El mero hecho de intentar trasladar el poder, la magia, la contundencia, la pasión y la energía que transmite un musical de Broadway a la gran pantalla ya es digno de aplauso. De ovación, mejor dicho. Aquellos que hemos tenido la inmensa suerte de disfrutar de uno de estos espectáculos inolvidables en alguno de los teatros que inundan uno de los miles de corazones que tiene esa ciudad inagotable llamada Nueva York, sabemos que lo que se siente sentado en esas butacas es completamente irrepetible. Y, por si las dudas, también inimitable. Sin embargo, el cine lleva décadas empeñado en seguir intentando repetir la fórmula, con mayor o menor éxito dependiendo de la película de la que hablemos. Y aquí lo vamos a hacer de diez de las mejores.
A continuación, proponemos una ruta repleta de canciones memorables, números musicales que desencajan la mandíbula y no dan otra opción que no sea la del entusiasmo, personajes encantadores que te atrapan con sus historias cómicas, dramáticas o, incluso, de auténtico terror. Hay para todos los gustos y de todas las formas, también de todas las tallas y dimensiones, demostraciones de poder contundente en busca del mayor espectáculo del mundo y pequeños castillos construidos con la arena que recorre las mejores melodías. Al final, Broadway es todo, y eso debería incluir también al cine. Arte y arte sumando a favor.
Comenzando con la apasionante 'The Rocky Horror Picture Show' y finalizando con la estupenda y oscarizada 'Chicago', aquí están diez películas que trataron de capturar la esencia de Broadway en cada uno de sus planos, respetando el montaje teatral, y al mismo tiempo, arriesgando en cada decisión, igualando un listón que parecía infinito. Obras llenas de talento y pasión, nervio y delicadeza, emoción y felicidad. Obligatorias. Lo más cercano a estar en Broadway sin salir de casa.
10 grandes musicales de Broadway adaptados al cine
'The Rocky Horror Picture Show'
Dos años después de su estreno en el Royal Court Theatre de Londres, Broadway recibió con los brazos abiertos a 'The Rocky Horror Show', musical de Richard d O'Brien que solamente tendría que esperar unos meses para aterrizar también en la gran pantalla. Dirigida por Jim Sharman y con ese inolvidable dúo formado por Tim Curry y Susan Sarandon al frente del reparto, 'The Rocky Horror Picture Show' explotaba con toda su libertad, entusiasmo y provocación ante la mirada de unos espectadores que no tardaron demasiado en convertirla en una obra de culto.
El tiempo, siempre contundente, dictaría la última y más importante sentencia. ¿Era 'The Rocky Horror Picture Show' una película condenada a envejecer de manera triste y decepcionante por su condición de hija de su tiempo? La respuesta es un rotundo no. A día de hoy, todas sus virtudes, infinitas, se siguen desplegando con una fascinación deslumbrante. Una propuesta que es pura tentación. Irresistible.
'Oliver'
Empecemos por el final (y los aplausos). 11 nominaciones y 6 premios, incluyendo los correspondientes a las categorías de Mejor Película y Mejor Director, convirtieron a 'Oliver' en la gran triunfadora de su edición de los Oscar. Un logro impresionante que se puede discutir con mayor o menor insistencia, especialmente si se tienen en cuenta el resto de propuestas nominadas ('Una chica divertida', 'El león en invierno', 'Raquel, Raquel' y 'Romeo y Julieta'), pero que deja poco lugar a dudas: el musical acababa de sumar un nuevo clásico.
Una obra maestra repleta de encanto, inmensas canciones y números musicales absolutamente inolvidables que convertía el espectáculo marca Broadway en cine vivo, emocionante. Disfrutar de ella cinco décadas después sigue siendo una experiencia relacionada directamente con la felicidad. No es poca cosa.
'Los miserables'
La adaptación cinematográfica de 'Los miserables', uno de los musicales más importantes de la historia de Broadway, basado a su vez en una de las novelas más importantes de la historia de la literatura, lo tenía todo, absolutamente todo, para ser perfecta. Por supuesto, no lo fue. Pero, maldita sea, sigue siendo imposible no emocionarse con canciones tan inmensas, personajes tan conmovedores, instantes de épica tan brutales.
El director Tom Hooper no puedo, o mejor dicho, no supo controlar un monstruo de estas dimensiones, pero el reparto terminó elevando a sobresaliente una función que ya partía con el notable bajo el brazo gracias a la imponente música de Claude-Michel Schönberg, una de las cimas indiscutibles dentro del género. De acuerdo, Broadway y los primeros planos nunca se han llevado bien, pero uno tiene que perdonar (casi) todo con monumentos de la talla de 'I dreamed a drem', 'One day more' o 'Do You Hear the People Sing?'.
'Sweeney Todd, el barbero diabólico de la calle Fleet'
El coqueteo entre Tim Burton y el género musical es casi una constante en su cine. Desde la delirante coreografía de 'Bitelchus' hasta las numerosas canciones que engrandecían la maravillosa 'La novia cadáver', la mayoría de sus películas han vivido un apasionado romance con melodías que funcionaban como elemento imprescindible a la hora de dar forma a las historias marca de la casa. Por eso, el salto definitivo en forma de adaptación cinematográfica de una obra clásica dentro del catálogo de musicales de Broadway, más que sorprender, se entendió como un paso coherente dentro de su filmografía.
Con la ayuda de su inseparable Johnny Depp en una de sus mejores interpretaciones, Burton mantenía el humor negrísimo pero sustituía la ternura por rabia, el romanticismo por odio, las sonrisas por litros y litros de sangre. Elevada hasta el infinito por la maestra partitura de Stephen Sondheim, 'Sweeney Todd' se convertía en la mejor película de Burton desde 'Big Fish', una obra maestra en la que nada sobra y nada falta, perfecta en lo visual, marca de la casa, pero excelsa también en su intensidad dramática. Burton y su mundo se fundían con la historia del barbero Benjamin Barker y conseguían, de nuevo, unanimidad en el aplauso. Lo que pocos podíamos esperar era que aquel momento de euforia y entusiasmo general se vería, a día de hoy, como el último gran momento de un cineasta que, a partir del último corte de cuello, comenzaría un triste camino por el desierto.
'Grease'
Vamos por partes. El camino de 'Grease' comenzó en 1971 en el Kingston Mines Theatre de Chicago, un teatro situado en un antiguo garaje de tranvías. Un año después debutó en el Eden Theatre del Off-Broadway neoyorquino para, meses más tarde, acabar en el Broadhurst Theatre de Broadway, donde se representó hasta abril de 1980. En total, 3.388 funciones regulares y 20 previas, es decir, un nuevo récord para la época. Sin lugar a dudas, una trayectoria de éxito para una obra que en 1978 saltó a la gran pantalla para convertirse, de manera automática, en el musical más popular de las últimas décadas. John Travolta y Olivia Newton-John. Danny Zuko y Sandy Olson. 'Summer Nights' y "You're the One That I Want'. Tupés y chaquetas de cuero. Historia de Broadway. Y del cine.
'Cabaret'
Entre los muchísimos logros conseguidos por esta apabullante adaptación de 'Cabaret', palabras mayores en las tablas de Broadway, se encuentra uno relacionado directamente con los Oscar. Y puede que los premios no sean un termómetro nada fiable para evaluar el talento o la grandeza de una película pero es que la joya dirigida por Bob Fosse en 1972 estuvo muy cerca de quitarle la estatuilla a Mejor Película a, nada más y nada menos, que la familia Corleone.
Efectivamente, 'El Padrino' llegó asustado hasta la última categoría, momento en el que su batalla contra 'Cabaret' andaba con un resultado de 8 a 2 a favor del musical, incluyendo el Oscar a Mejor Director para el propio Fosse. Sin embargo, el premio a Mejor Película terminó en las manos de la obra maestra de Francis Ford Coppola, un acto de justicia y sentido común que, en cualquier caso, no debe ocultar el impacto brutal que tuvo 'Cabaret' en el año de su estreno. Su eco, aún hoy, se mantiene completamente intacto.
'West Side Story'
Una historia tan apasionante e inolvidable como la de 'Romeo y Julieta' de William Shakespeare solamente podía ser aún más redonda si sumaba música de Leonard Bernstein, letras de Stephen Sondheim y coreografías de Jerome Robbins. Dicho y hecho: 'West Side Story'. Cuatro años después de su estreno en Broadway, esta historia de romances imposibles, bandas callejeras y personajes memorables, llegaba al cine a través de una adaptación que era puro nervio, puro espectáculo, pura melodía.
Un épico musical de primer nivel que cautivó a millones de espectadores alrededor del mundo, que convenció a la inmensa mayoría de críticos especializados y que redondeó la jugada con 10 premios de la Academia, incluyendo los correspondientes a Mejor Película y Mejor Director. Un clásico cinematográfico que supero a su referente teatral a base de escenas de un poder indescriptible, arrebatador.
'My Fair Lady'
Los comienzos teatrales de 'My Fair Lady' fueron, cuanto menos, complicados. Y no nos referimos al público, entusiasmado desde el comienzo con ella, sino de alguno de sus principales responsables. El ejemplo más evidente lo encontramos en su protagonista, Rex Harrison, quien llegó a encerrarse en su camerino unas horas antes del gran estreno argumentando que "de ninguna manera actuaría esa noche con 32 entrometidos en el foso". Al final, le hicieron cambiar de opinión y la obra se representó con normalidad, consiguiendo además un gran éxito.
Momentos de tensión que poco o nada tienen que ver con las sensaciones que rodearon a su aclamada adaptación cinematográfica de 1964, protagonizada por el propio Harrison y una inolvidable Audrey Hepburn y con la que el director George Cukor consiguió el aplauso unánime de crítica y público. Recaudaciones espectacular y 8 Oscar, incluyendo los de Mejor Película, Mejor Director y Mejor Actor, redondearon uno de los saltos de Broadway a la gran pantalla más grandiosos de la historia.
'Rent'
'Rent', la adaptación cinematográfica de la obra musical de Broadway homónima, sigue siendo la película menos Chris Columbus dirigida por Chris Columbus. Una propuesta que, pese a cosechar una respuesta crítica más que positiva, no contó con el beneplácito del público, indiferente en el momento de su estreno y sin ningún tipo de interés en reivindicarla con el tiempo.
A pesar de esta decepción comercial, no deberíamos infravalorar una adaptación profundamente respetuosa con el material original, obsesionada con convertir cada plano en un trozo de escenario, cada canción en un aplauso final a todo volumen y cada giro en un impacto. No siempre lo consigue, pero la pasión de sus responsables es desbordante.
'Chicago'
Broadway lleva celebrando esta historia vibrante, sexy y memorable llamado 'Chicago' desde 1996. Es decir, un dato histórico que lo sitúa en el segundo puesto de la lista de espectáculos de mayor permanencia en cartel con más de 8.000 funciones hasta la fecha, una cifra que se complementa con su tremendo éxito en Londres, donde se representó durante 15 años, convirtiéndose así en el musical americano que más tiempo ha aguantado en cartel en la historia del West End.
Un reconocimiento absoluto que se mantuvo intacto tras su paso a la gran pantalla en 2002, gracias a una adaptación que conseguía atrapar al espectador de una manera tan convincente que uno casi conseguía oler las tablas del teatro. Por su parte, la Academia también se rindió ante ella, convirtiéndola en la gran triunfadora de los Oscar con 6 estatuillas, incluyendo Mejor Película. El último musical en conseguir esa codiciada victoria.