Bryan Singer vuelve a estar en el punto de mira. Variety publica el testimonio de Blake Stuerman, una de las exparejas del director de 'X-Men' en el que relata el tiempo que formó parte de la vida del Singer y que destapa abusos, promesas de un futuro en la industria y accesos de ira, todo bañado en billetes, alcohol y drogas.
Blake Stuerman conoció a Bryan Singer cuando él tenía 18 años y el director 43. Un amigo les presentó en una cena en Nueva York y ya allí Stuerman, que estaba trabajando en series de televisión, se dio cuenta de que estar al lado del cineasta suponía vivir a todo trapo. Bryan Singer siguió invitándole a cenas y eventos y se fueron haciendo más íntimos. Stuerman afirma que nunca había probado el alcohol o las drogas y que la primera vez que bebió fue por presión de Singer. Esa noche le llevó a su hotel y mantuvieron relaciones sexuales por primera vez. "No sabía que tuviera permitido decir que no" dice en su relato.
Se mudó a Los Angeles por sugerencia de Singer, que le ofreció trabajo como asistente, él sería su mentor (lo que le tenía henchido de orgullo) y le aseguró que ese era el camino para lograr su sueño, que era "contar historias". Allí se dio cuenta de que el director tenía una filia por los chicos con apariencia joven, aunque todos, incluido él, pasaban por la comprobación de que eran mayores de 18 años, ya fuera por el propio Singer o por sus amigos. Stuerman dice que trabajaba duro para probar que no era un enchufado y que era "especial", pero también se veía intoxicado por la vida de lujos que le ofrecía Singer. Y cuanto mayores eran los lujos, más pedía Singer en el ámbito sexual. Dice que Singer era muy generoso con sus amigos, pero también empezó a mostrar un lado muy controlador: "A medida que nos hacíamos más íntimos él esperaba cada vez más. Si no encontraba un chico una noche de fiesta, yo tenía que ser ese chico. Si ponía un poco de resistencia, se enfadaba".
En 2012 descubrió que el alcoholismo de Singer le convertía en una persona muy violenta. En una fiesta en su casa presenció cómo regresaba de su habitación, despertado por el ruido de la música en la piscina, hecho una furia y agredía a uno de los invitados. Él se lo llevó a la habitación para calmarlo y afirma que Singer le dijo que le mataría si se iba. Se sentía secuestrado por la relación con el director, y ni siquiera en el terreno profesional era capaz de salir de su sombra. Dice que en 'Jack el caza gigantes' consiguió "un sitio en la mesa" pero Singer se apropiaba de todas sus ideas.
La "lección" de Bryan Singer
Cuando llegó el rodaje de 'X-Men: Días del futuro pasado' su salud mental pendía de un hilo. Había perdido a todos sus amigos y llegó a ser ingresado por un ataque de pánico. Asegura que Singer salía de fiesta cada noche durante la producción y que a Stuerman no le permitía no beber porque "no era divertido para él". Dice que descargaba la presión del rodaje sobre él, y que todo el equipo tenía que esperar a que se le pasara la resaca para empezar a trabajar. Llegó a decirle que tenía un problema con el alcohol y le gritó "¡sé que soy un jodido alcohólico! La has jodido, tío. La has jodido pero bien. ¡Sal de aquí!". El equipo de Singer le encontró en una caravana escondido y le ofrecieron lo que fuera con tal de que se quedara a su lado. Un día que se quedó dormido por agotamiento y llegó tarde a un brunch (ese día ni siquiera había rodaje) Singer decidió "darle una lección" y le mandó de vuelta a su casa de Los Angeles, habiéndole congelado la tarjeta de crédito y cortado todo tipo de contacto. "Volví a Los Angeles y ya no sabía quién era", admite, y eso fue la gota que colmó el vaso. Decidió marcharse de vuelta a casa de sus padres y Singer le castigó quitándole de los créditos de 'Días del futuro pasado'. Dice que le costó mucho tiempo dejar de culparse a sí mismo y parar de defender a Bryan Singer a pesar de todo. "Soy una víctima de abuso por un hombre muy poderoso, muy rico y muy enfermo. Soy una víctima de Bryan Singer" dice.
El abogado de Bryan Singer ha respondido al artículo de Variety, que corroboran con testimonios de 20 personas y múltiples documentos, fotos y mensajes provistos por la víctima, asegurando que el relato "no está corroborado, es inflamatorio y altamente difamatorio". Afirma que Stuerman "pedía repetidamente al señor Singer dinero, un trabajo y un lugar donde vivir" y que "a medida que pasaba el tiempo se iba volviendo más paranoico, delirante y necesitado" y que fue ahí cuando Bryan Singer decidió alejarse de él y no al revés. Zanja diciendo que "el señor Stuerman está enfadado y molesto porque supuestamente no recibió el 'crédito' que pensaba que se merecía en las películas del señor Singer, y por encima de todo está enfadado y molesto porque el señor Singer ya no financie el estilo de vida de alto standing del señor Stuerman y ya no le ayude económicamente, como ha hecho durante muchos años" y remarca que Stuerman tomó todas esas decisiones siendo adulto y también ofrece al medio mensajes que muestran las peticiones al director y hasta fotos de Stuerman desnudo para confirmar que mantenían una relación sexual. El abogado no hace referencia a la agresión en la fiesta ni al hecho de que Singer diera alcohol a un chico de 18 años cuando la edad legal en Estados Unidos para beber es 21 años. Bryan Singer ha sido acusado en otras tantas ocasiones de mal comportamiento en los rodajes, de abusos e incluso de violación a menores en 2014 y 2019. La primera demanda se retiró y en la segunda llegó a un acuerdo económico de 150.000 dólares para que no llegara a juicio. Variety recuerda que nunca ha sido arrestado, pero lleva sin pisar un rodaje desde que fuera despedido de 'Bohemian Rhapsody'. Blake Stuerman cree que "aunque es poco probable que Bryan vuelva a hacer otra película, estará bien. Tiene tanto dinero que no sabe qué hacer con él".
