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MENTIRAS DESTAPADAS

'El chico y la garza': ¿Quién es Geraldine Fernández y qué relación tiene con Studio Ghibli?

Geraldine Fernández retira sus palabras en las que aseguraba haber creado 25.000 fotogramas de la película de animación, ganadora del Globo de Oro, creada por la productora japonesa Studio Ghibli.

Por Lucía Casañal Calvo 17 de Enero 2024 | 18:08
Redactora de última hora. Si se estrena algo en pantalla, tráeme unas palomitas.

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Geraldine Fernández y Mahito en 'El chico y la garza'
Geraldine Fernández y Mahito en 'El chico y la garza' (Vértigo Films)

El 27 de octubre de 2023 llegó a España 'El chico y la garza', la película de animación escrita y dirigida por Hayao Miyazaki, producida por Studio Ghibli, que ha ganado el Globo de Oro y se encuentra entre las favoritas para los Oscar. Poco después de su estreno, Geraldine Fernández, una ilustradora colombiana, comenzó a asegurar públicamente su participación en el film, desatando gran revuelo en redes sobre su versión.

Mahito y la garza en 'El chico y la garza'

Según ha explicado en una entrevista con Blu Radio, "no quería reconocimiento" pero su historia se dió a conocer cuando una amiga suya, sin su autorización, difundió esta información a un grupo de periodistas que insistieron en buscarla y concederle entrevistas. A medida que Geraldine contaba más detalles sobre su trabajo para Studio Ghibli, las redes comenzaron a investigar sus declaraciones y destaparon un hilo de incongruencias.

Al verse superada por las pruebas aportadas por muchos usuarios desmintiendo su versión y tras varias semanas con burlas y amenazas en redes, Fernández ha admitido en su entrevista de Blu radio haber exagerado sobre su participación en la película y haber dado datos que no eran verdad.

"Trabajé en un par de escenas de 'El chico y la garza', exageré. Sí participé, pero exageré en muchas cosas. No es real que haya hecho sola los 25.000 fotogramas. Fue en equipo. Hice 200. Me arrepiento de todo. Hubiera preferido no haberles dicho a mis amigos, en especial a la que se tomó el atrevimiento de difundir la información".

También asegura contar con un documento enviado por el estudio que certifica su contribución en la película pero se niega a mostrarlo para evitar que se siga comentando el tema y frenar de una vez por todas la polémica.

Cómo comenzó todo

Después de finalizar un máster en ilustración en la Universidad de Tokio, Geraldine Fernández asegura que la invitaron a crear ilustraciones puntuales por libre para Studio Ghibli por sus similitudes con la productora a la hora de dibujar.

Más tarde, aceptó dar una charla en la Universidad Sergio Arboleda en Barranquilla, explicando su experiencia a la hora de crear la película, cuando se conoció públicamente que una joven ilustradora de la ciudad había trabajado junto a uno de los estudios de animación más grandes del mundo.

En su intervención aseguró con convicción haber creado casi 50.000 o 20.000 fotogramas para la cinta, por lo que recibió un obsequio y una carta de agradecimiento del estudio a cambio. Su popularidad aumentó en la ciudad, incluso en el país, y con el triunfo de la entrega en los Globos de Oro varios periódicos como El Heraldo, El Tiempo o Infobae quisieron concederle entrevistas, en las que Fernández mantenía su versión.

Además, Tecnoglass, la empresa fabricante de vidrio en la que trabajaba, que posteriormente ha optado por despedirla, subió un vídeo a sus redes en el que veíamos a su director ejecutivo Christian Daes, según algunos usuarios el creador de toda la mentira, hablar de los logros de su empleada con orgullo.

Sin embargo, las redes comenzaron a notar algunos fallos en su historia que carecían de sentido, como el hecho de que su nombre no apareciera ni en los créditos finales ni en las fichas de reparto. Y las sospechas estallaron en una entrevista con el youtuber Caith Sith donde Fernández aseguró que los 15 primeros minutos de la película habían sido exclusivamente creados por ella.

Enseguida aparecieron pruebas contra la artista, como dibujos plagiados de otras creaciones en su portfolio, títulos en japonés que había mostrado que no tenían nada que ver con su trabajo o profesionales explicando que era imposible llevar a cabo tal número de ilustraciones en tan poco tiempo y sin requerir ningún reconocimiento a cambio. A las que se suman los memes o los hilos recopilatorios sobre su historia.