A pesar de que el nuevo confinamiento de la ciudad de Madrid permite a los habitantes asistir a los cines que cumplan con las normas de seguridad, higiene y aforo por la pandemia de COVID-19, puede que la afluencia de público no sea suficiente para aguantar abiertos. Es el caso del Cine Paz, situado en la calle Fuencarral, que ha decidido cerrar temporalmente y anuncian en carteles que volverán "cuando todo mejore".
"No podemos seguir sin vosotros" dicen desde uno de los cines más antiguos de la capital, y uno de los pocos que quedan en el centro de la ciudad. Las salas de este establecimiento suelen ser frecuentadas por gente mayor, que al ser población de riesgo tiene miedo de coger el transporte público para ir hasta allí o sentarse en una sala cerrada, por mucha medida de seguridad.
Los dueños explican a El Confidencial que la recaudación no es suficiente para mantenerse abiertos, y que las ayudas que reciben tampoco les da. Pero la familia Góngora, que son los propietarios del local, piensan hacer todo lo posible por regresar, como cine, en cuanto puedan. En cuanto su público pueda volver a hacer vida lo más normal posible y pierdan el miedo.
La alternativa: alquilar salas
Aunque no vayan a proyectar películas, los cines sí abrirán para eventos privados, pases de prensa o preestrenos. Este tipo de medidas están siendo el salvavidas, por ejemplo, de las salas en Estados Unidos, que se están ofreciendo para hacer pases privados o eventos y, con ello, consiguen ingresar algo en estas semanas de poca venta de entradas. El cine, igualmente, sigue siendo una de las opciones de ocio más seguras.