Este domingo el conglomerado mediático estadounidense Comcast, propietario de NBCUniversal, ha anunciado que Jeff Shell, CEO de NBCUniversal desde 2020, ha dejado la empresa tras concluirse que mantuvo una "relación inapropiada" con una empleada. En un comunicado, el propio Shell ha dicho lamentar "profundamente" haber defraudado a la compañía.
Shell relevó a Steve Burke como CEO de NBCU en 2020 y llevaba 19 años en Comcast. En enero, el director ejecutivo había anunciado que llegarían mejores tiempos para los inversores tras la complicada situación que dejó el COVID. Aseguró que habría más actividad en los parques temáticos de la compañía (en Estados Unidos, Universal Orlando Resort y Universal Studios Hollywood), además de un aumento de suscriptores en el servicio de streaming Peacock. Pero parece que Shell ya no estará al mando para ver el éxito de estas estrategias.
El ahora ex director ejecutivo de la compañía era conocido por sugerir estrategias más innovadoras que su predecesor, que estaba principalmente interesado en el éxito de NBCU entre las audiencias más atractivas para los anunciantes. Shell empujó a la compañía a ser más agresiva en la guerra por dominar el streaming, y se añadieron al catálogo de Peacock más programas de deporte en directo y de la WWE. Peacock no está disponible como tal en España, pero sí a través de la plataforma SkyShowtime, en la que además se ofrecen contenidos de Paramount Pictures y DreamWorks Animation, entre otros.
Se busca CEO
En el contexto actual de competencia en la industria es indispensable que NBCU no dé ningún paso en falso. La compañía debería designar a un CEO definitivo cuanto antes, si bien ya se le ha encargado la tarea de forma provisional a Mike Cavanaugh, que fue ascendido a presidente de Comcast el pasado otoño y ya se está implicando más en las tareas propias de director ejecutivo. Algunos posibles sucesores serían Donna Langley, presidenta de Universal Pictures, o Mark Lazarus, presidente de la junta directiva de Televisión y Streaming en NBCU.
La compañía se enfrenta ahora mismo a dos retos fundamentales: el mercado estadounidense de publicidad para el próximo ciclo televisivo y la guerra de streaming en la que compite con el nuevo servicio Max, además de Prime Video, Netflix, Disney+ y demás plataformas ganándole cada vez más terreno a la televisión y rivalizando por atraer a la audiencia.