Cristóbal Montoro ha vuelto a conseguir crispar a gran parte de la industria cinematográfica española tras el anuncio de sus últimos "incentivos fiscales". El Ministro de Hacienda explicó que estos incentivos ascenderían del 18 al 20%, y se intentaría atraer más rodajes extranjeros con una deducción del 15% para aquellos que escojan España para rodar sus producciones. El importe de la deducción, eso sí, no podrá exceder los 3 millones de euros, dejando fuera a las superproducciones. Además, se ofrecerán deducciones para promover el mecenazgo.
Pero centrémonos en el primero de los datos. Las reacciones ante ese 20% no tardaron en llegar, y una vez más el cine español se cerro mayoritariamente en banda contra las medidas de Montoro. Su petición era del 25 al 30%, y han visto que la subida se ha quedado muy lejos de esa cifra. Los productores han sido los primeros que han criticado las medidas del Gobierno: "Esperábamos más, y tal como ha quedado en el borrador que nos ha llegado, nos parece insuficiente", explica FAPAE en un comunicado, en el que también dicen que esperan poder "enmendarlo" antes de que sea aprobado el texto definitivo. Ramón Colom, presidente de la Federación de Productores, comenta que con esas deducciones es imposible competir con otros mercados, que cuentan con un 40% de incentivos.
Además de los productores, hay directores que se han sumado a las voces críticas contra estas medidas. Paco Cabezas tuiteaba: "Los cineastas obligados a rodar fuera de España te damos las gracias, señor Montoro, por el ridículo apoyo fiscal al cine. El discurso de Montoro es un poco 'y daos con un canto en los dientes que no os subo otra vez el IVA cultural, panda de rojos. La de reuniones que tengo en Hollywood para rodar que se han ido al traste al saber que el apoyo fiscal del Gobierno es nulo". Juan Antonio Bayona también ha dado la voz de alarma: "Si se confirman las nuevas deducciones fiscales al cine ya puedo olvidarme de rodar 'Guerra Mundial Z 2' en España. Debe tratarse de un error".
Pero por desgracia no parece el caso, y es tan real como suena. Tanto Belén Atienza como Enrique López Lavigne, de Apaches, la productora que trabaja con Bayona en 'Un monstruo viene a verme' y la secuela de 'Guerra Mundial Z' ven de nuevo un negro futuro para la industria: "Nos pongamos como nos pongamos, no podemos competir por debajo de un 30%, aunque confieso que en los últimos meses en Apaches hemos estudiado escenarios con un 25%. Y con este porcentaje hemos conseguido hacer viables las películas con el esfuerzo y la voluntad de nuestros socios. Ahora sinceramente lo veo muy complicado, es una pena", explicaban a El Mundo. Emma Lustres, de Vaca Films, productora de 'Celda 211', también se pone en lo peor en declaraciones a El País: "Es demoledor, matador, te queda la sensación de que tras tantas reuniones y comisiones, el esfuerzo ha sido baldío". Ella misma señala que es una decepción ver cómo una industria con tanto potencial, un territorio con el clima tan propicio y con infraestructuras para ello vuelve a quedarse a medio gas: "Para que lo entienda la gente: es como si tuvieras lista la autopista pero el Gobierno no abre el peaje".
Pocos apoyos a Montoro
A pesar de todo, sí llegamos a encontrar algunos comentarios favorables hacia las medidas presentadas recientemente por Montoro. La Spain Film Comission, que gestiona los rodajes internacionales en nuestro país, ve los incentivos como "un paso de gigante" a pesar de las "limitaciones" impuestas. Precisamente estos rodajes son los más beneficiados por las medidas. José Antonio Félez, productor de 'La isla mínima', es otro que prefiere poner al mal tiempo buena cara y decir que "lo que no podemos es anunciar la hecatombe cada vez que perdemos", según recoge El Mundo: "Sin duda, es insuficiente, pero haríamos mal si dramatizáramos más de la cuenta. Algo se ha avanzado y lo que dice Montoro de que se trata de la mejor reforma hasta la fecha para el cine español, en puridad, es verdad. Es claramente decepcionante, y no da respuesta a la crisis actual, pero seguimos adelante". Zanja la discusión diciendo: "No podemos entregarnos a la catástrofe cada vez que habla Montoro. Lo que se vio ayer es sólo un anteproyecto de ley al que le faltan seis meses como mínimo para hacerse efectivo. No todo es malo. Y parte de lo que se dice que es malo es sugerencia del sector. Es insuficiente, injusto... Pero es labor nuestra convencer a todos, Gobierno y oposición, de que lo que exigimos es sensato. No descarto que se suba al 25% la degradación. Es lo justo, lo que hace toda Europa". Este partido de tenis entre el Gobierno y el cine español sigue en las mismas. Y la industria, mientras tanto, agoniza cada día un poco más.