En el imaginario colectivo, los superhéroes son personajes con una indumentaria un tanto peculiar. Colores imposibles, mallas ajustadas, grandes capas, antifaces y demás vestimenta kitsch era la forma que se tenía de representarlos. ¡Ay, qué sería de Superman sin sus calzoncillos rojos por encima del pantalón o de Wonder Woman y su escueto atuendo que deja más bien poco a la imaginación!
Pero todo esto cambió con la adaptación de las historietas de los famosos mutantes 'X-Men', haya por el año 2000, cuando decidieron apartarse de la versión clásica y darle un toque más serio y "realista" a sus vestimentas, homogeneizándolos a todos con unos ajustados trajes de cuero negro. La decisión, que fue duramente criticada por los fans, no fue tomada por otras adaptaciones, dándose cuenta el estudio que la gente es capaz de otorgarle seriedad a los personajes independientemente de cómo vayan vestidos.
Dejando a un lado el cuero
Por ello, no es de extrañar que el recientemente anunciado director de la segunda parte de la precuela 'X-Men: Days of Future Past ' Bryan Singer, haya publicado en su cuenta de Twitter el siguiente mensaje: Para aquellos que se lo pregunten...no habrá trajes de cuero.
Por lo que el gran conocedor de la franquicia y actual responsable, nos deja bien claro que pasa de la estética que el implantó, y acata los resquicios estéticos que ya pudimos ver en 'X-Men: Primera generación' (el traje de Reina Blanca decía mucho de por dónde quería orientarse la saga). Y a vosotros qué os parece, ¿deben conservar la estética del cuero o lanzarse directamente a recuperar los diseños originales y reversionarlos?