Durante muchos años, la comunidad LGBTQ+ ha estado relegada a los márgenes del cine, encontrando su vía de salida en los movimientos underground y colándose en Hollywood solo como el chiste de mariquitas de turno, el amigo gay accesorio o un recurso para la tragedia. Afortunadamente, los tiempos han cambiado y aunque el colectivo queer y trans sigue sufriendo muchas injusticias en el mundo real, en la pantalla va abriéndose camino, poco a poco, en los espacios donde antes se le tenía negada la entrada.
Solo en los últimos años hemos vivido un auténtico estallido de comedias románticas centradas en personajes LGBTQ+, como 'La estación de la felicidad (Happiest Season)', 'Fire Island', 'Soltero hasta Navidad', 'Crush' o 'Todo es posible'. Los blockbusters, grandes propiedades o el cine de superhéroes se nos siguen resistiendo, pero la comunidad ha encontrado un hueco para campar a sus anchas en el género romántico. Ahora bien, hasta ahora, todas las películas recientes de majors hollywoodienses centradas en parejas queer se han estrenado exclusivamente en streaming. Pero todo cambia con la llegada de 'Bros - Más que amigos', un estreno histórico por dos razones principales: es la primera comedia romántica de un gran estudio centrada en dos hombres gays (recordemos que 'Con amor, Simon' allanó el camino desde el género adolescente) y la primera con un reparto íntegramente formado por personas LGBTQ+, tanto en los papeles queer como en los hetero.
El proyecto corre a cargo del humorista Billy Eichner, conocido por papeles secundarios en series como 'Parks and Recreation' y, sobre todo, por su programa viral 'Billy on the Street'. Eichner se alía con dos pesos pesados de la comedia estadounidense, Nicholas Stoller ('Paso de ti') a la dirección y Judd Apatow ('Si fuera fácil') a la producción, para contarnos la historia de amor entre Bobby (interpretado por él mismo), un sincero locutor de radio y podcasts de Nueva York que dedica su vida a la lucha por la visibilización de la comunidad LGBTQ+, y Aaron (Luke Macfarlane), un atractivo abogado con alergia al compromiso. Dos hombres que son aparentemente polos opuestos, pero que a base de citas, encuentros sexuales y una exploración mutua de lo que significa ser un hombre gay en el mundo actual, encuentran un nexo común que los hará el uno para el otro.
'Bros - Más que amigos' llega precedida de un gran revuelo por su histórica contribución a la representación LGBTQ+ en el cine, pero afortunadamente, no tenemos que lamentar que eso sea lo único destacable de la película. Al contrario, 'Bros' es una comedia romántica redonda, divertidísima y definitivamente memorable. Con un guion muy afilado y un sentido del humor agudo e inspirado, Eichner abraza y, a la vez, logra subvertir los tópicos de un género de reglas asentadas, rindiendo homenaje a clásicos (hetero) como 'Cuando Harry encontró a Sally', 'Algo para recordar' o 'Annie Hall' para a continuación deconstruirlos desde la mirada gay del siglo XXI.
En la película, el personaje de Eichner se queja constantemente de cómo se ha representado a la comunidad en el cine -en el caso de los grandes estudios, suavizando su experiencia para hacerla más digerible de cara al público heterosexual- y cómo esta ha tenido que ajustarse a la norma para ser aceptada. Ese es el mensaje que funciona como catalizador de una historia que busca precisamente eso, demostrar que la experiencia queer no es monolítica, sino que incluye todo un abanico de identidades, matices y formas de vivir la vida. De ahí que Eichner decidiera aproximarse a las escenas de sexo desde una perspectiva más honesta y natural, siempre con el foco del humor, pero sin olvidar su propósito de mostrar como válidas y reales las alternativas al romance heteronormativo.
Secuencias que se utilizan no solo para hacer reír, sino también para poner sobre la mesa conceptos como el de la pareja abierta y la poligamia, sin grandes aspavientos y con total naturalidad. En ese sentido, la ambición de Eichner pasa por incitar muchos temas de conversación en torno a la comunidad LGBTQ+, que utiliza para crear una historia con muchas capas: la masculinidad, los estereotipos, la obsesión por el físico ideal. Y sobre todo, la importancia de visibilizar la lucha de la comunidad LGBTQ+ y su papel en la historia de los derechos civiles.
Para ello, Eichner reserva una trama, que vertebra toda la película, a la creación de un Museo de Historia LGBTQ+ en Nueva York, para el que Bobby, su personaje, ejerce como director. Ahí es donde Eichner reconoce su privilegio como hombre cis blanco y lo utiliza para dar voz a miembros menos representados de la comunidad (personas trans, bisexuales, racializadas...), un grupo muy diverso a quien ponen cara Jim Rash, Dot-Marie Jones, TS Madison, Miss Lawrence y Eve Lindley. Sus escenas son tan hilarantes como trascendentales, ya que entre un chiste genial y otro, nos invitan a reflexionar sobre la representación en el cine (con dardos a esos valientes heteros que interpretan a gays solo para ganar premios), la educación en escuelas y el legado oculto de la comunidad LGBTQ+, construyendo así una auténtica celebración que fusiona entretenimiento y activismo en un cóctel infalible, empujando hacia el mainstream lo que suele estar fuera del foco.
Eichner se niega a complacer del todo a la mirada generalista a la que suelen dirigirse los grandes estudios, incluyendo de frente temas por los que el cine suele pasar de puntillas para no espantar al público conservador. De la misma manera, 'Bros' tampoco filtra a la hora de construir un universo propio a base de guiños y referentes de la comunidad LGBTQ+, con diálogos brutalmente divertidos, referencias cómplices al colectivo y sus obsesiones y cameos absolutamente geniales (lo de Debra Messing es glorioso). Esto puede llevarla a menudo a terreno nicho, pero Eichner no se olvida de que está haciendo una película para Universal Pictures y quiere que la vea todo tipo de público. Por eso se asegura de trazar un relato que, más allá de ensalzar orgullosamente lo específico y concreto de la comunidad que representa, también funciona a todos los niveles como comedia, romance e historia de crecimiento personal.
Provocadora y genial, pero no sin sus contradicciones
Eichner es un narrador nato. Su experiencia escribiendo series como la inédita en España 'Difficult People', su gran capacidad observadora de la sociedad y el mundo del espectáculo y su experiencia personal le ayudan a crear una historia en la que salta a la vista que lo ha volcado todo. 'Bros' se beneficia de la agilidad cómica de su creador para darnos una comedia que no baja el ritmo, que hace reír de forma consistente y no pierde fuelle; una película que sabe cuándo toca un buen chiste y cuando un buen momento introspectivo o emocionante.
Desafortunadamente, el Billy Eichner actor no está a la altura del Billy Eichner guionista. Sus carencias son evidentes (Eichner siempre interpreta al mismo personaje, que casualmente es él mismo), aunque Macfarlane aporta un contrapunto perfecto, equilibrando a la pareja de la mejor forma posible. La química está ahí y Macfarlane, que tiene experiencia sobrada en comedias románticas (es un habitual de las TV Movies clónicas de Hallmark), encuentra aquí una válvula perfecta para demostrar que es algo más que un tipo atractivo. Su Aaron podría ser un personaje plano, el típico tío bueno y objeto de deseo sin más, pero Macfarlane le da capas y dimensiones que lo convierten en algo real, con las que Eichner nos habla de cosas como la cultura de las apps de citas, el espectro de la masculinidad, el culto al cuerpo "perfecto" y los problemas mentales que esto puede provocar.
Sin embargo, 'Bros' no se libra de sus propias contradicciones. Aunque resulta rompedora en su aporte a la representación en el cine mainstream, acaba adhiriéndose en mayor menor medida a las normas que al principio propone dinamitar. Sí, el reparto íntegramente LGBTQ+ y la presencia de personas queer y trans racializadas es un gran paso adelante, pero al final, la película no deja de girar alrededor de dos hombres blancos cis normativos. Ahí es donde se puede ver claramente que la revolución tiene su límite, y que hacer una película así para un gran estudio conlleva tener que ajustarse a ciertos parámetros, por mucho que se luche en cambiar otros. De esta manera, y aunque no le falta audacia y cualidad subversiva, su crítica a la cultura mainstream y cómo ha tratado a las personas queer en los medios queda un poco diluida por su propio deseo (u obligación) de ajustarse precisamente a esa visión comercial y heteronormativa.
Aun con esos defectos, 'Bros - Más que amigos' es un triunfo en muchos sentidos. Autoconsciente y salvajemente satírica, atrevida y descaradamente sexy, agria y dulce a la vez. Pese a que a veces peca de ambicioso en todo lo que quiere abarcar, Eichner llega adonde se propone, y aunque la película esté dirigida por un hombre hetero, está claro en todo momento que está concebida por una persona gay, aportando una autenticidad que no siempre se siente en productos así. 'Bros - Más que amigos' es una de las mejores comedias del año, probablemente la mejor comedia romántica queer que hemos tenido recientemente y una de las películas más completas y certeras sobre la vida LGBTQ+. Un compendio imperfecto, pero rico en matices, que nos recuerda que nuestras experiencias son dignas de ocupar todos los espacios, que siempre hemos estado aquí y que no nos vamos a ninguna parte.
Nota: 8
Lo mejor: Es divertida de principio a fin y está llena de diálogos y chistes memorables. Su aporte a la representación LGBTQ+ es muy valioso.
Lo peor: Eicher actor no está a la altura de Eichner guionista. Sus contradicciones difuminan un poco su mensaje.