Las 15 películas que forman la trayectoria profesional de Chris Columbus están unidas por un elemento tan importante como evidente: la búsqueda constante del entretenimiento de un público de todo tipo de edades. Es una constante en el cine de un director que, por encima de todo, se puede considerar como un artesano del disfrute colectivo, de la evasión y la diversión, de la acción y el desafío constante al bostezo. No es un sello exclusivo, ni siquiera diferenciador, pero no deja de sumar a Columbus en una lista de cineastas privilegiados que, a falta de contar con el beneplácito de la crítica más sesuda, suma cariño y aplausos de varias generaciones de espectadores.
Una recompensa ganada a base de pequeños grandes clásicos con los que muchos hemos crecido, que hemos visto una y otra vez Y que seguimos disfrutando al máximo a pesar del inevitable paso del tiempo y los años. Porque las mejores películas de Columbus, y podemos contar unas cuantas que se sitúan a la altura del notable alto, tienen esa capacidad para conectarnos con una visión quizá perdida, quizá diferente, quizá renovada, quizá difusa, pero siempre interesante y emocionante.
A continuación, repasamos todas y cada una de las películas del director, ordenándolas de peor a mejor, trazando así un recorrido por cada uno de los lugares cinematográficos que ha habitado Columbus a lo largo de los años. Con nuevos proyectos en el horizonte, nos quedan todavía rincones de su universo por descubrir, conscientes de que, vayan las cosas mejor o peor, el aburrimiento seguirá brillando por su ausencia. Marca Columbus, tan cercana a lo infalible.
Chris Columbus, de peor a mejor
'La noche de su vida'
'La noche de su vida', traducción tan facilona como estúpida del título original 'I Love You, Beth Cooper', nos ofrece la versión más descafeinada, perdida e irreconocible de la trayectoria cinematográfica de Chris Columbus. Un director que nunca termina de encontrar el tono, el ritmo y la energía suficiente de una (supuesta) comedia adolescente que, en cualquier caso, ya llegaba muerta desde la sala de guion.
Y es que, Larry Doyle, responsable también de la novela original que adapta la cinta, no le ofrece a Columbus ningún material que se salga de la zona más común del género, rellenando cada tramo de la película con estereotipos, chistes de manual y pequeños momentos dramáticos que, lejos de sumar algo de complejidad a la propuesta, terminan de hundirla en el fango. Para redondear el desastre, 'La noche de su vida' está protagonizada por un Paul Rust que demostró no tener la capacidad, el talento ni la gracia suficiente para cargar con el peso de toda una película. El naufragio más escandaloso de la carrera de Columbus.
'Pixels'
Muchos nos equivocamos pensando que 'Pixels' sería una batalla sin descanso entre su director, Chris Columbus, y su productor y protagonista, Adam Sandler. El primero podía aportar su sentido de la aventura, esa mezcla de encanto y nostalgia que rodea casi toda su filmografía. El segundo, por su parte, convertiría la película en una tontería socarrona marca de la casa, un vehículo para lucir su sentido del humor, infantil y adolescente dependiendo del momento pero siempre fácil, sin margen para la imaginación y originalidad. Lo que pocos podíamos esperar es que saldrían ganando los dos. O, mejor dicho, perdiendo.
Lo que en su punto de partida era original, divertido y con el suficiente potencial para convertirse en uno de los blockbusters más apañados del verano, termina convertido en un pastiche de referentes culturales ochenteros, made in USA, competentes escenas de acción y una trama de comedia romántica/familiar metida con calzador. Josh Gad casi consigue salvar lo que, en otras manos, habría podido funcionar. Especialmente si Sandler hubiera confiado en el buen saber de su director, el cual pierde toda la fe en un último tramo repleto de horrorosos juegos de palabras y escenas que rozan el ridículo. Un ejercicio de nostalgia más que fallido.
'Percy Jackson y el ladrón del rayo'
Ocho años después de su último gran éxito en taquilla, 'Harry Potter y la cámara secreta', y tras dos tropiezos comerciales de la talla de 'Rent' y 'La noche de su vida', Chris Columbus decidió volver al universo de las adaptaciones de novelas juveniles con 'Percy Jackson y el ladrón del rayo' en una clara búsqueda del triunfo perdido. Y si bien es cierto que la recaudación de la película fue más que aceptable, los resultados artísticos obtenidos con este salto a la gran pantalla de los personajes creados por Rick Riordan estuvieron muy por debajo de lo esperado.
Más allá de los ecos/referencias/copias de la saga del joven mago omnipresentes a lo largo de la historia, lo cual anula gran parte de sus posibles efectos sorpresa, 'Percy Jackson y el ladrón del rayo' falla en lo más esencial, es decir, en transmitir al espectador la energía de la aventura, lo deslumbrante de lo fantástico y la espectacularidad de la acción. Porque todo en ella es rutinario, predecible y, por momentos como los que suceden en Las Vegas, demasiado cercano al ridículo. Su segunda parte confirmó que, efectivamente, Jackson y su equipo de semidioses no ocuparían la corona cinematográfica dejada entonces por Potter. Ni en calidad ni en respaldo por parte del público.
'Rent'
'Rent', la adaptación cinematográfica de la obra musical de Broadway homónima, sigue siendo una de las películas menos Chris Columbus dirigida por Chris Columbus. Una propuesta que, pese a cosechar una respuesta crítica más que positiva, no contó con el beneplácito del público, indiferente en el momento de su estreno y sin ningún tipo de interés en reivindicarla con el tiempo.
A pesar de esta decepción comercial, no deberíamos infravalorar una adaptación profundamente respetuosa con el material original, obsesionada con convertir cada plano en un trozo de escenario, cada canción en un aplauso final a todo volumen y cada giro dramático en un impacto. No siempre lo consigue, pero la pasión de su principal responsable es desbordante.
'Aventuras en la gran ciudad'
El debut en la dirección de Chris Columbus después de demostrar su talento como guionista en clásicos de la talla de 'Gremlins' o 'Los Goonies' es uno de esos claros productos de su tiempo. Y es que, la década de los ochenta está repleta de películas como 'Aventuras en la gran ciudad', lo cual no implica nada malo, pero tampoco nada especialmente ilusionante, puesto que, con el paso de los años y la suma de propuestas similares (y superiores), ha terminado convertida en un simple pasatiempo con las dosis justas de inspiración.
En cualquier caso, y observando el vaso medio lleno, podemos quedarnos con la interpretación de Elisabeth Shue, estupenda, y una primera mitad en la que se encuentran la inmensa mayoría de aciertos de estas 'Aventuras en la gran ciudad' con la que Columbus se estrenó en la silla de director haciendo lo que ha terminado caracterizando toda su trayectoria profesional: tratando de entretener al público.
'Yo, tú y mamá'
Un año después de conseguir un éxito espectacular de crítica y público con (spoiler) su mejor película, 'Solo en casa', Chris Columbus regresaba a la cartelera con 'Yo, tú y mamá', una propuesta que, además de dirigir, escribía en solitario. Y ese aspecto más personal de la cinta es algo que se nota en cada una de sus escenas. Y es que, en comparación con gran parte de su filmografía, esta comedia romántica con dosis extra de ternura y pequeños resbalones, que no pasos firmes, en el terreno del humor negro, es una de las películas más entrañables, humildes y simpáticas de Columbus.
Protagonizada por John Candy, perfecto a la hora de transmitir esa bondad innata, y una encantadora Ally Sheedy, 'Yo, tú y mamá' contaba con un arma secreta capaz de derribar cualquier prejuicio: Maureen O'Hara. Una leyenda de la historia del cine que se despidió del largometraje con uno de esos papeles que no dejan de ser un homenaje tan evidente como merecido. La forma en la que la mira la cámara de Columbus no engaña, es pura admiración. Mucho menos aprovechada está la presencia de un Anthony Quinn que, en cualquier caso, siempre es un actor con el que da gusto encontrarse. En definitiva, una de esas películas menores que se engrandecen, precisamente, desde su sencillez.
'El hombre bicentenario'
Después de conseguir uno de los grandes taquillazos de su carrera con la muy emotiva 'Quédate a mi lado', Chris Columbus decidió probar suerte en el terreno de la ciencia ficción, un género hasta entonces inédito en su filmografía, con 'El hombre bicentenario', una película maltratada de forma injusta desde el mismo día de su estreno. Porque, de acuerdo, estamos ante una propuesta excesivamente azucarada, algo tontorrona y fallida en su apartado cómico y estirada por encima de lo necesario en lo que respecta a su duración, pero eso no la convierte en aquel desastre anunciado en 1999 y cuyo terrible estatus se ha mantenido a lo largo del tiempo.
Y es que, a la hora de la verdad, 'El hombre bicentenario' no deja de ser una película amable, simpática y repleta de buenas intenciones; un cuento protagonizado por un espléndido Robin Williams que está tan lejos de la obra maestra como del timo cinematográfico. Un Columbus a base de destellos, ni mejor ni peor, ni más ni menos.
'Harry Potter y la cámara secreta'
Un año después de triunfar en términos comerciales y artísticos con 'Harry Potter y la piedra filosofal', Chris Columbus proponía un nuevo viaje a Hogwarts con 'Harry Potter y la cámara secreta', la primera secuela de una franquicia que necesitó solamente una película para asentarse como fija en la lista de grandes éxitos cinematográficos de la historia. Sin embargo, esta continuación de las aventuras de Harry, Ron, Hermione y compañía cometía en la pantalla el mismo error que, por otro lado, ya podíamos encontrar en las páginas originales escritas por J.K. Rowling.
Y es que, tanto el libro como la película, no terminaban de acertar del todo a la hora de equilibrar sus componentes más lúdicos e inocentes con los elementos oscuros, adultos y complejos que terminaron marcando la saga a partir de la posterior y excelente 'Harry Potter y el prisionero de Azkaban'. En lo que respecta a la cinta de Columbus, tampoco ayudaba nada su excesiva duración, 154 minutos, sus serios problemas para arrancar la historia y, por encima de todo, el piloto automático demostrado por el cineasta, incapaz de repetir esa sensación de asombro casi omnipresente en la primera entrega.
'Heartbreak Hotel'
Pequeña joya escondida entre los grandes clásicos y éxitos de taquilla de Chris Columbus, 'Heartbreak Hotel' sigue latiendo en la filmografía del cineasta como una cinta que conviene la pena rescatar, disfrutar y reivindicar. Carta de amor a la música, con especial atención a la obra de Elvis Presley, pero también a un modelo de cine y de contar historias ya completamente perdidos, 'Heartbreak Hotel' es una de esas películas que desprenden un aroma especial, un sentido para la emoción especialmente medido, especialmente si tenemos en cuenta a su responsable, y un cariño que impregna cada escena. Una propuesta tan pequeña y sencilla como radiante y encantadora.
'Solo en casa 2: Perdido en Nueva York'
Si algo ha funcionado de manera tan excepcional como 'Solo en casa', ¿por qué cambiar las cosas? Algo así debieron pensar Chris Columbus y John Hugues, director y guionista, a la hora de ponerse manos a la obra con 'Solo en casa 2: Perdido en Nueva York', secuela que, básicamente, se dedicaba a repetir casi punto por punto la fórmula de su brillante predecesora, uno de los grandes clásicos de la década de los noventa.
Con un genial Macaulay Culkin de nuevo al frente y Joe Pesci y Daniel Stern repitiendo como ladrones abonados al sufrimiento extremo, 'Solo en casa 2: Perdido en Nueva York' no traía nada nuevo bajo el brazo, pero seguía cumpliendo a las mil maravillas en su condición de entretenimiento prácticamente perfecto. Una segunda entrega que, sin llegar al nivel de la primera, mantenía el listón lo suficientemente alto como para justificar la celebración colectiva de crítica y público.
'Quédate a mi lado'
De acuerdo, 'Quédate a mi lado', película con la que Chris Columbus consiguió su taquillazo más lacrimógeno, no funciona precisamente como un ejemplo de sutileza a la hora de enfocar el drama. Todo está subrayado, las intenciones son más que evidentes y, bueno, no tardas demasiado en descubrir que la búsqueda del llanto será incansable.
Sin embargo, ahí están Julia Roberts y, especialmente, Susan Sarandon, en pie, para obrar el milagro. Ajenas a los aspectos más comerciales de la propuesta, las actrices aportan la humanidad, el cariño, la ternura y la honestidad necesaria a sus personajes para que todo termine funcionando de la manera más sincera posible. Las lágrimas, claro, terminan cayendo de forma irremediable, pero el camino hasta ellas se hace mucho más llevadero en compañía de dos intérpretes maravillosas.
'Nueve meses'
En términos de pura comedia, 'Nueve meses', remake de la película homónima francesa dirigida por Patrick Braoudé, es una de las más completas de toda la filmografía de Chris Columbus. Una propuesta que funciona dentro de su humildad y sencillez, de su romanticismo y encanto, de su emotividad y ternura. Apoyado sobre el talento indiscutible de Hugh Grant, todo un experto en la materia, una maravillosa Julianne Moore y un catálogo de estupendos secundarios entre los que destacan la siempre eficaz Joan Cusak y ese genio imparable llamado Robin Williams, Columbus construye un entretenimiento eficaz al cien por cien y que cumple de sobra con su cometido principal, ofrecer un magnífico rato al espectador. Siempre es un gusto volver a encontrarse con 'Nueve meses'.
'Señora Doubtfire, papá de por vida'
Un nombre: Robin Williams. Ya tienes un pie y medio en la meta que te hayas propuesto alcanzar. 'Señora Doubtfire, papá de por vida' fue lo que fue, un éxito mundial capaz de conquistar incluso a la crítica más feroz, y sigue siendo lo que sigue siendo, una de las películas familiares más memorables de los últimos años, gracias a su protagonista. En un cien por cien.
Impresionante interpretación de un genio de la comedia en su etapa de mayor esplendor, un torbellino imparable capaz de arrasar con todo, un actor en permanente estado de gracia. Él es la película. Chris Columbus es plenamente consciente y, por eso, cede todo el espacio posible al huracán Williams, una estrategia que le sale a las mil maravillas. Imposible que fuera de otro modo.
'Harry Potter y la piedra filosofal'
Dos años después de firmar una de sus películas más injustamente machacadas, 'El hombre bicentenario', Chris Columbus recibió una de esas ofertas imposibles de rechazar, pero que, al mismo tiempo, esconden un reto mayúsculo capaz de situar una trayectoria a la misma altura del todo o nada: dirigir la primera adaptación cinematográfica de Harry Potter. Es decir, en las manos del cineasta recayeron las ilusiones, expectativas y miedos de millones de lectores enamorados de un universo y unos personajes creados por J.K. Rowling que habían sobrepasado por completo el éxito literario hasta convertirse en espectacular fenómeno social.
Un proyecto imponente que Columbus solventó con la dosis de profesionalidad y artesanía característica, pero también con un alto nivel de inspiración, consiguiendo transmitir toda la magia, emoción, diversión, encanto y espectacularidad que habitaba en cada una de las páginas de 'Harry Potter y la piedra filosofal'. Una película gigantesca a todos los niveles que el cineasta supo llevar a buen puerto, consiguiendo un triunfo histórico en taquilla y conquistando tanto a los fans de la saga literaria como a los recién llegados. El más difícil todavía. Un entretenimiento de cinco estrellas.
'Solo en casa'
A estas alturas, 'Solo en casa' está considerada de manera unánime como una de las películas de entretenimiento para toda la familia más logradas de las últimas décadas. Macaulay Culkin nos robó a todos el corazón convirtiéndose en un héroe capaz de defender su (espectacular) casa a base de inventos implacables capaces de neutralizar a cualquier ladrón de pacotilla en este clásico contemporáneo que entregaba, además, una cantidad importante de escenas para el recuerdo firmadas por un Chris Columbus especialmente inspirado que construía aquí la película más redonda de su trayectoria. 'Solo en casa' se ha convertido en una de las películas favoritas de varias generaciones gracias a su combinación perfecta de humor, ternura y gags que funcionaban, y lo siguen haciendo, como un reloj. Por muchos años más.