Conforme más se amplía el universo Star Wars, más lo hacen sus polémicas. Además de la explotación desmedida con más series y trilogías, muchos fans criticaron las arriesgadas decisiones tomadas por Rian Johnson en 'Star Wars: Los últimos Jedi'. Sin embargo, antes de estas quejas y precisamente por la razón contraria, 'Star Wars: Episodio VII - El despertar de la fuerza' generó un sentimiento agridulce por el excesivo uso de la nostalgia casi en un refrito de la trilogía original. Con todos estos descontentos con respecto a su adquirida Lucasfilm, el jefe de Disney ha tenido que responder ahora a uno de los mayores partidarios de esta última demanda: el propio creador de los personajes.
Bob Iger ha reconocido cuatro años después que George Lucas "no pudo ocultar su decepción" tras comprobar que no había "nada nuevo" en el Episodio VII. De esta manera, el CEO de Disney ha detallado en su libro 'Iger's The Ride of a Lifetime' la reacción del director de 'Star Wars: Episodio IV - Una nueva esperanza' tras el primer visionado de lo que sería el comienzo de una nueva etapa sin él: "En cada película de la trilogía original, era importante para él presentar nuevos mundos, nuevas historias, nuevos personajes y nuevas tecnologías. En esta, él dijo: «no hay suficientes avances visuales o técnicos»".
Aunque el empresario reconoce que Lucas "no se equivocaba", también le ha acusado de "no apreciar la presión que teníamos de dar a los ardientes seguidores la película que sintieran de verdad como Star Wars". Así, en estas declaraciones recogidas por Comic Book, Iger no se ha disculpado y ha justificado sus decisiones a pesar de la opinión del creador de la saga: "Nosotros creamos intencionalmente un mundo que estaba visual y tonalmente conectado con las anteriores películas, para no alejarnos mucho de lo que la gente amaba y esperaba, y George nos criticó justo por lo que intentábamos hacer".
Disney no condenó a Fox: la salvó
La contracara de tener un imperio mayor que el de Darth Vader es tener que lidiar con los altibajos en tantos frentes a la vez. Además de estas batallas con Lucasfilm, Disney ha tenido que afrontar las enormes pérdidas de Fox con proyectos como 'X-Men: Fénix Oscura' y 'Stuber Express' que les podría haber llevado a cancelar casi 300 películas. Sin embargo, en una entrevista para The New York Times, Bob Iger ha justificado sus movimientos empresariales aclarando que "no fue una bofetada. Era un reconocimiento de que las películas que ellos habían hecho fallaron. Y en realidad les di una tremenda cobertura al decir que cuando se compran empresas, los procesos y la toma de decisiones pueden detenerse. Hubo problemas en ese estudio mucho antes de que se anunciara el acuerdo".
Tras achacar todas las pérdidas al estudio recién adquirido que según él ya estaba condenado, Iger ha presentado a Disney como la salvadora de Fox: "la razón por la que no creo que sea algo de lo que deberíamos preocuparnos es porque es un problema a corto plazo . Y con el talento que tenemos en nuestro estudio, que ahora supervisan con algunos de sus ejecutivos todas las películas que deciden hacer y cómo se hacen, estoy convencido de que el cambio puede suceder. No va a ser un abrir y cerrar de ojos, pero no son 10 años de pérdidas. Es un año y medio".
