å

CRÍTICA

'Capitán Harlock': Anime para dummies

Llega a nuestras pantallas la adaptación del manga (y anime) que en los años 70 popularizara Leiji Matsumoto, una historia de piratas espaciales de un futuro lejano.

Por Daniel Lobato Fraile 31 de Enero 2015 | 09:00

Comparte:

Ver comentarios (2)

Antes que nada, ¿quién es el Capitán Harlock? Se trata de un personaje creado por el mangaka Leiji Matsumoto, un pirata espacial que protagonizara su propia serie de animación allá por los años 70 con gran éxito en varios países. La historia nos traslada a un futuro lejano en el que la humanidad ha conquistado el espacio, pero no tiene la posibilidad de regresar a La Tierra, orbe ahora sagrado al que se está prohibido ir. Una conspiración por aquí, unas traiciones por allá y el Capitán Harlock y su tripulación tendrán en sus manos el destino del mundo.

'Capitán Harlock': Anime para dummies

Sobre el papel, la historia pinta muy interesante; digna de un buen relato de aventuras, con el añadido de poder reinterpretar los códigos del género de piratas en clave de ciencia ficción. Y sin embargo todas las esperanzas se van por la borda ante un desarrollo torpe y redundante.

La sensación que transmite la película es la de que Shinji Aramaki, su director, nos está haciendo un gran favor porque nuestra edad mental no debe superar los cinco años. Porque si no, es inexplicable que después de un eterno prólogo en el que se suceden textos y más textos resumiendo toda la historia, a mitad de la función aparece un personaje -de quien solo sabemos que es la última de su especie y es muy rara- que le cuenta al protagonista exactamente, casi palabra por palabra, lo mismo que leímos en el nada sintetizado prólogo. Encima, su trascendencia en la historia tampoco resulta determinante.

Por repetirse -al menos en la copia que nos proyectaron en el pase de prensa-, se repetía hasta el grafismo con el título de la cinta: una vez al principio, y una segunda como en 'Lost', cuando la acción ya lleva un rato empezada. No vaya a ser que nos olvidemos de qué película estamos viendo.

'Capitán Harlock' es una propuesta muy descompensada, con un guion muy simple, que tira de arquetipos e ideas manidas, y una puesta en escena impresionante. Importa más la forma que el contenido. Las animaciones del Arcadia -el barco de los protagonistas- están muy bien realizadas, aporta soluciones visuales muy interesantes y hace creíble que un barco "surque" el espacio. Su disfrute en pantalla grande está garantizado. Pero el argumento en el que tiene que moverse, es harina de otro costal. Los precedentes no se olvidan (¿quién no recuerda 'Final Fantasy: La Fuerza Interior'?) y parece que ha habido tal necesidad de occidentalizar la propuesta -no faltan las canciones pop entonadas en inglés- que está queda reducida a un revoltijo de conceptos vistos mil veces antes (gobernantes que solo piensan en sí mismos o "Gaia" como lugar sagrado, con fondo ecologista de por medio, etc) y unos personajes nada atractivos: el que da nombre a la película está tan por encima del bien y del mal que cuando sale a relucir su tragedia personal es imposible empatizar con él, y Yama (de quien tomamos el punto de vista durante gran parte de la acción) es tan soso que recomiendan su consumo en dietas bajas en sal.

Derroche visual

Con todos estos problemas que presenta, 'Capitán Harlock' es el ejemplo perfecto de película de ostentación. Proyectos que acumulan números y números para ocultar sus defectos; lo que hace pensar a uno si a los productores les importaba más llenar los dossieres de prensa con datos que utilizar esos recursos para crear una buena película. Porque en 'Capitán Harlock' lo único que parece contar es (y paso a enumerar): 896 servidores empleados, 806 dispositivos utilizados para renderizar y 1.400 planos en la película CGI más cara hasta la fecha (30 millones de dólares) de Toei Animation ('Dragon Ball', 'Caballeros del Zodiaco', 'One Piece'). ¡Ah! Y James Cameron (cheque mediante, si no, es inexplicable) dice que es como "una leyenda con una calidad sin precedentes", "visualmente poética, épica en todos los sentidos y emocionalmente convincente".

Películas
Rostros