El cine de Bob Fosse en 7 claves

Hay mucho del propio Fosse en cada una de sus películas. El sacrificio personal para triunfar en su profesión, como vemos en 'Noches en la ciudad' y 'Cabaret'. O la complicada relación con las drogas, las mujeres, los medios, los jefes y hasta el público en 'Lenny'.

Sin embargo, es en 'Empieza el espectáculo' donde más elementos toma de su propia vida. El personaje de Joe Gideon, interpretado visceralmente por Roy Scheider, sintetiza el carisma, el talento, los excesos y los traumas del director. Podemos decir que con este peliculón, ganador de la Palma de Oro, Fosse... se abrió en canal.

Su 'Ocho y medio' particular es un viaje a los infiernos a través del dolor, el sexo y el eterno miedo a la muerte. Unas cargas de las que el director jamás se recuperaría: falleció a los 60 años víctima de un ataque al corazón.

Pese a que solo realizó cinco películas antes de morir, la lista de leyendas y grandes intérpretes que han trabajado con Bob Fosse incluye a Shirley MacLaine, Liza Minnelli, Dustin Hoffman, Roy Scheider, Jessica Lange o John Lithgow.

Más allá de sus repartazos, a Fosse siempre le interesó el showbusiness. Todas sus cintas se ambientan de una manera u otra en el mundo del teatro, los bailes nocturnos y/o los musicales. Especialmente en su vertiente más truculenta. Un aspecto que llevó al extremo en su último y menos recordado filme: 'Star 80'.

En ella aborda la tumultuoso historia real de la chica Playboy Dorothy Stratten y su marido, Paul Snider. Este último hace todo lo posible para casarse con Stratten y convertirla en una estrella. Pero cuando lo consigue, los celos y la obsesión comienzan a carcomerle. El trágico final de la relación forma parte de la crónica más negra de Hollywood.

El claro compromiso político es una de las señas de identidad del Nuevo Hollywood. Las críticas a la Guerra de Vietnam solían ser el centro de la diana de otros realizadores. Sin embargo, Fosse siempre tuvo en el punto de mira un fantasma que parecía (solo parecía) erradicado: el del fascismo.

La escena más ilustrativa al respecto es el 'Tomorrow belongs to me' de 'Cabaret'. Una secuencia que resume en escasos minutos el terror del nazismo, desde su cara amable inicial hasta el miedo que infunde una vez resulta imparable.

Pero de todas sus obras es 'Lenny' la que mejor expone las nuevas formas del fascismo. Escondido en la burocracia, la censura y los mecanismos de control que posee el poder. En la cinta Dustin Hoffman da vida al cómico de stand-up Lenny Bruce. Un fascinante y contradictorio personaje acorralado por las denuncias que debe afrontar debido a su comedia subversiva y contestataria.

Si existe un leitmotiv en toda la filmografía de Fosse, acabamos de llegar a él. Se trata de un pleno absoluto: sus cinco películas abordan parejas que, por unas razones u otras, son completamente disfuncionales. Algo lógico teniendo en cuenta las personalidades extremas de todos los protagonistas de su cine.

Curioso que la "menos mala" de todas estas relaciones sea una a tres bandas. La que mantienen Sally Bowles (legendaria Liza Minnelli), Brian Roberts (Michael York) y Maximilian von Heune (Helmut Grien) en 'Cabaret'. Quererse es una cuestión de calidad, no de cantidad.

El personaje que más sufre estos sinsabores amorosos es Charity Hope. La protagonista de 'Noches en la ciudad' afronta hasta tres reveses por parte de los hombres, que le dejan su optimismo como única arma para afrontar la vida. El filme protagonizado por Shirley MacLaine adapta, por cierto, un musical basado en 'Las noches de Cabiria'. De nuevo Fellini, otra clave en el cine de Fosse.

Durante los 70' se popularizó la expresión "montaje cocainómano". Y no es casualidad. Más allá de las aficiones y las adicciones de cada uno, el ritmo del cine de Fosse es totalmente trepidante. Una edición imparable que, no obstante, nunca resulta cargante y siempre permite al espectador seguir la acción.

'All that Jazz', con su anárquica estructura narrativa, es la película que mejor ilustra cómo el montaje de sus películas estaba calculado al milímetro. En la secuencia inicial, Fosse y el editor Alan Heim nos introducen en el universo y la personalidad de su protagonista sin necesidad de palabras. Primero en su no muy saludable rutina mañanera. A continuación en la dureza de una macro prueba en busca de bailarines.

Todo ello primero con música clásica y luego con la buenrollera 'On Broadway' de fondo. Un contraste entre la calma musical y el constante vaivén del montaje que inyecta en vena el frenesí de la película.

Pero no podemos olvidarnos de una mujer que es en sí misma una pieza clave en la reinvención del musical. Gwen Verdon va mucho más allá del viejo tópico de "la gran mujer detrás de un gran hombre". La actriz y bailarina coreografió múltiples obras de Fosse, tanto en teatro como en cine. Una de ellas es 'Empieza el espectáculo', en la que además el personaje de Leland Palmer está directamente inspirado en ella. Por si fuera poco, hasta su muerte en el año 2000 fue la responsable de guardar y difundir el legado de su exmarido.

La propia relación entre ambos vertebra la filmografía del cineasta. Como hemos visto, estuvo obsesionado con la imposibilidad de vivir enamorado de forma sana. El matrimonio llegó en 1960 y la separación once años después, tras múltiples infidelidades por parte de él. No obstante, el vínculo entre los dos siempre se mantuvo. Siguieron colaborando profesionalmente y legalmente casados hasta la muerte de Fosse. La hija de ambos, Nicole, también se convertiría en bailarina y actriz. Quizá hay esperanza en las relaciones humanas. Incluso si eres Bob Fosse.