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PUESTA A PUNTO

El cambio radical de Michael B. Jordan para 'Creed: La leyenda de Rocky' y la dieta con la que lo consiguió

El actor se ha sometido a una rutina muy exigente para estar en mejor forma que Stallone en las primeras películas de 'Rocky'.

Por Carlos Polanco Sobrín 3 de Diciembre 2015 | 18:55

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Si hace unas semanas conocíamos el increíble cambio en la complexión de Chris Hemsworth para 'En el corazón del mar', esta vez toca ver a Michael B. Jordan, el actor que intentará resucitar la saga 'Rocky' con el spin-off 'Creed: La leyenda de Rocky', que llega a España el 8 de enero de 2016. Jordan, la Antorcha Humana de la fallida última adaptación de 'Cuatro fantásticos', ha seguido una estricta dieta, acompañada de una rutina de ejercicios muy exigente, para ajustarse a la complexión de un boxeador, algo que ha conseguido a juzgar por una foto de Instagram.

Michael B. Jordan

Jordan, que en la película interpreta al hijo de Apollo Creed, Adonis, ha trabajado con el entrenador personal Corey Calliet para conseguir esto. "Recuerdo hablar con Mike sobre 'Creed', He crecido viendo 'Rocky' y estaban muy musculados, pero sabía que con mis habilidades podría hacerlo mejor". Dicho y hecho, el hijo de Apollo Creed no tendrá nada que envidiar a su padre o a Rocky.

Su dieta consistía principalmente en un aumento en la ingesta de proteínas, que se encuentra en los huevos, el pollo y el pescado, para definir músculo, junto a arroz y avena y verduras, estas últimas para aportar los minerales y vitaminas esenciales. Todo ello en seis comidas al día, que se complementaban además con pequeñas ingestas cada media hora. "En medio de dos tomas, simplemente comía. Pollo, arroz y brécol, mucho de cada uno", ha explicado el propio Jordan. A esto hay que añadirle suplementos que tomaba antes y después de hacer ejercicio. A pesar de esta dieta, que seguía seis días a la semana, tenía un "día de trampas", en el que podía comer lo que quisiera.

Rutina de ejercicios

Por si esto no fuera suficiente, la rutina de ejercicios de Jordan no se quedaba atrás en cuanto a exigencia. Al día, hacía casi una hora de cardio, una milla (1,6 kilómetros) de calentamiento en la cinta, dos series de 10 flexiones, cuatro series de mancuernas, tres rondas de saltos de distintas clases y por supuesto, entrenamiento de boxeo, lo que incluye comba y saco. Además, uno de cada dos días tenía tres sesiones de 25 sentadillas. Un entrenamiento concienzudo que ha dado un resultado notable.