'Bolt' es la última película Disney estrenada en nuestro país hasta la fecha, optando en la presente edición de los Oscar a la estatuilla a la Mejor Película animada, en liza con 'Wall-E' y 'Kung Fu Panda'.
Dirigida por Chris Williams y Byron Howard, la película cuenta con las voces de John Travolta, Woody Harrelson, Bruce Greenwood y Thomas Haden Church.
'Bolt' cuenta la historia de un perro que ha vivido toda su vida dentro de su serie de televisión creyendo que tenía superpoderes. Cuando es separado del estudio por un accidente, encuentra a Mr. Mittens y un hamster llamado Rhino. Durante su camino, descubrirá que no tiene superpoderes y que el show no es real.
Retorno al clasicismo
Divertida película animada la que nos trajo Disney a principios del pasado mes de diciembre, resultando ser toda una sorpresa. Y es que todo parecía apuntar a que 'Bolt' iba a ser un título menor, una película de taquilla fácil, sin excesivas pretensiones y muy poco promocionada en comparación con sus competidoras a los Oscar.
Por contra, la película de Chris Williams y Byron Howard se erige como una notable propuesta familiar que parece recuperar la esencia original de los títulos Disney de antaño, ofreciéndonos una bella historia que mantiene un notable equilibrio entre la espectacularidad visual y una moraleja que, si bien resulta ser factor común de la gran mayoría de estos productos, en Bolt rezuma un ebriagador olor a clasicismo que la convierte, como mínimo, en una alternativa particular.
'Bolt' no deja de ser una historia de amistad y valor, de superación ante los desafíos de la vida, pero, como decíamos, conserva -o recupera- en buena medida esa esencia que parecía haberse desvirtuado en beneficio de la espectacularidad visual, pero alejándose, al mismo tiempo, del cine animado 'adulto' que ha caracterizado a los títulos de Pixar en los últimos años. De este modo, Bolt no olvida su calidad estética, con una secuencia de apertura simplemente espectacular -y que no puede dejar de recordarnos en buena medida a la maravillosa 'Los increibles'-, pero al mismo tiempo otorga una carga emocional arrebatadora a sus personajes.
Así pues, perro, gato y roedor alternan los tópicos aplicables a su propia naturaleza con una personalidad propia y contrastada, ofreciéndonos un elenco animado arrebatador que, junto a una historia tan amena como prototípica, y unos divertidos secundarios, nos ofrece un producto casi redondo, que flaquea tan sólo en su ya citada previsibilidad y en sus mucho más arquetípicos personajes humanos, en una pequeña lacra extrapolable también a, por ejemplo, 'Ratatouille'.
Así y todo, la película de Disney satisface en líneas generales, atacando todos los frentes que se le abren y dando como resultado un sorpresivo producto repleto de ternura, risas, acción y emociones, en la que la evolución de sus personajes resulta más importante -y trascendente- que la propia historia.