La pandemia del COVID-19 está dejando miles de noticias negativas alrededor del mundo. Además del impacto sanitario y social, entre sus consecuencias se encuentra también el profundo agujero que provocará en la economía. La industria del cine se está viendo especialmente afectada y, pese a que se están buscando medidas alternativas con las que solventar temas como los estrenos, los estudios van a notar las consecuencias de la crisis mucho tiempo.
Por eso, las altas esferas de Disney han decidido dar un paso al frente y que, si hay algún salario que se tenga que ver afectado, primero que sean los suyos. Según informa Variety, Bob Iger, antiguo CEO de la compañía, ha renunciado a su sueldo de todo lo que queda de año. Por su parte Bob Chapek, que tomó su relevo en febrero, ha reducido el suyo en un 50%.
Además, se ha informado a todos los altos cargos del estudio que tengan al menos nivel VP (vicepresidente), que sus salarios se reducirán a partir del 5 de abril entre un 20 y un 30 por ciento, dependiendo del puesto que ocupen. Así, desde Disney se intentará no acometer otros recortes que puedan afectar a sus trabajadores más vulnerables. Por ejemplo, en sus parques de atracciones la franquicia se ha comprometido a continuar pagando los salarios íntegros al menos hasta el 18 de abril.
Fox, especialmente afectados
Tras la adquisición de la 20th Century Fox, ahora apodada como la 20th Century Studios, la gigante americana se vio obligada a una re-estructuración en su base ejecutiva para hacerla más similar a la que llevaba Disney. Según Deadline, en la Fox existían más ejecutivos de alto rango que en Disney antes de la compra. Y como muchos de ellos han mantenido sus puestos, los recortes les afectarán significativamente.
Las altas esferas de Fox tienen un sueldo que se basa en buena parte en bonos extraordinarios, dejando el salario base en una cantidad inferior a la de sus iguales en Disney. Sin embargo, con la llegada de esta crisis es bastante probable que durante un tiempo los bonos también desaparezcan del plan económico de la compañía. Así, la diferencia ya existente entre ambas partes del nuevo conglomerado se acentuará de forma especialmente intensa como consecuencia del coronavirus.
