El cine y la animación cambiaron para siempre en 1937. Ese fue el año en que se estrenó en Estados Unidos el primer largometraje animado producido por Walt Disney, 'Blancanieves y los siete enanitos', adaptación del cuento de hadas de los hermanos Grimm que inauguró la primera edad dorada de la Casa de Mickey Mouse y causó un gran impacto en la sociedad del momento.
'Blancanieves y los siete enanitos' marcó un antes y un después en el séptimo arte al demostrar las posibilidades artísticas y narrativas que la animación brindaba al cine. Hasta ese momento, Disney era conocido por sus cortometrajes animados protagonizados por Mickey o sus célebres 'Silly Symphonies', pero el productor tenía mayores ambiciones artísticas y económicas, una visión y un proyecto de pasión del que nació 'Blancanieves'.
Ocho décadas y más de cincuenta Clásicos Disney después, 'Blancanieves' sigue conservando su estatus como una de las mayores obras maestras del cine de animación, demostrando así el carácter imperecedero de este cine y concretamente de los primeros films de Disney. A 'Blancanieves' le siguieron 'Pinocho', 'Fantasía', 'Dumbo', 'Bambi'... Y bueno, el resto es historia.
Clásico eterno
A continuación os contamos 15 curiosidades sobre 'Blancanieves y los siete enanitos', desde los secretos de su producción hasta los efectos de su éxito. Algunas son simpáticas, otras fascinantes, y hay alguna que otra que roza lo terrorífico. ¡Adelante!
Curiosidades sobre 'Blancanieves y los siete enanitos'
Origen
A Walt Disney se le ocurrió la idea de adaptar 'Blancanieves y los siete enanitos' a la temprana edad de 15 años. Fue en Kansas, la ciudad donde creció, después de quedar fascinado viendo la película muda de 1916 basada en el cuento de los hermanos Grimm.
Presupuesto
El presupuesto inicial de 'Blancanieves y los siete enanitos' ascendía a 250.000 dólares (diez veces más que lo que costaba hacer una 'Silly Symphony', los cortos animados por los que se dio a conocer Disney). Sin embargo, al avanzar la producción, el coste aumentó a casi un millón y medio, cifra desorbitada para la década de los 30. Para mantener el proyecto a flote, Disney tuvo que hipotecar su casa.
Familia en contra
El hermano de Walt, Roy Disney, y su mujer, Lillian, intentaron por todos los medios convencerlo de que abandonase el proyecto. Lillian en concreto estaba segura de que la película sería un gran fracaso y acabaría arruinándolo. Pero su familia no era la única que no tenía fe en el sueño de Disney. Mientras la película estaba en producción, la gente de la industria del cine en Hollywood la llamaba "La locura de Disney".
Taquilla
A pesar de los contratiempos y la falta de apoyo que Disney tuvo, 'Blancanieves y los siete enanitos' fue un enorme éxito de público. De hecho fue la película más taquillera hasta ese momento, aunque el título le duró poco, ya que 'Lo que el viento se llevó' se estrenó en 1939 arrebatándole el trono. Aun así, 'Blancanieves' sigue siendo una de las películas con mayor recaudación de la historia (ajustando su taquilla por inflación, hoy en día seguiría estando entre las diez primeras). Disney utilizó los beneficios del film para construir los Disney Studios en Burbank, California.
Oscars
La Academia de Cine de Hollywood otorgó a Walt Disney un Oscar honorífico que reconocía la labor innovadora y pionera de la película. Disney recibió una estatuilla normal y siete en miniatura como homenaje a los enanitos.
Enanitos
Los artistas que trabajaron en la película tardaron dos años en dar con los diseños finales para los enanitos. Aquí tenéis algunos de los bocetos preliminares.
Dar con sus nombres también llevó su tiempo. Estos son algunos de los que se descartaron: Dirty, Jaunty, Gaspy, Gloomy, Awful, Blabby, Gabby, Biggy-Wiggy, Deefy, Hoppy-Jumpy, Hotsy, Nifty y Shifty.
Cejas
Siguiendo con los enanitos, las cejas de seis de ellos fueron dibujadas basándose en las del propio Walt Disney. Bonachón fue la excepción, ya que las tenía canosas y frondosas.
Mudito
En un principio, el enanito Mudito no era tal cosa, sino que hablaba como los demás (cabe recordar que su nombre en inglés es Dopey, es decir, "Tontito"). Para interpretarlo, se llegó a contratar al legendario doblador Mel Blanc, conocido por ser la voz de Bugs Bunny, pero finalmente se decidió enmudecer al personaje.
La Bruja
Lucille La Verne puso voz a la Reina y la Bruja de 'Blancanieves'. Durante una sesión de doblaje, los coordinadores Bill Cottrell y Joe Grant le dijeron que su voz era demasiado suave para la Bruja. La Verne se excusó y salió de la sala. Al volver, su voz era exactamente lo que Cottrell y Grant querían. Cuando le preguntaron a la actriz cómo lo había hecho, esta desveló que se había quitado la dentadura postiza. Por otro lado, la actitud y postura de La Verne durante la grabación fue tan buena que acabó posando como referente para los animadores.
El Príncipe
Originalmente, el Príncipe Azul iba a tener un papel más importante en la película, pero Walt Disney encontró muchas dificultades a la hora de animarlo, y decidió recortar su presencia. Este es el inicio de una larga trayectoria de príncipes Disney que no pintan demasiado.
Voz en exclusiva
Con 19 años, Adriana Caselotti fue contratada para poner voz a la princesa. Disney no quería que la magia de la película se rompiera y "estropear la ilusión de Blancanieves", por lo que hizo firmar a la actriz un contrato donde se especificaba que no volvería a actuar en ninguna otra película u obra de teatro después de 'Blancanieves'. Caselotti mantuvo su palabra, exceptuando sendas canciones "de estrangis" y sin acreditar en 'El mago de Oz' y '¡Qué bello es vivir!'.
Banda sonora
Los compositores Frank Churchill y Larry Morey compusieron 25 canciones para la película, pero solo se utilizaron siete.
'Blancanieves y los siete enanitos' fue la primera película de la historia en distribuir comercialmente su banda sonora.
Secuela
Después del éxito de la película, se planeó una continuación en forma de cortometraje titulado 'Snow White Returns'. Sin embargo no pasó de la fase de pre-producción. A día de hoy no se conoce la razón por la que Walt Disney decidió cancelar esta secuela.
Fan de (dudosa) excepción
'Blancanieves y los siete enanitos' tuvo (y tiene) muchos fans. Y entre ellos se encontraba el mismísimo Adolf Hitler. Se trataba de una de las películas favoritas del dictador, quien tenía una copia personal que solía ver en su propia sala de cine privada. Se dice que Hitler incluso realizaba dibujos de sus protagonistas, así como de otros personajes Disney, con los que estaba obsesionado.
Asustando a los niños
Después del exitoso paso de 'Blancanieves' por el Radio City Music Hall de Nueva York, la tapicería de terciopelo de muchas de las butacas tuvo que ser reemplazada, ya que muchos de los niños pequeños que iban a ver la película se hacían pis encima durante las escenas más terroríficas.