El cine no se puede entender sin la música, y a su vez esta no podría ser posible sin grandes artistas detrás. Guitarristas, pianistas, cantantes, compositores y demás músicos han tenido su momento en la gran pantalla para contar, casi siempre, cómo su vida les ha forjado el carácter necesario o les ha influido en su música. Músicos cuyas películas también han servido para darles el homenaje que merecían y, en muchos casos, para acercarlos a un público que sólo conocía su obra, pero no su vida.
Antes de nada, hay que aclarar que esta lista sólo incluye películas basadas en la vida de grandes artistas reales. Es por ello que quedan fuera grandes documentales como 'Searching for Sugar Man', 'Oasis: Supersonic' o los realizados por Martin Scorsese sobre las figuras de George Harrison y Bob Dylan. No obstante, en este repaso cinematográfico sí aparece otro integrante de los Beatles y el popular cantante de folk de Minnesota. También se quedan fuera otras grandes películas musicales por el hecho de ser ficticias, pero no hay duda que nos habría encantado ver en directo al pobre cantautor de 'A propósito de Llewyn Davis' de los Coen, al enérgico Andrew Neiman de 'Whiplash' o a toda la banda que compone la transgresora 'Hedwig and the Angry Inch'. Pero aunque estos personajes nunca hayan existido, los reales no desmerecen en absoluto.
A lo largo de la historia del cine y de la música hemos encontrado artistas muy diferentes entre sí pero que casi todos tenían algo en común: un don para la música y unas adversidades que superar para llegar hasta lo más alto. Guste o no, la mayoría de las películas que componen esta lista tienen como denominador común una serie de "fantasmas" a los que deben enfrentarse; desde la desconfianza de toda la corte de Viena hacia un músico extraordinario que dejaba de serlo cuando abandonaba el teatro a un joven pianista muy prometedor que ve como su carrera es frenada constantemente por la severidad de un padre demasiado autoritario. Y, entre medias, una larga lista de traumas, adicciones y demás fantasmas contra los que lucharon los Sid Vicious, Jim Morrison, Ian Curtis, Ray Charles y tantos otros. Nadie dijo que el camino fuera fácil, pero en muchos de estos casos sus propios fantasmas terminaron consumiéndolos y privándonos de su música.
Una garantía de éxito
Si dejamos a un lado lo estrictamente musical, estos biopics también han supuesto en muchos casos un punto de inflexión en la carrera de sus intérpretes. James Cagney, uno de los gángsteres más famosos del cine y protagonista de auténticas obras maestras como 'Los violentos años 20' o 'Al rojo vivo', ganó su único Oscar gracias a 'Yanqui Dandy'. Del mismo modo, otros siete personajes de esta lista fueron nominados al premio de la Academia, siendo Joaquin Phoenix y Cate Blanchett los únicos que no se lo llevaron.
Ahora llega a los cines 'Bohemian Rhapsody' para contarnos la historia de otro gran músico cuya carrera también estuvo marcada por su vida privada. Veremos si la regla se cumple y Rami Malek acaba siendo nominado por su papel como Freddie Mercury, pues de momento las primeras críticas lo destacan como lo mejor de la cinta. Para los que hayan visto la película o la tengan pendiente, hemos recopilado otras catorce cintas en las que pudimos no sólo recordar la música de estos grandes artistas, sino también su vida para poder comprender cómo se convirtieron en las estrellas que muchos admiramos.
Películas basadas en la vida de grandes músicos
'Amadeus'
Comenzando por el que se considera el summum de los biopics musicales, y sin embargo es de los más antiguos de esta lista, tenemos la célebre 'Amadeus' de Milos Forman, basada en la corta pero intensa vida del compositor austriaco. De forma irónica, el verdadero protagonista de la historia resulta ser en realidad otro compositor, Antonio Salieri, cuya admiración y envidia a la vez acaban prevaleciendo sobre la propia historia del Mozart. 'Amadeus' nos recuerda que antes de Homer Simpson y Frank Grimes hubo un Mozart y un Salieri, y que no hay nada peor que odiar a alguien por tener un talento mayor.
Igual que Salieri fue ensombrecido en su día por el joven prodigio, en este largometraje fue F. Murray Abraham (Salieri) el que le ganó la partida a su compañero de reparto, Tom Hulce (Mozart) obteniendo el Oscar a mejor actor. Y es que, risas escandalosas aparte, Murray Abraham regala en este film una de las actuaciones más memorables de la historia del cine.
'Sid y Nancy'
La vida del líder de los Sex Pistols fue caótica desde el principio hasta el final y pasó a la historia como un mito más que por lo que fue en realidad. En 'Sid y Nancy' de Alex Cox vemos esta versión de Sid Vicious desmitificada, como la de una persona para la que la música no estaba entre sus máximas preocupaciones, si es que tenía algunas. Sid sólo quería pasárselo bien, tomar drogas, beber y pegarse con cualquiera que le mirase mal, y en Nancy encontró a su alma gemela, pero también la perdición del grupo, según dicen las malas lenguas. Sus conciertos eran el mejor ejemplo del caos que era su vida, pero con su música comenzó la historia del punk, así como los agresivos bailes que perviven a día de hoy (nadie sabe por qué) llamados comúnmente pogos.
Si bien la cinta tuvo relativo éxito, merecido en gran medida a la interpretación del camaleónico Gary Oldman y de la siempre espectacular fotografía de Roger Deakins, la forma de contar la historia de Sid Vicious y Nancy Spungen fue vista con recelo por gran parte de los fans de la banda e incluso por el propio vocalista de los Sex Pistols, John Lydon, quien afirmó tajantemente que la película no se asemejaba en absoluto a los hechos. Puede que ese final onírico y hasta cierto punto redentor de una muerte tan trágica no gustara a todos, pero el resto del film retrata a Vicious como ese amigo desastre que siempre es el que mejor se lo pasa, aunque sepas con seguridad que no acabará del todo bien.
'Bird'
Para muchos una de las joyas más desconocidas de la filmografía de Clint Eastwood, 'Bird' narra la vida de Charlie Parker, uno de los grandes saxofonistas de la historia pero cuyo éxito musical nunca se vio acompañado por la estabilidad emocional. De algún modo en esta cinta están casi todos los elementos básicos de un biopic musical: el ascenso al estrellato y el descenso a los infiernos de un hombre tan talentoso como cobarde para enfrentarse a su problema con el alcohol y las drogas. 'Bird' no es una película fácil, ni por su metraje ni por una trama que a pesar de desprender autenticidad (y tristeza) termina resultando tremendamente redundante. Al final se queda en una carta de amor de Eastwood al jazz con un inmenso Forest Whitaker, que no está mal.
'The Doors'
En el mismo año queOliver Stone estrenaba 'J.F.K. (Caso abierto)' para desmenuzar de una manera densa pero muy detallada la conspiración detrás del asesinato de Kennedy, llegaba a los cines una cinta centrada en otro emblema de los Estados Unidos, Jim Morrison. Una película que más que intentar contarnos quién era el líder de The Doors, una de las bandas más influyentes de la historia, pretende explicarnos qué sentía el propio Morrison por dentro, es decir, cuando iba colocado. Sin embargo, tanto Oliver Stone como Val Kilmer se pierden en muchos de estos momentos que a veces resultan forzados rozando el ridículo, y lo mejor que nos deja el film son las actuaciones musicales de míticos temas como 'Light my fire', 'People are stranger' o 'Break on Trough', que marcaron un antes y un después y sirvieron de referente para la generación de la contracultura norteamericana.
Stone, gran maestro del montaje que resulta ser otro de los grandes (y pocos) aciertos de esta cinta, nos intenta mostrar los desvaríos de un Morrison que fue elegido Dios sin pedir serlo, y que dejó de ser tomado en serio (primero por sus amigos y más tarde por su público) cuando tomó conciencia de ello y empezó a actuar como uno.
'Shine, el resplandor de un genio'
El problema de David Helfgott (y no Shine McShine, como decía Homer Simpson) no tenía nada que ver con las adicciones, al menos con las suyas. El principal conflicto de este joven pianista era una infancia traumática marcada por la severidad de su padre, y que resultó en una inestabilidad mental y emocional que a punto estuvo de alejarlo de su gran pasión, el piano. Sin embargo, 'Shine, el resplandor de un genio' destaca por dos interpretaciones que apenas comparten escena, la del padre del pianista (interpretado por Armin Mueller-Stahl) y la de Geoffrey Rush en la piel de un Helfgott en plena decadencia, justo cuando el recuerdo de su padre vuelve para atormentarlo cuando ya parecía que había escapado de su alcance migrando de Melbourne a la Royal College of Music de Londres.
La sensibilidad para contar esta drama familiar y la simpatía que despierta la increíble actuación de Rush, que no en vano le valió el Oscar, son sin duda los dos grandes motivos para visionar esta cinta australiana.
'Ray'
La vida de Ray Charles estuvo marcada desde el principio por dos hechos con los que tendría que cargar toda su vida: la culpa por la pérdida de su hermano y la ceguera a causa de un glaucoma cuando apenas tenía siete años. Pero Ray no se dio por vencido y, después de ver que se manejaba con soltura al piano, viajó hasta Seattle para iniciar su carrera como músico. Su capacidad para desenvolverse y crear un repertorio de registros musicales muy diferentes entre sí fue lo que le llevó a lo más alto. Su lema en la vida ("Hay que aprender al vuelo si quieres ir por tu cuenta") era la mejor definición de su música: un cambio constante en busca de nuevos ritmos a través de hacer suyas melodías existentes. Es por ello que la música de Ray terminó originando en temas propios del góspel que se transformaban en armoniosas y atrevidas melodías de jazz y blues.
Pero, como varios de los artistas mencionados, detrás de la sonrisa de Ray se escondía un grave problema con las drogas y una inestabilidad emocional para con su familia y, especialmente, su mujer.
Lo mejor de 'Ray' es sin duda un Jamie Foxx en uno de los papeles de su carrera. De hecho, el actor se alzó con el Oscar el mismo año en el que también estaba nominado a mejor actor de reparto por 'Collateral'.
'En la cuerda floja'
Hace poco hemos podido ver en los cines la increíble conexión musical y sentimental entre Lady Gaga y Bradley Cooper en 'Ha nacido una estrella'. Pero mucho antes ya había triunfado una pareja que sí existió en la vida real y que estuvo formada por Johnny Cash y June Carter, a quienes dan vida Joaquin Phoenix y Reese Witherspoon. En la línea de 'Ray', este film dirigido por James Mangold ('Logan') explora la vida del cantautor, quien también saltó del góspel a otros estilos como el country o el rock and roll. Más allá de las maravillosas interpretaciones de Phoenix y Whiterspoon (quien obtuvo su único Oscar hasta la fecha), 'En la cuerda floja' tiene verdaderas y alucinantes escenas recreando los épicos conciertos de los años 50-60, en los que también aparecen Roy Orbison y Elvis Presley, hasta llegar a la famosa actuación de Cash en la prisión de Folsom. Si bien su guion tambalea por momentos y se echa en falta algo más de autenticidad en las suavizadas escenas de Cash en su peor momento, es una cinta que merece la pena por la química entre sus dos protagonistas y por recordar al que fue una figura de la música contemporánea norteamericana.
'La vida en rosa'
Al igual que en 'Shine. El resplandor de un genio', la música no se acaba en Estados Unidos y es por ello que también proponemos esta cinta francesa protagonizada por Marion Cotillard, quien también se llevó el premio de la Academia por su interpretación de Edith Piaf. No os preocupéis si no la habéis reconocido en la foto, por que la mimetización de la francesa con el personaje es tal que por momentos es imposible reconocerla, y ahí reside uno de los grandes fuertes de la película. Sin embargo, no se puede decir que la obra de Olivier Dahan esté a la altura de su protagonista, y 'La vida en rosa (La môme)' peca en varios momentos de los clichés y estereotipos propios de la narrativa convencional americana que precisamente uno esperaba evitar. Pero vale la pena pasar por alto ciertas concesiones con tal de escuchar a Cotillard entonar el icónico tema 'Non, je ne regrette rien'.
'Control'
Este drama basado en la corta vida de Ian Curtis, líder de la banda Joy Division y precursor del género post-punk, es quizá una de las películas más arriesgadas y a la vez más recomendables de cuantas componen esta selección. La parte de biopic entendido como algo convencional o de alguna forma académico dura más bien poco, porque cuando Sam Riley se baja del escenario y comienza a experimentar una serie de pesadillas que no le dejan vivir tranquilo. Es por ello que la película utiliza de forma exquisita la música de Joy Division para transmitirnos el estado de ánimo de Curtis, insatisfecho pero no frustrado por su vida, atormentado pero no furioso con el entorno que le rodea. Todo ello acompañado de una fotografía en blanco y negro que acentúa aún más el clima depresivo que rodea la historia.
Ante todo, 'Control' marca la diferencia con respecto a sus antecesoras creando un relato profundo e intimista en el que se renuncia prácticamente al diálogo para dejar que la música de Ian Curtis hable por él.
'I'm Not There'
Del mismo modo que 'Control', esta película de Todd Haynes ('Carol') es un biopic musical atípico, no tanto en su estilo (que también) como en su estructura narrativa y de personajes. Libremente inspirada en la vida de Bob Dylan, 'I'm Not There' intenta dar pinceladas sobre la compleja figura del músico a través de personajes muy distintos: el poeta (Ben Whishaw) el profeta (Christian Bale), el fugitivo (Richard Geree), el farsante (Marcus Carl Franklin), la estrella (Heath Ledger) y el fantasma (Cate Blanchett). Además de resultar útil esta variedad de personajes, la excelsa dirección de Haynes con una cuidada fotografía ayudan a hacer más llevadero este viaje a ninguna parte que deviene en un mensaje meta de la propia obra del cantautor y cómo la percepción que sus fans tenían de él cambiaba de manera muy rápida y radical.
Sin embargo, los constantes saltos temporales y de tramas resultan desconcertantes y se nota que la historia de Cate Blanchett destaca sobre el resto. Pero si lo que queréis es disfrutar de un repertorio de actuaciones estelares acompañados de las siempre emotivas canciones de Dylan, sin duda ésta es vuestra película.
'Nowhere Boy'
Antes de enfundarse el traje de superhéroes en esa sensacional película que es Kick-Ass. Listo para machacar',Aaron Taylor-Johnson se embarcaba en esta británica cinta independiente para dar vida a un jovencísimo y rebelde John Lennon. Aunque avisamos pueda decepcionar a muchos fans que esperen escuchar temas de los Beatles, 'Nowhere Boy' es una película muy interesante cuando se aproxima a la complicada relación de Lennon con su madre (Anne Marie-Duff) y su tía (Kristin Scott Thomas) cuando aún solo era un crío que perseguía a las chicas y quería montar una banda para ser el más guay de la escuela. Una banda que terminó resultando en The Quarrymen, predecesora de The Beatles y en la que ya estabaPaul McCartney (Thomas Brodie-Sangster).
Puede que Taylor-Johnson no recuerde a primera vista a Lennon, pero sin duda sus gestos y reacciones intentan ser lo más fieles posibles a las del legendario músico de Liverpool. Es precisamente esta moderada objetividad y respeto para con la historia lo que hace de 'Nowhere Boy' un film ideal para cualquier fan de los Beatles o de John Lennon en particular.
'The Runaways'
De todas las mencionadas, quizá esta película sea una de las que mejor ambienta y contextualiza la historia que narra. No es de extrañar que 'The Runaways' brille más en su apartado artístico teniendo en cuenta que quien está detrás es la fotógrafa italiana Floria Sigismondi, quien sabe captar a la perfección el convulso ambiente de los Ángeles en los años 70. Y para ello cuenta también con un enérgico dúo formado por Kristen Stewart y Dakota Fanning, que dan vida a Joan Jett y Cherie Currie, respectivamente. Al film le pesa estar lo descompensado de su guion y el hecho de otorgar más importancia a Currie cuando el personaje más carismático y que pide a gritos ser más desarrollado es del de Joan Jett, autora del himno 'I Love Rock 'n Roll'. Una apuesta independiente para cualquier cinéfilo musical sin grandes pretensiones que sólo quiera pasar un buen rato junto a las primeras grandes rockeras de la historia.
'Love & Mercy'
Llegamos hasta la película más reciente de esta lista, que está basada en la vida del compositor y fundador del grupo Beach Boys. Dirigida por Bill Pohlad en su primer trabajo tras producir '12 años de esclavitud', y con Robert Yeoman (director de fotografía habitual en las películas de Wes Anderson) y Atticus Ross (compositor que ha trabajado en varias películas de David Fincher), 'Love & Mercy' nos cuenta la historia de Wilson de manera algo peculiar. Tenemos dos actores muy distintos interpretando al mismo personaje en su versión joven (Paul Dano) y adulta (John Cusack). Uno podría imaginar que la parte más interesante es la joven, mostrando el auge de los Beach Boys y su intento fallido de rivalizar con The Beatles con el album 'Pet Sounds', que al principio no convencía al grupo por desmarcarse de esas canciones simples pero pegadizas sobre chicos que iban a la playa a pasar la tarde. Este conflicto entre hacer una música que saliera del corazón a riesgo de vender menos discos frente a mantener el estilo jovial y despreocupado que les había llevado a la fama es lo mejor de esta parte.
Sin embargo, el grueso de la película y verdadero conflicto viene en la segunda, en la que vemos a un Wilson que ha abandonado la música por unos problemas mentales y que se encuentra a merced de un terapeuta (Paul Giamatti) de dudosas intenciones. Ambas partes se van alternando a lo largo del film, pero la actuación de John Cusack y su química con Elizabeth Banks, quien será su gran apoyo para superar sus problemas, es lo que eleva sin duda el nivel de la cinta.
'Yanqui Dandy'
Como bonus track, traemos este clásico en blanco y negro dirigido por Michael Curtiz que se estrenaba el mismo año que otra de sus películas, la más conocida de hecho, 'Casablanca'. Pero no confundirse, nada tienen que ver una con la otra. En esta se nos cuenta la historia de George M. Cohan (James Cagney), un joven de una familia famosa por actuar en vodeviles y que pronto demuestra su valía no solo para actuar, sino también para componer y crear nuevos números musicales. Sin embargo, desde muy pequeño su arrogancia se convertirá en el gran obstáculo para avanzar en su carrera, desafiando a productores e incluso llegándose a enfrentar con su propia familia, a la que acaba abandonando para comenzar su carrera en solitario. Desde ese momento se irá haciendo un hueco en los teatros de todo Estados Unidos y creando auténticos himnos nacionales como 'Over There' o 'Yankee Doodle Boy'.
'Yanqui Dandy' se enmarca dentro del contexto político de la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial. Y, aunque pueda ser vista como un panfleto político para alentar a soldados y ciudadanos americanos, esta película es uno de los primeros grandes retratos de la crueldad que impregna el mundo del show business. Además, es una oportunidad única para ver a uno de los gangsters más duros de la historia del cine como es James Cagney bailando y cantando, y con eso debería ser más que suficiente.