Continuamos con nuestro ciclo LGTB y cambiamos radicalmente de tercio. Nos olvidamos de las historias de amor y de los finales felices y nos metemos de lleno en el terror de una realidad actual, terrible y muy dura. 'Chemsex' es un documental cuyo visionado no es fácil pero que, a su vez, es muy necesario por todo lo que cuenta.
A través de testimonios, 'Chemsex' nos descubre un sector de la sociedad gay londinense que disfruta del sexo bajo los efectos de las drogas. Gracias a las nuevas redes sociales de contactos, asistimos a varios encuentros en los que el denominador común son los estupefacientes. Muchos de los entrevistados han conseguido salir de esta situación y nos narran sus experiencias, lo que perdieron y los efectos que han causado en ellos, pero también hay otros que aún luchan por salir, por dejar esa adicción que los separa de la realidad.
Si algo caracteriza a 'Chemsex' es la crudeza de sus imágenes: hay desnudos, hay sexo y hay drogas. Todo es real, no es una representación. Fiestas sexuales en las que tienes que pincharte para poder entrar y hombres que quieren contagiarse de VIH para poder tener sexo sin complicaciones son algunas de las barbaridades que descubrimos viendo el documental.
Buscando una salida
Uno de los entrevistados es un hombre que, tras salir de esa situación, ha formado una asociación de ayuda para jóvenes que no consiguen dejar su adicción. Uno de esos chavales fue Miguel, un economista español que tenía la vida resuelta y que, tras marcharse a Londres detrás de un muchacho, cayó en las drogas y lo perdió absolutamente todo. Su testimonio es uno de los más duros, quizá porque lo vemos más de cerca y nos damos cuenta de que no es algo tan alejado como podríamos pensar.
Podemos pensar que el VIH u otra enfermedad venérea es lo peor que nos puede pasar pero uno de los momentos más crudos de 'Chemsex' es cuando conocemos a uno de los hombres que no consiguió salir de la adicción. El entrevistado no consigue diferenciar lo que es real de lo que no, oye voces y tiene paranoia, creyendo que está siendo perseguido continuamente. Si para entonces no te has revuelto en el asiento, créeme, lo harás.
Como decíamos al comienzo, 'Chemsex' es un documental de durísimo visionado pero que debería ser visto por los jóvenes para concienciarse del sexo seguro, del abuso de las drogas y de las nuevas redes sociales de contactos.
Para aquellos que quieran descubrir una verdad que está ahí fuera.
Nota: 8.5
Lo mejor: Todo es tan real y cercano que asusta. Y mucho.
Lo peor: Al ser un conjunto de testimonios, puede hacerse algo repetitiva.