Christopher Nolan ha asistido a Festival de Cine de Londres (LFF), y allí ha brindado una ponencia sobre la devaluación del cine tradicional (el filmado en celuloide), los nuevos hábitos de consumo y sus nocivas consecuencias. La idea básica que postula: si la tecnología digital sigue avanzando y ocupando las pantallas de los cines, estos terminarán por cerrar sus puertas.
El cineasta británico ha puesto como ejemplo paradigmático (y, ya de paso, ha aprovechado para elogiarlo) a Tarantino, que ha grabado su última película ,'The Hateful Eight', en 70 mm. Según Nolan, si las cadenas de cine siguen con la dinámica de ofrecer películas en formato digital, la gente dejará de ir al cine porque pueden obtener la misma experiencia en sus casas, con un buen equipo destinado a tal efecto.
"Por alguna razón, se ha vuelto aceptable decir [a la audiencia] que nosotros proporcionamos esta habitación vacía con un televisor en ella para que, simplemente, se vea una película", ha dicho el cineasta, aludiendo al actual contexto en la mayoría de salas cinematográficas. "Eso tiene que cambiar, y si no cambia, olvídate de las películas, olvídate del digital, si esa experiencia de cara a la audiencia no se valora, si los cines no cambian drásticamente las personas dejarán de ir".
Los tontos argumentos
Nolan rechazó los argumentos económicos que suelen enarbolarse para defender el uso cada vez mayor de la tecnología digital. "Lo que ha colado [lo que ha trascendido como verdadero, al parecer] es esa especie de rumor generalizado que afirma que para cines y distribuidores, ahora, resultan mucho más caras las proyecciones". Así, el público sigue teniendo que pagar lo mismo (e incluso más, con el paso del tiempo), pese a que la calidad de lo que se proyecta es ahora peor.
Te dejamos a colación el tráiler de 'The Hateful Eight', que hay muchas ganas de verla.