Ayer alcanzamos la tercera jornada de Sitges con una espectacular afluencia de público a las salas. El festival ofrecía apuestas para todos los paladares en el auditorio y eso se hizo notar en lo heterogéneo de los espectadores que pasaban por taquilla. Uno de los platos fuertes era el estreno de la película de animación 'Los Boxtrolls', nueva producción del prometedor estudio Laika y Focus Features, que sirvió de paréntesis amable a la violenta intesidad de otras propuestas más características del festival.
'Los Boxtrolls', que llegará el 31 de octubre a las salas comerciales españolas, es una fantasía de corte oscuro que cuenta las desventuras de unos curiosos trolls que se ocultan en cajas de embalaje y recolectan durante la noche objetos desechados por los humanos. Su convivencia con un niño, criado desde que era un bebé por uno de estos simpáticos monstruítos y la cruzada contra ellos que emprende un repugnante villano, centran el guion de un film entretenido y de resultona animación, que no destaca sin embargo por el carisma de sus personajes ni por un humor especialmente atinado.
Otra propuesta igualmente lúdica de la jornada de ayer -aunque en un sentido radicalmente distinto- era 'The Guest', que utiliza el humor y la violencia extrema para narrar la incursión de un joven soldado de élite en una familia norteamericana que ha perdido a su hijo en combate. El personaje interpretado con sorna por Dan Stevens, que se nos presenta como un tipo violento que ejerce de protector con la familia de acogida, se convertirá en una máquina de matar que solo protege su propia existencia en un aplaudido film de acción que aunque entretiene es víctima de sus excesos.
Romance juvenil entre las bombas
Por su parte, 'Mi vida ahora (How I live now)' de Kevin Macdonald, es una nueva distopía futurista protagonizada por personajes juveniles en plena alteración hormonal. Saoirse Ronan interpreta a una joven norteamericana que pasará una temporada en la campiña inglesa junto a sus primos británicos, coincidiendo con un ataque nuclear a la ciudad de Londres, que los condenará a huir y separarse en busca de la supervivencia. Narrada con buen pulso, funciona mejor en su sentido aventurero que en el gastado romanticismo adolescente del que hace gala, aunque la trama tenga el valor de flirtear con lo incestuoso, algo que a buen seguro la ha dificultado su andadura comerical.
Por último, destacamos la interesante 'Orígenes (I origins)' del estadounidense Mike Cahill y protagonizada por Michael Pitt, una muestra de ciencia ficción filosófica que explora la teoría de la migración del alma a otros cuerpos a través de una historia de científicos que investigan los patrones del ojo humano, en la que también cabe un emocionante romance trágico y una exploración de la espiritualidad que le reportará al film inevitables críticas, a pesar de sortear con habilidad el abismo de lo grotesco. Una propuesta original y atractiva que conjura con bastante acierto la eterna batalla entre la fe y la ciencia.