Podríamos decir que Paul Thomas Anderson es uno de esos directores con los que cualquier actor desearía trabajar. Y es que, además de haber recibido en todas sus películas muy buenas críticas, también es admirado y respetado por sus compañeros de profesión, como es el caso de, por ejemplo, el aclamado Quentin Tarantino.
Tal es la influencia del cineasta en el gremio que uno de los miembros del reparto de su última cinta, 'Licorice Pizza', ha reconocido que Anderson es el culpable de que no dejase de lado el campo de la actuación. Se trata del mismísimo Bradley Cooper, intérprete con una ya consagradísima carrera y que además acaba de estrenar 'El callejón de las almas perdidas' de Guillermo del Toro.
"La razón por la que no dejé de actuar es Paul Thomas Anderson" explica la estrella en una charla con Mahershala Ali para el medio Variety. Resulta que Cooper atravesaba un bache debido al Covid-19 y se sentía inseguro con su papel en el metraje de del Toro, por lo que cuando recibió la llamada de Anderson, con quien nunca había coincidido en ningún rodaje, su autoestima mejoró por completo: "Cuando me llamó para que tal vez estuviera en su película, y lo digo completamente en serio, creo que hasta me hubiese valido con solo abrir una puerta en el filme. Hubiera hecho literalmente cualquier cosa".
Un gran aprendizaje
En la propuesta, el protagonista de 'Ha nacido una estrella' da vida a Jon Peters, un personaje real de los 70 que pasó de ser peluquero y estilista a un productor de cine. Según cuenta Cooper, aprendió muchísimo de su experiencia con el director de 'Magnolia'o 'Boogie Nights': "Esa fue la primera película a la vuelta del Covid. Y Jon Peters fue el comienzo del filme, así que empecé con todos los demás, lo cual fue maravilloso (...) Pasé tres semanas y media con Paul. Vi todas las pruebas de cámara. Me estaba enseñando todo sobre lentes, cosas que nunca supe. Es increíble".
'Licorice Pizza' se estrenará en las salas españolas el 11 de febrero.
