Corría el año 2005 cuando el cineasta Pierre Morel dirigió su primer largometraje, 'Distrito 13', tras varios años trabajando como director de fotografía. Tres años más tarde, el cineasta se dio a conocer internacionalmente con el estreno de su película 'Venganza', a la postre primera de una trilogía, que supuso el origen del nuevo rumbo de la carrera de Liam Neeson como nuevo héroe de acción de la década. A pesar de que 'Venganza' parecía el prometedor inicio de una etapa llena de éxitos para el director francés, acabó convirtiéndose en el punto más alto de una carrera que desde entonces comenzó a caer en picado. Cinco años después del fracaso en taquilla cosechado por 'Desde París con amor', Morel vuelve a los cines con su nuevo largometraje, 'Caza al asesino'.
En el año 2006, el mercenario Jim Terrier y su equipo reciben el encargo de asesinar al ministro de minería de la República Democrática del Congo. Ocho años después, Jim se encuentra en el país africano trabajando como voluntario de una ONG cuando descubre que alguien está intentando matarle a él y a sus antiguos compañeros para eliminar todo rastro de la misión. El ex-mercenario emprenderá entonces una carrera contrarreloj para descubrir quien se encuentra detrás de todo este complot.
A pesar de presentar una premisa que en un principio promete dar pie a un desarrollo bastante interesante para los amantes del género de acción y de contar con nombres del calibre de Sean Penn o Javier Bardem en el reparto, la película no puede ser calificada con otro adjetivo que no sea el de despropósito.
Las películas de acción nunca han requerido de grandes guiones para ofrecer al público lo que busca, sin embargo, los guionistas de 'Caza al asesino', entre los que se incluye el propio Penn, no parecen conocer la línea que separa las licencias argumentales tomadas adecuadamente, en pos de favorecer la presencia de escenas de acción en el metraje, de las que lo único que consiguen es dejar en ridículo a una producción entera. Hasta el thriller más disparatado tiene sus límites, y ver como Sean Penn espera a los malos montado en un tío vivo es uno de ellos.
Para los que pensaron que la localización de la acción en España era un aliciente para ver la película, sólo puedo prevenirles de lo equivocados que están. Sí, sin duda resulta curioso ver a Sean Penn repartiendo cera por Barcelona, pero que una de las escenas clímax tengan lugar en una plaza de toros en plena corrida roza lo absurdo, sobre todo cuando, habiendo transcurrido toda la acción en Barcelona, de repente veamos una bandera de Madrid en medio del ruedo, cómo si los productores se hubiesen dado cuenta demasiado tarde de la prohibición taurina en Cataluña. Anti-taurinos, absténganse de ver la película, podría herir su sensibilidad. Menos grave y sin duda más hilarante resulta el hecho de que los contactos del socio de Jim en Barcelona sean ex-legionarios.
A la aberrante trama viene a sumarse una pésima construcción de los personajes, de la que sólo se salvan el personaje de Penn y su socio interpretado por Ray Winstone, posiblemente lo mejor de la película. El personaje de Bardem resulta simplemente ridículo y su aportación a la trama es nula, si bien el problema radica en el trabajo de los guionistas y no en las dotes interpretativas del español. Peor parada sale Jasmine Trinca, cuya interpretación de Annie, interés romántico de Jim con un carácter irracional, incoherente y, simplemente, insufrible, queda a la altura de su personaje. Sin embargo, el colmo se lo lleva Idris Elba. El británico, que por otro lado ejerce una labor sublime como siempre, apenas aparece cinco minutos en pantalla a pesar de ser uno de los principales nombres del cartel.
El francotirador que no pudo serlo
Por otro lado, no puedo finalizar mi crítica sin comentar la traducción del título al castellano. 'Caza al asesino' se antoja como un denominación mucho más confusa que su homónima original, 'The Gunsman'. Probablemente los productores pensaron era mucho mejor bautizar el proyecto con el nombre de una mediocre película protagonizada por Nicholas Cage que ser eclipsada por la oscarizada 'El francotirador' de Eastwood.
En conclusión, a pesar de tratarse de un cúmulo de despropósitos e incoherencias absurdas y de resultar difícilmente disfrutable para el público medio, el que quiera ver a Sean Penn dando caña a los malos encontrará lo que busca y puede que incluso llegue a pasar un buen rato con la película. Sin embargo, que nadie espere ver en 'Caza al asesino' a la sucesora de 'Venganza'.