La secuela de 'Borat' no ha llegado exenta de controversia y ha ofendido tanto a los que participaron en ella engañados, como a los políticos estadounidenses o al pueblo kazajo, que espera que la película no pueda optar a la carrera de premios por considerarla racista.
En 'Borat Subsequent Moviefilm', Sacha Baron Cohen interpreta a un periodista kazajo llamado Borat Sagdiyev y la Asociación Estadounidense de Kazajstán, una organización sin fines de lucro con sede en Virginia dedicada a preservar y promover la herencia y la cultura kazajas en los EE. UU.; considera que hace una representación racista del país y la acusa de "blanquear", de usar "estereotipos étnicos", de "apropiación cultural" y de "xenofobia". Esta organización ya intentó cancelar el estreno de la película en Amazon Prime Video, y, al no conseguirlo, ahora pide que al menos no sea apta para acceder a los Premios de la Academia (los Oscar), los Globos de Oro, el Premio del Gremio de Directores de Estados Unidos ni los Premios de la Academia Británica de Cine y Artes de Televisión. La solicitud la ha hecho a través de una carta firmada conjuntamente por la Academia de Cine de Hollywood y el Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas, que afirma que "La comunidad kazaja en todo el mundo está subrepresentada y es inherentemente vulnerable". Kazajstán es un país transcontinental predominantemente musulmán situado en Asia Central y que comparte frontera con Rusia, China, Kirguistán, Uzbekistán y Turkmenistán.
La carta hace énfasis en que Baron Cohen podría haber creado una nación falsa, como lo hizo en 'El dictador', en lugar de burlarse de la cultura y las tradiciones kazajas explotándolas para el disfrute de la audiencia occidental: "Nuestra nación aún se está recuperando de un pasado colonial opresivo, por lo que no tenemos una representación sustancial en los medios. Sacha Baron Cohen comprende este hecho y explota a Kazajstán secuestrando nuestra identidad étnica, blanqueándonos al retratarnos como europeos del este e incitando al acoso hacia los kazajos en todo el mundo. Nuestra gente denuncia innumerables casos de acoso sexual y físico, así como intimidación debido a la franquicia de Borat", dice el escrito, que añade que muestra a sus habitantes como "misóginos, incestuosos, antisemitas y bárbaros".
Las consecuencias de la primera entrega
Amazon no ha respondido a las acusaciones, pero Baron Cohen se defendió en un comunicado al New York Times diciendo que eligió ese país porque "era un lugar del que casi nadie en Estados Unidos sabía nada, lo que nos permitió crear un mundo salvaje, cómico y falso. La verdadera Kazajstán es un país hermoso con una sociedad moderna y orgullosa, lo opuesto a la versión de Borat". Pero esto no es suficiente ni para Gia Noortas, CEO de la Academia de cine de Hollywood, ni para Tampa Bay, coordinador regional del consejo de relaciones Estadounidenses-Islámicas, que han asegurado que desde el estreno de la primera entrega en 2006, el pueblo kazajo ha sufrido una mayor discriminación étnica que ha derivado en acoso escolar para los niños y ha expuesto a las mujeres kazajas a un mayor acoso sexual y que Baron Cohen les eligió siendo consciente de que es un pueblo que carece de poder politico o económico para formar un gran colectivo y denunciar o boicotear su película. Sin embargo, y a diferencia de lo que pasó con 'Borat', el gobierno no ha prohibido la exhibición de la secuela e incluso ha aprovechado una de las coletillas del personaje para una campaña turística que reza "Kazakhstan. Very Nice!". 'Borat Subsequent Moviefilm' está ya disponible en Amazon Prime Video.