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FESTIVAL DE VENECIA

Bogdanovich a lo Woody Allen y un Al Pacino decrépito en la Mostra de Venecia

Peter Bogdanovich vuelve a la Screwball Comedy por todo lo alto y un Al Pacino decrépito cierran una excelente jornada de la Mostra.

Por Adrián Peña 30 de Agosto 2014 | 10:00

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Owen Wilson en la Mostra de Venecia
Tener la oportunidad de asistir a un festival y poder disfrutar del último trabajo de una leyenda viva del cine como es Peter Bogdanovich, además de poder escuchar de su propia voz anécdotas del filme, ocurre pocas veces en la vida. Más teniendo en cuenta que Bogdanovich tiene 75 años y, a pesar de que en persona se le nota un poco perdido, la lucidez que desprende 'She's Funny That Way', el título presentado ayer en la Mostra, es propia del talento de un genio del cine.

Después de estar más de diez años sin realizar un largometraje de ficción, vuelve al género que en los 70' y 80' le dio la fama y en el que más se siente cómodo: la Screwball Comedy. "No hay nada que me haga más feliz en el mundo que ver reír a la gente", comentó en la rueda de prensa posterior a la proyección de las 9 de la mañana. Pues bien, puede estar tranquilo porque 'She's Funny That Way' es una vuelta por la puerta grande que arrancó las mayores carcajadas (y buenas críticas) en lo que llevamos de Mostra.

Como si no hubieran pasado más de 30 años desde 'Todos rieron', 'She's Funny That Way' es una hilarante comedia de enredo de diálogos sagaces y vigorosas interpretaciones. Un Bogdanovich referencial que huele a clásico y se disfruta como una enorme fiesta cinéfila. Ernst Lubitsch, Howard Hawks y Blake Edwards entre otros se citan en este guateque lleno de ingenio, humor, réplicas y contrarréplicas pero, sobre todo, el gran invitado al convite es Woody Allen. Prostitutas, artistas necesitados de musas con las que inspirarse, líos de faldas, Nueva York... todos ellos son elementos que evocan constantemente al director neoyorkino aunque, si se tuviera que destacar el nexo de unión más directo con el cine de Allen, éste sería el arrojo con el que están escritos todos los personajes femeninos que aparecen en el filme y, aquí, la interpretación de Jennifer Aniston merece un punto y aparte.

En no más de cuatro o cinco escenas, Aniston se hace con la película entera. La entonación y el timing perfecto con el que expresa las líneas de guión de esa terapeuta neurótica obsesionada con la perfección son los detonantes de los momentos más ocurrentes de la cinta. Para cuando ella no aparece en pantalla, el torrente interpretativo de la infravalorada Kathryn Hahn, una actriz con un don natural para la comedia, ya se encarga de mantener el frenético nivel de carcajadas. En cuanto al resto de intérpretes, Owen Wilson, en un papel muy similar al que llevaba a cabo en 'Midnight in Paris', hace de perfecto contrapunto a la graciosa ingenuidad de la inminente estrella de Hollywood, Imogen Poots.

Al Pacino decrépito

Otro de los veteranos que ayer presentó película en la Mostra fue Barry Levinson con 'The Humbling', una adaptación de la novela homónima de Philip Roth. Con Al Pacino y la indie queen Greta Gerwig en los papeles principales, 'The Humbling' suena a peli-terapia. La historia de un actor decrépito que ve como su talento interpretativo está llegando a su fin es un espejo de la carrera de un Al Pacino venido a menos. Atmosféricamente confusa, la película divaga entre el pesadillesco drama crepuscular y la comedia excéntrica que encuentra en su imperfección, el perfecto asidero de fascinación.