La broma de Carrie Fisher en 'Indiana Jones y el templo maldito' y otras curiosidades

'Indiana Jones y el Templo Maldito' supone un distanciamiento considerable en tono con respecto a la primera entrega de la saga. La secuela es mucho más oscura y tiene elementos temáticos muy retorcidos e impactantes. La razón de este giro hacia lo siniestro es un reflejo del estado emocional de George Lucas, que reconoció que el film había salido así porque estaba atravesando por uno de sus periodos personales más oscuros debido a su reciente divorcio. A Spielberg le pareció bien el tono que Lucas propuso para la película, pero decidió contrarrestarlo añadiendo más humor para dar un respiro a la audiencia.

Las primeras ideas que George Lucas presentó a Steven Spielberg para 'El templo maldito' eran en realidad escenas eliminadas de 'Indiana Jones en Busca del Arca Perdida'. Entre ellas, la persecución en vagón por las minas y la caída libre en balsa desde la avioneta. En 'En busca del arca perdida', la secuencia de la mina tenía lugar originalmente en el clímax, justo después de abrir el Arca, con Indy y Marion cargándola en un vagón para huir de los nazis. La escena de la balsa ocurría antes de que Indy viajara a Nepal y conociera a Marion, y en lugar de caer en el río, aterrizaba en el Himalaya, por cuya ladera nevada descendía hasta dar con el bar de Marion.

Aunque existe alguna inconsistencia de guion que lo contradice, en realidad 'El templo maldito' es una precuela de 'En busca del arca perdida', ya que como indica un rótulo al inicio de la película, la acción transcurre en 1935, mientras que la primera entrega se ambienta en 1936.

Harrison Ford se lesionó la espalda durante el rodaje en Sri Lanka, pero el actor no lo consideró grave y decidió continuar. Más tarde, cuando la producción regresó a Londres, la situación de Ford empeoró al caer de espaldas sobre un especialista haciendo una escena, lo que le causó una hernia de disco. La producción tuvo que prescindir de su estrella principal durante dos semanas, mientras Ford volvía a Los Ángeles para someterse a una operación de urgencia. El rodaje se detuvo temporalmente, pero Spielberg convenció a Paramount de que podía continuar sin el actor para recuperar el tiempo perdido. Así, la mayoría de escenas de lucha y persecuciones que se ven en la película están realizadas por el especialista de riesgo Vic Armstrong. Cuando Ford se recuperó, Spielberg grabó todas sus escenas de frente y las editó con las de Armstrong sin que apenas se notase.

Por otro lado, Kate Capshaw (Willie Scott) también se lastimó durante el rodaje, concretamente haciendo la escena de la persecución en vagón. Afortunadamente, su caso fue mucho menos grave que el de su compañero de reparto. La actriz se hizo un hematoma en el ojo, y al día siguiente, al volver al rodaje, todo el equipo se había pintado un moratón negro para gastarle una broma.

Una de las escenas más emblemáticas de 'El templo maldito' es el "festín" en la India, inolvidable menú que incluía crujientes escarabajos gigantes, sopa de ojos y el plato estrella, sesos de mono. Todos nos preguntábamos de qué estaban hechos estos últimos en realidad, y la respuesta es muy dulce: una especie de natillas con salsa de frambuesa. Mmmm. Por otro lado, los escarabajos y los ojos eran de goma.

Después de la secuencia inicial tiene lugar un cameo que pasa desapercibido para muchos espectadores. Dan Aykroyd hacía una aparición estelar muy fugaz como el oficial que acompañaba a Indy, Willie y Tapón a la avioneta tras la perseción con Lau. El actor de 'Los Cazafantasmas' aparecía solo en planos generales, lo que hacía difícil identificarlo, pero tenemos esta imagen junto a Harrison Ford para corroborarlo.

El diseñador Anthony Powell cosió el mítico vestido rojo y dorado que Kate Capshaw luce en la secuencia musical del comienzo usando lentejuelas procedentes de las décadas de los 20 y los 30, lo que lo convertía en un diseño de valor incalculable. En la escena en la que Indy, Willie y Tapón acampan de camino al palacio de Pankot, un elefante empezó a comerse el vestido, colgado para que se secase. La escena acabó en la película, pero no estaba en el guión, por lo que el Powell reclamó los daños a la aseguradora, alegando como causa del desperfecto "comido por elefante".

En el primer borrador de guión había una persecución en moto que tenía lugar a lo largo de la Gran Muralla China. No obstante, el gobierno chino se negó a dar el permiso necesario para filmar la escena, y esta tuvo que descartarse.

El puente colgante del clímax estaba suspendido realmente a unos 60 metros de altura sobre una garganta natural de Sri Lanka. Spielberg, que padecía un miedo atroz a las alturas, jamás puso un pie sobre él. En su lugar, el director tenía que rodear en coche una y otra vez para filmar desde ambos extremos. Ford, por el contrario, no sufría acrofobia y no tenía problemas en correr de un lado al otro a toda velocidad.

J.D. Nanaykkara, el hombre que daba vida al anciano chamán que pide ayuda a Indy para rescatar a los niños de su aldea, no hablaba ni una palabra de inglés. Spielberg tenía que dictarle todas sus frases, y este las repetía lo mejor que podía. Además de esto, Nanaykkara emulaba los gestos del director, por lo que su interpretación en pantalla es un reflejo literal de Spielberg.

Para superar la escena de las serpientes en 'En busca del arca perdida', Spielberg y Lucas idearon la escalofriante secuencia de los insectos en la caverna. Para llevarla a cabo se reunieron 50.000 cucarachas y 30.000 escarabajos reales, proporcionados por varias granjas de insectos de Londres. A Capshaw le aterrorizaba tanto hacer la escena que se tuvo que tomar un Valium antes para tranquilizarse.

'Indiana Jones y el templo maldito' suscitó mucho revuelo por su alto contenido en violencia. Varias escenas, en concreto aquella en la que el villano Mola Ram arranca el corazón de un hombre vivo y lo hunde en un pozo de lava, eran demasiado fuertes como para dar a la película una calificación PG, es decir para todos los públicos. Sin embargo, tampoco eran suficientes como para obtener la etiqueta Rated-R (para mayores de 18 años). Por esta razón, Spielberg, que ese mismo año había producido otra película familiar más violenta de lo habitual, 'Gremlins', sugirió al por aquel entonces presidente de la MPAA (Motion Picture Association of America), Jack Valenti, la creación de una calificación intermedia. Así es como nació el término "PG-13". Sin embargo, contrario a lo que muchos creen, la primera película no recomendada para menores de 13 años no fue 'El templo maldito', sino 'Amanecer rojo'.