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OSCAR 2025

Crónica: Los Oscar cierran su edición más tumultuosa con una gala correcta y pocas sorpresas

Aunque reinó el buen rollo para compensar las numerosas polémicas que han marcado la temporada de premios, la ceremonia no nos dejó grandes momentos y las sorpresas escasearon.

Por Pedro J. García Más 3 de Marzo 2025 | 07:00
Redactor y crítico pop. Me apasiona la animación y veo series por encima de mis posibilidades.

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Adrien Brody, Mikey Madison, Zoe Saldaña y Kieran Culkin
Adrien Brody, Mikey Madison, Zoe Saldaña y Kieran Culkin (Oscars)

En todos los años que llevamos viendo y cubriendo los Oscar, no recordamos una carrera hacia la estatuilla dorada más tóxica que la de 2025. Diversas polémicas han empañado la temporada de premios: el uso de la inteligencia artificial, trapos sucios del pasado volviendo para perjudicar a varios nominados y, por encima de todo, el boicot a 'Emilia Pérez' y la controversia por los tweets racistas de Karla Sofía Gascón. Había mucha expectación, incluso nerviosismo, por saber cómo se abordaría la gala con todo esto sobrevolando sobre ella, pero al final no ha llegado la sangre al río.

La 97ª edición de los Oscar termina con una ceremonia en la que se ha optado por el buen rollo para contrarrestar la oscuridad del último mes. Con Conan O'Brien por primera vez como maestro de ceremonias, la retransmisión se ha desarrollado con normalidad, corrección y sin incidentes. La noche empezaba por todo lo alto (podríamos incluso decir que desafiando la gravedad) con el emocionante medley de 'El mago de Oz', 'The Wiz' y 'Wicked' interpretado por Ariana Grande y Cynthia Erivo, un inmejorable arranque al que seguía un acertado monólogo de apertura.

Ariana Grande y Cynthia Erivo
Ariana Grande y Cynthia Erivo (Oscars)

O'Brien ha cumplido con creces. Y, tras salir del cuerpo de Demi Moore en un clip parodia de 'La sustancia', ha decidido quitar la tirita de golpe mencionando a Gascón en los primeros minutos de la gala con uno de los chistes mejor recibidos de la noche: "En 'Anora' se dice 'f*ck' 479 veces. Tres veces más que el récord del publicista de Karla Sofía Gascón. Por cierto, Karla, si vas a tuitear sobre la gala, mi nombre es Jimmy Kimmel". La actriz española ha sido mencionada también en un discurso de agradecimiento, pero en general, el huracán 'Emilia Pérez' se ha contenido. Entre otras cosas porque de 13 nominaciones solo se ha llevado dos premios, Mejor Actriz para Zoe Saldaña y Mejor Canción Original.

El inicio de la gala parecía prometedor, pero no ha tardado en perder impulso, como suele ocurrir todos los años, diluyéndose en un sinfín de momentos olvidables, discursos aburridos, actuaciones musicales prescindibles, presentaciones de premios muy alargadas (el formato es bonito, pero lastra mucho el ritmo) y, en definitiva, una sensación generalizada de querer quitarse de encima una edición en la que todos hemos acabado un poco saturados. Puede que haya sido más llevadera que otros años y O'Brien ha hecho un estupendo trabajo, pero aun así ha faltado chispa. Ha faltado épica.

Conan O'Brien
Conan O'Brien (Oscars)

La ¿única? sorpresa de la noche

Si bien es cierto que la carrera al Oscar ha tenido unos cuantos giros, de la debacle de 'Emilia Pérez' a la remontada épica de 'Anora' en las dos semanas previas a la entrega de premios, la gala finalmente se ha desarrollado como se esperaba. Las últimas quinielas daban a 'Anora' como la triunfadora de la noche y así ha sido. La película de Sean Baker ha arrasado y sus estadísticas son una barbaridad: se ha llevado cinco de los seis Oscar a los que optaba (el pobre Yura Borisov es el único que se ha quedado sin estatuilla) y Baker ha subido al escenario del Dolby Theatre a recoger cuatro estatuillas a su nombre, haciendo historia de los Oscar.

Por lo demás, ha habido alguna sorpresa: 'Flow, un mundo que salvar' se ha alzado con el Oscar a Mejor Película de Animación, batiendo a la favorita, 'Robot salvaje', mientras que 'Aún estoy aquí' ha vencido a 'Emilia Pérez' en Mejor Película Internacional. Sin embargo, el gran giro de guion llegaba en el final de la gala, con el triunfo de Mikey Madison en la categoría de Mejor Actriz. Todo el mundo daba por hecho que el Oscar era de Demi Moore por 'La sustancia', pero la actriz de 'Anora' se ha hecho con el premio. Es cierto que Madison era la segunda en quinielas y sabíamos que tenía posibilidades, pero aun así, nos ha dejado a todos (Demi incluida) en shock (y felices, porque la suya es sin duda una interpretación increíble).

La gala también ha tenido reivindicación... pero no mucha. Sin caer en los excesos de los Goya, Hollywood se ha mostrado más moderada a la hora de lanzar sus mensajes, pero se han tocado muchos puntos: homenaje a los bomberos que lucharon contra las llamas en Los Ángeles, apoyo a Ucrania (por parte de Daryl Hannah), a las trabajadoras sexuales, denuncia al genocidio de Gaza, algún dardo (algo tímido) a Trump, celebración de hitos raciales, alegato a favor de las salas de cine (y un poco en contra del streaming) y del cine independiente.

Adrien Brody, suélteme el brazo

En cuanto a los discursos, ha habido un poco de todo, pero nada que vaya a pasar a la historia de los Oscar (si Moore se hubiera llevado el premio, probablemente estaríamos diciendo otra cosa). Kieran Culkin ha aprovechado su premio a Mejor Actor de Reparto por 'A Real Pain' (uno de los más cantados de la noche) para ponerse personal y recordar a su mujer que le prometió cuatro hijos si ganaba el Oscar. Zoe Saldaña, Mejor Actriz de Reparto por 'Emilia Pérez ha intentado luchar en vano contra las lágrimas mientras pronunciaba un emocionante discurso donde reivindicaba sus raíces como inmigrante y dominicana. Y Mikey Madison era un manojo de nervios mientras daba las gracias por su galardón.

Quien se ha tomado su tiempo en el escenario ha sido Adrien Brody, merecidísimo Mejor Actor por 'The Brutalist', que ha ganado su segundo Oscar tras hacerse con el primero a los 29 años por 'El pianista' (era y sigue siendo el actor más joven en lograrlo). Se ha extendido tanto que ha empezado a sonar la música para que termine su discurso y él, ni corto ni perezoso, ha ordenado a la Academia que la pare: "Estoy terminando, por favor, quitad la música. No es la primera vez que hago esto. Seré breve". Pero tras extenderse otro minuto y medio, el volumen de la música ha vuelto a subir para que se bajara del escenario. Afortunadamente, para compensar, Sean Baker le sucedía con el discurso más acelerado de la noche, y también de los más aplaudidos, en el que pedía a las distribuidoras que prioricen las salas por encima del streaming a la hora de estrenar películas.

Adrien Brody
Adrien Brody (Oscars)

Más allá de Brody secuestrando el escenario, pocas salidas de tono. De hecho, los momentos más impactantes han sido cortesía de O'Brien, que ha tenido bastante presencia como host a lo largo de la retransmisión, oscilando entre los chistes malos pero simpáticos, y los derechazos impredecibles: "Vamos por la mitad del espectáculo, así que eso quiere decir que es el momento de que Kendrick Lamar salga para llamar ped*filo a Drake".

Viva el cine independiente

Lo que no se ha llevado 'Anora' ha estado muy repartido. Tres para 'The Brutalist', la segunda más premiada de la noche. Dos para 'Wicked', 'Dune: Parte Dos' y 'Emilia Pérez'. Y solo uno para 'Cónclave', una de las favoritas de esta edición. Sin embargo, además de 'Emilia Pérez', la gran perdedora de la noche ha sido 'A Complete Unknown', el biopic de Bob Dylan protagonizado por Timothée Chalamet tenía ocho nominaciones y se ha ido de vacío.

La ceremonia también ha incluido números musicales en homenaje a Quincy Jones y James Bond, el segundo con LISA, Dona Cat y Raye haciendo un popurrí de canciones de la saga (de la que Amazon acaba de tomar el control creativo) y Margaret Qualley bailando en uno de los momentos más estelares de la noche. Sin embargo, ninguno ha estado a la altura del medley de 'Wicked' y todos se han sentido como relleno innecesario (aunque a los periodistas nos vengan bien esas pausas).

El equipo de 'Anora' recogiendo el Oscar a Mejor Película
El equipo de 'Anora' recogiendo el Oscar a Mejor Película (Oscars)

El fin de fiesta lo proporcionaban Mikey Madison y Sean Baker. El orden de entrega de los últimos premios vaticinaba barrido de 'Anora', y así ha sido, convirtiéndose en una de las ganadoras menos taquilleras de la historia con 40 millones de dólares en todo el mundo. Pero ojo, esto no es sinónimos de fracaso, sino un síntoma de cambio (muchas otras nominadas provienen de estudios independientes). Como ha recordado Baker en su cuarto y último discurso, 'Anora' costó solo seis millones de dólares y su triunfo es el recordatorio perfecto a Hollywood de que no puede abandonar este tipo de producciones. Después de que tanta polémica externa haya desviado el foco, la película de Baker lo ha devuelto a lo que de verdad importa: el cine.