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CLUB DE CINE

'Chicas malas', un placer culpable y "superfabu"

Antes de que Lindsay Lohan dejara de ser actriz para ser celebrity protagonizó una nueva aproximación a las clases sociales de instituto, una cinta tan bobalicona como entretenida.

Por Jesús Agudo Más 5 de Julio 2012 | 09:32
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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He de confesarlo: Sí, me encanta 'Chicas malas'. La he visto un buen número de veces y me desternillo como si fuera la primera vez. ¿Cómo va alguien a tener en cuenta mi criterio cinematográfico si la cinta protagonizada por Lindsay Lohan fuera una de mis películas de cabecera? Muy sencillo, porque todos tenemos una igual, películas que se conocen como "guilty pleasures".

Chicas malas

Una película en la que aparece Lohan difícilmente puede ser considerada de calidad aceptable, pero una de las características de estos placeres culpables es que son tan malas que nuestro cerebro baja la guardia, nos predispone al entretenimiento más básico. Porque 'Chicas malas' no deja de ser una película más de instituto americano.

Basado en el enésimo libro que trata el tema de las "castas" del comedor del High School, en el que la diferencia es que no son las animadoras las que manejan el cotarro, sino las pijas, conocidas como "las divinas", con Regina como abeja reina. Cuando el personaje de Lindsay Lohan, una chica muy mona que ha estudiado en casa porque vivía en África con sus padres, llega a su primer día de clase, Regina sabe que puede tener a otra esbirra en bandeja.

La fauna del instituto vuelve a ser la que siempre suele darse en estas películas: deportistas, empollones, frikis artistas... Una chica que no ha pisado un pasillo de colegio en su vida tenderá a acercarse a los "outsiders" más tolerantes (aunque quieran ver destronada a Regina), pero el estrellato es demasiado llamativo, que se lo digan a Lohan.

La película de Mark Waters no pretende tomarse a sí misma en serio en ningún momento, cosa que le salva de la pira. Los personajes excesivamente estereotipados se complementan perfectamente con esos chistes facilones que matan neuronas pero divierten de lo lindo. Si Lindsay Lohan sólo está ahí porque en ese momento era alguien en el cine "teen", 'Chicas malas' supuso una fantástica cantera de jóvenes promesas de la talla de Amanda Seyfried, una maravillosa y mononeuronal rubia en esta película, o Rachel McAdams, que sería perversa, pero con mucho talento. Hasta los papeles de Tina Fey y Tim Meadows sacan bastantes situaciones cómicas en los adultos de la película, eclipsados todos por la operada madre de Regina (Amy Poehler).

Chicas malas

Carcajadas en tonos pastel

El mayor acierto de 'Chicas malas' es hacer sátira de toda esta fauna de instituto sin ninguna pretensión de adoctrinar. Nos veremos muertos de risa en el sofá viendo cómo la hermana pequeña de Regina imita a las señoritas en cueros de la televisión, la gran escena del baile de Navidad con "Jingle Bell Rock", expresiones como "superfabu" o frases como [SPOILER] "Así fue cómo murió Regina. Bueno, no murió, pero se hizo daño" [FIN SPOILER], todas nos dejan un buen sabor de boca para los días en los que nuestra quinceañera interior clama un poco de libertad.

A diferencia de otras películas "teen", el guión de la propia Tina Fey olvida por suerte las tramas amorosas, dejando una muy liviana para Lohan. En su lugar se centra en la amistad como hilo conductor, la crueldad, las traición y la lealtad de las adolescentes americanas (que han terminado dándome hasta miedo). Cómo la popularidad puede nublar la vista y convertir un colegio en una jauría de animales salvajes. La película mantiene lo básico del género, aunque es capaz de sacar su toque distintivo.

Si ya hemos visto que algunas actrices despuntaron lo suficiente como para labrarse carreras como las que tienen ahora Seyfried o McAdams, y que las risas están aseguradas, podemos decir que 'Chicas malas' no es tan mala como puede parecer de primeras. No es buena, Lohan sigue sin ser buena actriz y la película en sí no deja de ser una gran "petardada". Pero esta cinta está sobreviviendo bastante bien al paso del tiempo, y sigue dejando tardes memorables con amigos, disfrutando de una jungla de instituto que sabe que es mala e igualmente consigue engancharnos. Aciertos como éste ocurren muy pocas veces, de ahí que la secuela (directamente a DVD y sin las actrices originales) permanezca en el olvido.

Muchos dirán que por películas como 'Chicas malas' no merece la pena perder el tiempo, pero hay muchos más seguidores de las divinas de lo que parece, no hay que tener vergüenza de admitirlo. Todo el cine tiene su hueco. Y todos tenemos un placer culpable.

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