Channing Tatum ('Kingsman') se gastó 1.500 dólares en un sex shop para vengarse de una broma de Taron Egerton

La saga 'Kingsman' es conocida, entre otras cosas, por tener un sentido del humor bien bestia. Es más, este afán por las bromas con su toque irreverente se traslada también a lo que ocurre entre los actores fuera del set. En el rodaje de la última entrega, 'Kingsman: El círculo de oro', Channing Tatum y Taron Egerton comenzaron una guerra de bromas.

Egerton confiesa a USA Today cómo empezó todo: "Un día estaba decidiendo si contratar a una persona disfrazada y meterla en la caravana de Tatum." Finalmente, se decantó por un maniquí y ahí comenzó la broma.

Comenta que colocó el muñeco a los pies de su cama, disfrazado con una peluca y tacones y ambientó la habitación: cigarros en el cenicero, botellas vacías... Y consiguió realmente asustar a Channing Tatum. Cuando el actor llegó al lugar y encontró esa escena, comenzó a pedir ayuda a gritos. Más adelante decidió vengarse de su compañero galés.

"Él me dijo que se gastó 1.500 dólares en un sex shop y que así podría llenar mi caravana." Tatum colocó 25 muñecas hinchables y unos cuantos dildos en el camerino de Egerton mientras éste estaba en el lavabo.

Y esto no fue lo único que confesó. "Yo creo que él comenzó esto primero", dijo el joven actor, ya que Tatum le puso a prueba, creyendo que Egerton no haría nada. El buen rollo entre ellos llegó a tal punto que hasta hubo una escena, cuenta Egerton, en la que se bajaron los pantalones en mitad de la toma. Matthew Vaughn tenía que estar encantado con ellos.

En su línea

Después de ver como, en mitad de la Comic Con, a principios de verano,

Halle Berry mostró parte de este tipo de humor juvenil y picaresco cuando se atrevió a beber un vaso entero de bourbon de un trago, está claro que el casting de la película fue de lo más acertado. Al menos en humor.