El eterno debate en el mundo del cine. La convivencia entre las salas de cine y las plataformas streaming es conflictiva. Son muchos los directores que han dado su opinión al respecto. Para unos es una nueva oportunidad surgida del progreso tecnológico que puede dar pie a una nueva era, y para otros un retroceso que hará perder la esencia misma del medio cinematográfico. Los festivales más importantes tampoco han sido ajenos y se han mojado.
En un frente podríamos poner a Cannes y Steven Spielberg. El festival siempre ha sido disconforme con seleccionar películas que no se estrenan en salas para sus programas anuales y el director ya expresó su rechazo a que las películas estrenadas vía streaming pudiesen optar a los premios de la Academia. Y en el otro situaríamos a Venecia y a David Fincher. El festival italiano se ha mostrado siempre abierto a estas nuevas formas, tolerancia que se ha incrementado con la pandemia, ofreciendo proyecciones online durante la edición de este 2020 para adaptarse a la situación. Fincher, por su parte, mantiene una extendida colaboración con Netflix, que se incrementará con el estreno de 'Mank' el próximo 4 de diciembre.
Con Christopher Nolan se abre un nuevo capítulo en el debate, debido a una posición más intermedia o conciliadora, si así queremos llamarla. Alguien legitimado para opinar al respecto, pues el director de 'Dunkerque' siempre se ha preocupado en su cine por el espectador, dando mucha importancia a la experiencia de tener ante los ojos una ficción proyectada en una sala oscura. En resumen, un cine muy marcado por el espectáculo. Recientemente habló para Tom Shone, que prepara el libro 'The Nolan Variations' y no dejó indiferente.
Era de esperar que mostrara su amor por el acto de acudir a las salas y que mantuviera, por tanto, una visión más cerrada en cuanto al cómo y dónde ver su cine. Pero si bien dejó claro que la experiencia de ver una peli suya ante una pantalla grande rodeado de gente es un punto central de su cine, el director británico se mantiene abierto a estas nuevas formas. Le importa que el cine siempre esté ahí para el público, como bien afirma: "¿Tienes algún problema con que la gente vea 'Dunkerque' en un teléfono o donde sea? No, no lo tengo. Pero la razón por lo que lo hago es porque es porque estas películas se ponen en salas como forma principal de exhibirla y distribuirla. Y la experiencia se filtra, hasta el punto de que, si tienes un iPad y ves ahí una película, estás llevando contigo el conocimiento y lo que entiendes por experiencia cinematográfica, lo estás extrapolando".
Nolan, transversal
Un argumento bastante interesante por la transversalidad que propone. Alguien consciente de que sin la pantalla grande su cine perdería gran parte de su magia, sabe al mismo tiempo ir más allá del dónde. El público es la pieza fundamental y no ve mal que pueda "extrapolar" la concepción original del filme en cuestión, siempre y cuando no se pierda la base de la que parte.
Nolan mantiene viva la esperanza de que su cine pueda disfrutarse en dispositivos más pequeños. Mientras tanto, espera a que su amada sala oscura pueda abrir pronto con normalidad.