Los tiempos cambian cada vez más deprisa. Posiciones que hace unos años se veían como normales poco a poco han ido cayendo ante las luchas sociales. Y el cine, claro, no es una excepción. Disney ha sido desde hace más de medio siglo uno de los estudios más poderosos del mundo y en la actualidad es el conglomerado más potente de toda la industria. No es de extrañar, por tanto, que algunos de sus productos se hayan quedado desfasados.
Por eso, y ante la inminente llegada de su plataforma de streaming, la compañía ha decidido tomar una contundente decisión: eliminar sus escenas más incorrectas. Tal y como confirmaba la CNBC, Disney+ no solo dejará a un lado la controvertida 'Canción del sur' y a Jim Crow y el resto de cuervos de 'Dumbo', sino que también intervendrá en una película más moderna como es 'Toy Story 2'.
En concreto, la película de Pixar verá eliminada uno de sus gags postcréditos. En él aparecía el personaje de Oloroso Pete junto a dos muñecas Barbie. En un breve diálogo, el juguete del Salvaje Oeste les ofrecía un trabajo en la próxima película de 'Toy Story' mientras agarraba la mano de una de ellas.
Tal y como contamos hace unos meses, la polémica secuencia ya fue eliminada del relanzamiento en 4K UHD del filme con motivo del estreno de 'Toy Story 4'. Aunque por el momento no se han revelado más detalles sobre este nuevo movimiento de censura, la intervención en una película relativamente moderna como 'Toy Story 2' sienta un precedente que podría no convertirse en excepcional.
Adaptarse o morir
Las voces críticas por el marcado tono machista, racista u homófobo de Disney a lo largo de su historia no son algo nuevo, ni mucho menos. Escenas como la del gato asiático tocando el piano con palillos en 'Los aristogatos', los indios americanos de 'Peter Pan' o los desenlaces de 'Blancanieves y los siete enanitos' o 'La bella durmiente' son solo algunos ejemplos.
Con esta nueva estrategia, Disney trata de calmar los ánimos de los más ofendidos y no entrar en polémicas. Porque está claro que si quiere triunfar en la complicada guerra del streaming, necesita tener a la opinión pública de su lado.
