Terrence Malick es un nombre que nunca, jamás, deja indiferente. El cineasta tiene tantos seguidores como detractores. Echando la vista atrás solamente unos meses podemos recordar la mezcla de reacciones tras el estreno de su última película, 'El árbol de la vida', por la que opta al Oscar.
En los rodajes también crea sentimientos encontrados. Uno de los actores que ha comentado la experiencia de trabajar con Malick en 'El nuevo mundo' es Christopher Plummer. En una mesa redonda, recogida por Very Aware, el actor que sigue como favorito para llevarse un Oscar por su papel en 'Beginners' afirmó que no volvería a trabajar con el cineasta.
Primero respondió en un tono airado: "Le di mierda. No volveré a trabajar con él otra vez. Le dije, eres tan aburrido cuando te metes en tus rutinas, tienes que conseguirte un guionista. Mi trabajo con el señor Malick ha terminado". Hay una razón para este enfado, y son las consecuencias del montaje de Malick.
Radical en el montaje
El mismo Plummer se explica, más tranquilo: "Es un hombre extraordinario, y me encantan algunas de sus películas, pero el problema con Terry, que pronto descubrí, es que necesita un guionista, desesperadamente, porque insiste en hacerlo todo, algo que todos sabemos. Insiste en escribir, y sobreescribir, y sobreescribir, hasta que suena terriblemente pretencioso. Tienes que trabajar terriblemente duro para que suene real, y entonces él edita su película de tal forma que nos saca a todos de ella".
El actor se refiere por ejemplo a casos como el de Adrien Brody en 'La delgada línea roja', quien en principio era el actor principal y mucho del metraje que grabó fue fusilado después. Muchos defenderán a Malick admirando la obra final, pero bien es cierto que para actores como Plummer puede ser bastante frustrante.