Dentro del género del biopic, terreno peligroso por la multitud de trampas lacrimógenas, lugares comunes y topicazos que se pueden encontrar en sus paisajes, aquel que tiene al deporte como tema central es uno de los más queridos por el gran público. Tratar de entender las razones de su éxito se antoja una misión imposible, es lo que tienen los gustos variados, pero a nadie se le escapa que hay una serie de teclas que este movimiento cinematográfico pulsa con una capacidad especial.
La capacidad de superación, el esfuerzo, tanto individual como colectivo, la emoción de los últimos minutos, el afán de seguir creyendo a pesar de las dificultades o la épica desmedida de un triunfo inesperado son algunas de las claves que marcan (y destacan) al biopic deportivo. Incluso no importa si te sabes el final de la historia, si está bien contada, terminarás aplaudiendo frente a la pantalla y ovacionando al personaje protagonista.
Por eso, y aunque se hayan quedado fuera multitud de títulos que podrían sumarse a este especial, estas diez películas suponen un auténtico festival para aquellas personas que aman este género cinematográfico. Tienen todo lo que se espera de ellas, sí, pero también muchas virtudes extra que las terminan elevando por encima de la media.
Los mejores biopics deportivos
'Ali'
Dirigida con el pulso de hierro característico del gran Michael Mann, 'Ali', biografía del inolvidable Muhammad Ali, continúa resonando con fuerza como uno de los mejores biopics deportivos de los últimos años. Y como la interpretación más memorable, con diferencia, de toda la carrera de Will Smith.
Entregado al máximo desde el primer minuto al último, se nota la pasión desbordante que sienten tanto Mann como el actor hacia la figura del legendario boxeador y su historia, manejando de forma admirable el peso de una película que, pese a ser algo irregular en su tramo central, atrapa e hipnotiza con una fuerza inagotable. Un auténtico puñetazo cinematográfico que conviene reivindicar con muchísima más insistencia a la hora de hablar de los mejores biopics estrenados en los últimos años.
'Yo, Tonya'
Lo fácil hubiera sido aprovechar el tirón de 'Escuadrón Suicida', aquel horror en el que su Harley Quinn era lo único que salía bien, para continuar protagonizando blockbusters de acción destinados a acabar con todas las palomitas de maíz del mundo. Pero Margot Robbie, demostrando tanta valentía como inteligencia, prefirió centrar todos y cada uno de sus esfuerzos en levantar 'Yo, Tonya', el biopic de Tonya Harding, una de esas historias que, de puro delirio, no pueden ser más que reales.
El resultado de este salto al vacío realizado por la actriz australiana es, primero, una película magnífica, sobresaliente en casi todos sus apartados, y segundo, una de esas interpretaciones que marcan una carrera. Robbie, excelsa de inicio a fin, va a por todas en cada escena y, ya sea partiendo desde la fragilidad o desde la rabia, nos hipnotiza sin opción a la resistencia. Es una demostración de talento digna del aplauso más rendido en un biopic deportivo realmente memorable. Una auténtica fiesta de película.
'Rush'
Tras caer al punto más bajo de su carrera con la lamentable comedia '¡Qué dilema!' y levantar tímidamente el vuelo con el documental sobre el festival de música 'Made in América', Ron Howard nos pilló a todos desprevenidos, por desgracia a la Academia también, con 'Rush', fabulosa adaptación a la gran pantalla de la apasionante relación entre los pilotos de fórmula 1 James Hunt y Niki Lauda. Una trepidante película en la que el director se metía de lleno en una historia repleta de emoción, competitividad, drama, éxitos y fracasos, lanzándonos en medio de vibrantes carreras que nunca dejaban de pisar el acelerador.
Pocas veces se ha visto a Ron Howard tan acertado en sus movimientos de cámara, pocas veces una de sus propuestas ha transmitido tanto cine en cada una de sus escenas, pocas veces se ha reflejado con tanta contundencia y talento el universo que rodea este deporte y que, al mismo tiempo, forma parte esencial de su naturaleza. Una de las cimas indiscutibles de su carrera y uno de los grandes biopics deportivos del siglo XXI.
'Toro salvaje'
Nadie en la historia del cine ha reflejado la derrota de una manera tan poética, cruda y salvaje como lo hizo Martin Scorsese con la monumental 'Toro salvaje', una de las indiscutibles cimas de su carrera. Rodada en un blanco y negro que otorga un clasicismo mayor a una historia de perdedores ambiciosos y viceversa, el director hipnotiza desde unos inolvidables créditos iniciales que se quedan para siempre en la memoria.
A partir de ahí, peleas dirigidas con una maestría única, un guion de auténtico acero, una solvencia dramática a prueba de bombas y una interpretación central a cargo de Robert De Niro absolutamente fascinante como Jake LaMotta. Un KO cinematográfico en toda regla. Los versos a ras de lona.
'Carros de Fuego'
'Carros de Fuego', un drama británico basado en hechos reales que contaba la historia de dos jóvenes británicos, uno cristiano y el otro judío, que participaron en los Juegos Olímpicos de París 1924, siempre es recordada como una de las más sorprendentes ganadoras del Oscar a Mejor película de todos los tiempos. Y como una de las más flojas. Una apreciación bastante injusta si tenemos en cuenta que se trata de una propuesta tan sencilla como emotiva, tan pequeña como notable, tan humilde como intachable. Un biopic deportivo modélico.
'Titanes, hicieron historia'
Bienvenidos a una película en la que, básicamente, encontramos todas y cada una de las virtudes que hacen grande al género del biopic deportivo. 'Titanes, hicieron historia' es una película vibrante, entretenida, épica, divertida y emocionante a la que el carisma y talento absoluto de Denzel Washington terminan elevando al sobresaliente. Dirigida con pulso de hierro por Boaz Yakin, aquí tenemos, sin lugar a dudas, el mejor trabajo de su trayectoria profesional, y con un reparto en estado de gracia, 'Titanes, hicieron historia' se disfruta de inicio a fin, convirtiendo incluso sus momentos más intimistas en toda una fuerza de la naturaleza. En definitiva, una de las grandes cintas cinematográficas deportivas de las últimas décadas.
'El orgullo de los Yanquis'
Aunque solamente fuera por ese inolvidable discurso final capaz de poner la piel de gallina incluso a las personas más frías del mundo, 'El orgullo de los Yanquis' merece un puesto indiscutible en este especial. Biopic deportivo de primera categoría a nivel tanto técnico, atención a la impresionante fotografía de Rudolph Maté, como interpretativo, lo de Gary Cooper es un recital a la altura de la leyenda, la historia de Lou Gehrig es una de esas películas capaces de emocionar hasta el llanto desde la contención, ahorrando armamento lacrimógeno y apostando por la humanidad de sus personajes. Un más que justificado clásico del género.
'The Damned United'
¿La mejor película ambientada en el mundo del fútbol? Adelante, aquí la tiene. 'The Damned United', de nuevo una biografía, se acerca a la historia real sobre el entrenador de Leeds United, Brian Clough, con la humildad, el respeto y el sentido del humor que merecía. Un cuento deportivo repleto de buenas intenciones, con cuerpo y alma del mejor y más característico cine británico de sentimientos nobles y honestos, que cautiva desde la sencillez absoluta. Aquí no hay delirios de grandeza, ni pretensiones gigantescas, tan solo un director atinado, un guion equilibrado a la perfección y un reparto entregado, en especial Michael Sheen, soberbio. Una suma de factores que funciona a la perfección como metáfora de un club pequeño que, a base de esfuerzo, trabajo y constancia, termina triunfando. Una joya oculta. Un golazo.
'Moneyball: Rompiendo las reglas'
'Moneyball: Rompiendo las reglas' atrapa al espectador desde el primer momento, entrando directamente en una historia que muchos espectadores desconocerán por completo y que, posiblemente, no tengan interés alguno en descubrir. Un equipo de beisbol (Atléticos de Oakland) y la figura de Billy Beane (impresionante Brad Pitt), su director general que se hizo famoso por conseguir éxitos utilizando un nuevo método que implica construir un equipo competitivo con recursos económicos inferiores a la mayoría de los equipos en las Grandes Ligas, y empleando métodos estadísticos por ordenador para organizar a sus jugadores.
En esta parte es donde el interés crece y se tira por tierra los prejuicios previos, un factor diferenciador del resto de propuestas deportivas. Aquí pesa más el cerebro que el corazón, los números que los bates. Y, todo esto, sin dejar de lado la épica y la emoción. Por eso tiene aún más mérito el triunfo que supone esta película, apasionante y llena de intensidad, capaz de hipnotizar con unos diálogos ágiles y geniales, marca inconfundible de Aaron Sorkin, y una dirección muy potente de mano del grandísimo Bennet Miller, quién supo comprender que la fuerza del relato no está en el triunfo deportivo sino en el proceso y desarrollo que lleva hasta él, en los riesgos tomados, en el apostar por algo que nunca se había hecho para, desde dentro, cambiarlo todo.'Moneyball: Rompiendo las reglas' es excelente en prácticamente todo. Una obra maestra.
'Juego de honor'
Joya escondida dentro del género de cine deportivo de los últimos años, el debut como director de Bill Paxton es una película que hace que lo complicado parezca sencillo. Y es que, pese a tardar más de lo deseado en alcanzar un ritmo dramático satisfactorio, cuando 'Juego de honor' empieza a acertar se convierte en un tren imparable. En ese sentido, en la última parada del viaje, una clásica final en la que se deciden los ganadores y perdedores de la historia, la cinta directamente vuela hasta alcanzar una intensidad emocional capaz de provocar lágrimas y sonrisas con la misma eficacia. Más que recomendable.