El medio Vanity Fair adelanta un extracto del libro sobre la biografía de Samuel L. Jackson, 'Bad Motherfucker: The Life and Movies of Samuel L. Jackson, the Coolest Man in Hollywood', en el que se repasa la carrera del actor, con sus altos y sus bajos.
El fragmento narra algunos de los peores momentos, concretamente hace hincapié en su época como adicto. En 1990, cuando su mujer y su hija se lo encontraron inconsciente en el suelo de la cocina, Jackson decidió ir a un centro de rehabilitación : "LaTanya Richardson y Zoe, de ocho años, se despertaron a la mañana siguiente con un problema innegable: Sam estaba inconsciente en el suelo de la cocina, todavía sujetando su cocaína. Richardson hizo algunas llamadas telefónicas y en 24 horas, Jackson estaba en un centro de rehabilitación en el norte del estado de Nueva York. 'Amenacé con dejarlo si no iba a rehabilitación'", relata la obra.
La recuperación de Samuel L. Jackson no fue fácil e incluso este llegó a pensar que sus adicciones definían su personalidad, tal y como cuenta el texto: "Le preocupaba no ser divertido si se mantenía sobrio; le preocupaba no poder actuar sin sustancias en su cuerpo. Pero también reconoció que necesitaba un cambio: '(...) ¿Por qué no probar esto y ver qué pasa?' Y aprendió a rezar por la fuerza que necesitaba para no beber ni tomar drogas: 'Encontré la humildad que necesitaba para arrodillarme'".
Mientras el intérprete estaba en proceso de recuperarse llamó varias veces a Spike Lee para poder encarnar a Gator Purify, papel secundario de su, por entonces, próxima película 'Fiebre Salvaje'. Los consejeros de la estrella no estaban a favor de que volviese tan pronto al trabajo y mucho menos que diese vida a un adicto al crack. Pero Jackson consiguió convencerles de que no volvería a recaer: "Nunca volveré aquí, aunque solo sea porque nunca quiero volver a veros", sigue exponiendo el fragmento.
Su mejor actuación hasta ese momento
Tras dejar la clínica de desintoxicación se incorporó al largometraje. Se dio cuenta que su personaje se parecía mucho a él hasta tal punto que cuando tuvo que interpretar su muerte sintió como si estuviese dejando atrás su conflictivo pasado: "'Cuando mi personaje murió, era casi como si estuviera matando a esa parte de mi vida', dijo (...). Una vez que Jackson estaba limpio, se dio cuenta de lo mucho que se había estado cortando su propio talento: Gator era el mejor trabajo que había hecho (...). Jackson contó que era 'como si los pétalos estuvieran cerrados y, de repente, el sol golpease la flor y la abriese'", explica 'Bad Motherfucker: The Life and Movies of Samuel L. Jackson, the Coolest Man in Hollywood'.
Escrito por Gavin Edwards, autor de 'Cómo ser Bill Murray', el libro saldrá a la venta en inglés el 26 de octubre.