Bryan Cranston en 'Breaking Bad'.
Un verano para pensar
Después de conocer los resultados, Ben Stiller tuvo que esperar seis semanas para curarse de la biopsia antes de operarse la próstata. "Fui diagnosticado el viernes 13, así que tenía hasta el 23 de agosto para prepararme para la operación. Tuve todo el verano para pasar el rato pensando en ello". El actor se apoyó en amigos como Robert De Niro, que también había pasado un cáncer.
El test PSA es una prueba controvertida. Depende de cómo el médico interprete los resultados y puede llevar a un sobretratamiento, que tiene como posibles efectos secundarios la impotencia o incontinencia. "Quería hablar de ello por el test, porque siento que salvó mi vida", declara Stiller, que defiende que todos los hombres deberían hacerse la prueba cerca de los 40 años.